Huele a Tentación

Capítulo 3

“Todo hombre tiene derecho a decidir su propio destino.”

-Bob Marley.

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-¡Ya déjame en paz! –Gritó Holly desde la recamara a su madre la cual estaba detrás de la puerta tratando de abrir.

-Sabes que intento hacer lo mejor para ti, lo que hago no es por mal. Necesito que avances, progreses y seas feliz. –Respondió preocupada.

-¡Maldición! ¿Podrías callarte y dejarme vivir como quiero? –Tomo una taza que estaba encima de la peinadora para lanzarla hacia la puerta, pero no se percató que junto a ella estaba un cuadro con la foto de su padre la cual cayó al suelo quebrándose en pedazos.

Al escuchar el sonido Holly tiro la taza en la cama ignorando las palabras de su madre, miró al suelo y ahora con lágrimas en los ojos agarro aquella foto, la beso suavemente y la coloco en su pecho cerrando los ojos, recordando aquellos hermosos momentos que vivió con la persona que más amo en el mundo y que deseaba tener cerca nuevamente, pensaba en cómo sería su vida si él estuviera a su lado.

Cuando despertó de aquella fantasía, se recostó en la cama para dormir junto a la foto de su padre…

 

A Holly el mantenerse dormida la alejaba de la realidad, la hacía sentirse mejor y más cerca de su padre. El estar así la relajaba, prefería vivir de esa manera que hacer cosas que solo terminaban recordándole a él.

****

-Tania ¿Mis padres no desayunaran hoy conmigo? –Pregunto Cloe al ver que la domestica arreglaba el comedor para servir a una sola persona.

-No señorita, los patrones salieron muy temprano para un viaje de negocios, no dijeron a donde irían solo me informaron eso. –Expreso ella con temor sin mirarle el rostro.

Cloe se notó bastante deprimida en ese momento, se sentó en la silla para luego recostarse en la mesa a llorar. La empleada al verla así se acercó algo preocupada para consolarla.

-Señorita no se sienta mal, los patro… -Cloe la aparto de sí.

-Tráeme comida ¡Lo quiero todo! –Al ver que ella no se movía y solo la miraba con miedo, Cloe grito. -¡Ve, apúrate! No se te paga para que estés allí de pie como una estúpida.

De inmediato la domestica fue a la cocina. No obstante, Cloe seco sus lágrimas para luego acercarse un poco atareada a la repisa donde sus padres tenían todos sus diplomas y reconocimientos, levantó uno que estaba en la parte interior y seguido a esto soltó un pequeño retazo de tela, el cual era del color de las paredes, donde se encontraba un hoyo para sacar de allí varias cajas de cigarrillos y un encendedor. Al instante acomodo todo y se sentó en la mesa con la manos un poco temblorosas. La doméstica y otras empleadas traían un montón de cosas en sus manos, cereales, panqueques, sándwiches, frutas, jugos…

-¡Ya lárguense! ¿O qué? ¿También tengo que verles el rostro mientras como? –Las empleadas se alejaban, pero Cloe las llamo nuevamente. -¡Ah! Y ni se les ocurra decirles a mis padres lo sucedido, porque si se llegan a enterar no tienen idea de lo soy capaz.

-Está bien señorita, nadie se enterará. –Respondió una de ellas con miedo.

 

Cloe tenía una forma muy extraña de expresar su frustración ante sus momentos de tristeza, lo cierto era que no estaba tratando muy bien a su cuerpo y tarde o temprano todo esto iba a repercutir en su vida.

****

Amy se mantenía inquieta al notar que Holly no había ido a clases, pasaban las horas y ni siquiera oía hablar de ella por alguno de sus compañeros, al sonar el timbre y terminar su primera clase decidió salir a ver si estaba por alguna parte durmiendo (aun no perdía la esperanza), notó también que Cloe tampoco apareció, se sentía incomoda por alguna razón hasta darse cuenta del porqué. Un chico la miraba lascivamente el cual estaba junto al novio de Cloe, noto que al mirarlo él solo sonrió de forma descarada sin perderla de vista, le dijo a su amigo algo al oído, se despidió y se fue.

Aquel chico quedo solo, luego saco un cigarrillo y se lo llevo a la boca, Amy decidió acercarse para preguntarle por Cloe, ya que de una u otra forma se sentía responsable de su vida.

-¡Hola! Disculpa…

-Éste la miro de reojo. -¿Qué quieres amor?... Si me necesitas solo pide una cita y luego te llamo. –Sonriò.

-Amy levantó una ceja, pero luego decidió ignorar. -¿Sabes algo de Cloe Mayer? ¿Por qué no vino?



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En el texto hay: angeles, demonios, pecado

Editado: 24.02.2018

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