Paso toda su niñez y parte de la adolescencia observando las constantes y ya rutinarias peleas, que cada día se volvían más intensas. Su padre, un hombre muy violento, a la mas mínima contradicción terminaba golpeando a todo lo que se movía frente a sus ojos, durante años golpeaba a su madre, incluso a el, su vicio el alcohol y las fiestas descontroladas, que terminaban con una nueva aventura cada noche. Su madre una mujer muy dependiente económicamente.
-Un día terminará matándote- eran las frases que escuchaba ser replicadas a su madre una y otra vez, incluso él se las decía en los últimos años.
Su padre un policía, machista en todos los sentidos, traía con el siempre su armamento, lo cuidaba más que a su familia y su trabajo era prioridad, nunca le había mostrado ningún afecto a su hijo, cuando el intentaba buscar interacción, siempre se reusaba, después de años de intentos se cansó, copiaba cada minúscula parte de su carácter indiferente.
18 de noviembre, cuando cruzaba los 17 años, sucedo que en su memoria no borraría jamás, él se encontraba en su habitación y como ya era costumbre, se escuchaban ruidos, era ya sin duda una pelea, le restaba importancia, pues como todas quizá en unos minutos terminaría, encendió la música para que ya no le afectará, en seguida escucho un disparo, que paralizo su corazón corrió con todas sus fuerzas pensando lo peor, casi sin aliento llegó a la habitación donde se encontraban sus padres, lo que vio no lo habría imaginado ni en sus peores pesadillas, su padre se encontraba en un charco de sangre y su madre con una pistola en mano apuntándose hacia ella
-No lo hagas- suplicó con todas sus fuerzas
-Y dejarás de vivir este infirmo, te pido disculpas con condenarte a esto, busca tu propia felicidad-TE AMO-fueron las palabras de su madre y jalando el gatillo con manos temblorosas, ojos llenos de lágrimas que reflejaban el más profundo e intenso dolor comprimido por años de sufrimiento. Dibujó en su rostro una sonrisa y terminó por dispararse.
Obviamente ese suceso ocasiono un gran trauma en la vida del joven, sus compañeros de clases se burlaban de el y todos lo señalaban. Sus tíos lo acogieron compadecidamente en su domicilio ubicado en otra ciudad, donde nadie conocía su historia. Fue ahí donde ingresó a la universidad.
El cambio que ha experimentado Leny a lo largo del último año hasido espectacular. Durante la adolescencia no era feo, pero tenía una apariencia flojeada, demasiado delgado, sin ninguna musculatura. Era como si a una tabla de planchar le hubieran puesto brazos y piernas. Sin embargo, cuando comenzó la universidad, agregó a su rutina la asistencia al gimnasio. Se le ensanchó la espalda y se le desarrollaron los bíceps. Desaparecieron los granitos y se le embelleció el rostro.
Ya no era aquel muchacho aniñado y frágil, sino un atractivo y apuesto joven. Se transformó en un joven muy atractivo y las chicas comenzaron a interesarse por él. Ninguna de sus relaciones amorosas ha funcionado. Todas han fracasado estrepitosamente. Y, además, el final siempre ha llegado por decisión suya, finalizaban antes de completar el mes o antes de alguna fecha. Odiaba expresar sus sentimientos, nunca se había declaro a nadie, jamás ha dedicado un regalo especial, no buscaba vincularse sentimentalmente, todo lo que buscaba era superficial, sexo, pasarla bien y relaciones pasajeras, absolutamente nada serio.
Era muy admirado por los machistas de sus compañeros, por su gran atracción por las chicas más guapas de la universidad. Entre todos el más popular, pero él siempre se mostraba frívolo e inverosímil.
Asistía a talleres de canto y baile, se dedicaba a cantar en la parada de trenes y buses, o en algunas ocasiones fuera de la universidad, más que por necesidad lo hacía por pasión, era lo que más amaba, además con ello crecía más su popularidad, y ego, no había quien no lo conocía.
A pesar de pasarla bien en cada fiesta a la que asistía y ser muy admirado, siempre se decía a sí mismo, que no tenía amigos, en la totalidad de la palabra, con nadie e expresaba tal y como era, jamás era transparente, nadie concia su interior, todo lo que el expresaba era solo apariencia. Muy muy liberal, rebelde, la opinión de su alrededor poco o nada de importaba, siempre buscaba su hacer todo lo que él deseaba.
Con la tragedia sucedida con sus padres, e incluso antes de ello, decidió no involucrarse sentimental ni emocionalmente con nadie, todas sus amistades se enmarcaban solo superficialmente, sentía que todo en su vida era básicamente temporal y que en cualquier momento llegaría a su final, ya no quería sentir más dolor, ni vacío en su interior, tras perdidas; no se atrevido hablar con nadie acerca de lo que sucedió con sus padres, solo lo había conversado con sus tíos, no quería que nadie sintiera lastima ni compasión por él. Hace algunas semanas conoció a una joven llamada Amy, quien le recordaba la timidez de su madre, su mirada reflejaba ternura sumergida en profunda tristeza. Quería ayudarla, pues había vivido la peor experiencia con su madre, sentía la timidez que la embargaba la había llevado a tal fatal suceso.
Intentaba navegar en su interior, tratando de no involucrarse sentimentalmente con ella, era muy difícil lograr que ella expresará sus sentimientos por completo, era como una barrera que ella sola se había construido. En cierta forma tenían mucha semejanza, ambos no expresaban sus sentimientos abiertamente y eran contraídos en el aspecto emocional, la diferencia era puntual, mientras que Leny era muy llevadero, social, frívolo, controlador y arrogante con todos, Amy se mostraba sumisa, complaciente, humilde y su mayor dificultad era socializarse con su entorno.
Editado: 07.09.2020