CAPÍTULO #21
Darek
No sé qué carajo había pasado pero la necesidad de besarla me supero, desde el primer día que la conocí a pesar de que no fue agradable la forma en que me la tope, sus manos, eran tan suaves y su olor, ese perfume me volvía loco, por fin me arme de valor y la bese, fue corto, pero increíble, por eso aproveche para invitarla a una cita, nuestra primera cita.
Estaba en mi habitación terminado de arreglarme, le había mandado uno que otro mensaje pero no me respondía, aunque no importaba, así era ella, después de pasar unas semanas juntos me di cuenta de que evitaba responder mis mensajes cuando le coqueteaba o hacia cumplidos.
Sali de mi habitación, para dirigirme a la cocina por algo de tomar y ahí estaban mis hermanos los cuales comenzaron a hacerme burla.
–Ya le hizo caso Peter Pan a campanita por lo que veo –Se ríe Desmond y le sigue el juego Darién.
–No sabia que tenias sentido del humor hermanito –digo mientras saco jugo del refrigerador
–Y yo no sabía que alguien podía fijarse en ti con ese expediente tuyo –se burla y me tenso.
–Eso fue un golpe bajo –Se burla Darien y lo miro mal.
–Par de idiotas.
–No te enojes hermanito, ya era hora que sentaras cabeza –Revuelve Desmond mi cabello con su mano.
–Imbécil –susurro quitándome. –Aun no entiendo como te aguanta tu noviecita con ese humor tan asqueroso que tienes.
–No creo que a Dariana le guste que insultes a tu hermano mayor –Sigue burlándose mientras Darien come desesperado.
–Basta, que lo que diga ella no me importa.
–Eso ni tu te lo crees, pero ya dejémoslo en paz –Interfiere Darien.
–Dame las llaves del auto –menciono despreocupado.
–Usare el carro, tengo que ir a realizar un examen que perdí en la mañana. –dice Darien.
–Llévate mi moto y dame el carro –Me siento a su lado.
–Por algo no llevare mi moto, llevare el auto Darek –Rueda los ojos y suspiro.
–A Dariana no le gustan las motos, por eso quiero el auto.
–Llévate el mío –Escucho como cae algo en la mesa en frente de mi y volteo a ver. –Me quedare en casa así que puedes usarlo.
–A veces te amo –Sonrió y sin pensar tomo las llaves.
–Solo no seas un imbécil –dice serio mientras me pongo de pie para dirigirme a la salida.
***
Me encontraba a unas calles antes de llegar a su casa, me detuve un segundo para mandarle mensaje y decirle que estaba por llegar, de nuevo no recibí respuesta, llegue a su casa pero antes de estacionarme un auto me rebaso de este salió disparado Aleksander, corrió dirigiéndose a la puerta principal la cual estaba abierta y con una gran mancha roja en ella, me alarme y salí corriendo del auto, para dirigirme dentro de la casa.
Alcance a Aleksander quien me miraba confundido, la mancha roja era sangre, muchas cosas se encontraban rotas, comenzamos a revisar y oímos unos quejidos proviniendo de la cocina, nos dirigimos a ella y la madre de Dariana se encontraba en el suelo amarrada y amordazada, Aleksander se acerco de inmediato a ella para quitarle la mordaza.
–Dariana esta arriba con él. –Al decir eso un escalofrío recorrió mi cuerpo, la señora sonaba asustada y estaba llorando.
Escuche un grito seguido de un gran golpe, sin pensarlo dos veces corrió escaleras arriba dejando a Aleksander que terminara de soltar a la mamá de Dariana, los golpes se escuchaban cada vez más fuertes, intente abrir la puerta de donde provenía el ruido pero esta tenia seguro.
–SI ENTRAS LA MATO –Un tipo grito, eso hizo que mi sangre hirviera en coraje.
Sin dudar patee la puerta para poder abrirla, esta se abrió soltando un gran ruido, busque con la mirada a Dariana y nunca había sentido tanta impotencia, se encontraba en el suelo, con sangre en su pierna, su rostro lleno de lágrimas, su labio lastimado lo que mas me asusto es que podía ver que estaba casi inconsciente con una gran mancha de sangré proveniente de un costado de su cuerpo manchando su blusa la cual estaba rosa dejando a la vista su ropa interior y a ese maldito apuntándola con una pistola.
–TE DIJE QUE SI ENTRABAS LA MATARIA Y TU ALEJATE –apunta con el arma atrás de mí.
–Aléjate de ella, y resolvamos las cosas –Trato de calmarme.
–Crees que voy a caer en tu juego niñito.
Cada segundo que pasaba me ponía más nervioso, Dariana cada vez cerraba mas los ojos, y no sabia que tan mal estaba esa herida, sin mencionar la de su pierna.
–¿Quieres dinero? Si eso es lo que quieres… –Iba avanzando lentamente para que no se enojara e hiciera una imprudencia. –Te daré dinero, pero suéltala. –digo muy serio, estaba enojado, asustado pero sobre todo con unas inmensas ganas de golpearlo hasta matarlo.
–QUEDATE QUIETO MALDITA SEA –grita dirigiéndose a Aleksander que se ahora se encuentra a mi lado.
No dude y aproveche que estaba distraído con él y me tire encima de él, tomando con mi mano izquierda su mano que sostenía la pistola para hacerlo bajar y no ocurriera un accidente, Aleksander llego a mi lado para someterlo y así quitarle la pistola, lo derribamos, por el color de sus ojos supe que estaba drogado por eso estaba cada vez más violento y no se quejaba de los golpes que le dábamos los dos, escuche un golpe seco atrás de mí, voltee a ver, era Dariana que había quedado inconsciente en el suelo Aleksander fue más rápido dirigiéndose a ella, yo me quede con el tipo golpeándolo, escuchaba como le hablaba para despertarla, vi como Aleksander la tomaba en sus brazos y salía con ella a toda prisa para bajar las escaleras.