Cuando tenía 2 meses adquirí neumonía en una sala de cirugía, Los médicos no sabían que ocurría, ni porque estaba tan mal, ellos querían aplicarme una medicina para otra enfermedad, pero no estaban seguros, así que pudieron haberme matado, en ese momento un estudiante de medicina les advirtió que eran síntomas de neumonía, y que me matarían si me aplicaban tal medicina, aunque todos ellos eran ya doctores graduados y con muchos años de experiencia, algo sucedió dentro de ellos y decidieron hacerle caso a aquel estudiante y administrar el medicamento que él decía, solo quedaba esperar a que la medicina hiciera su labor. Horas después empecé a mejorar, todos estaban aliviados, Mis padres, los médicos, las enfermeras... Todos. mi madre como siempre quiso agradecer a la persona que me había salvado de nuevo la vida, así que junto a los médicos fueron a buscar a ese estudiante, pero nunca lo encontraron, todos pensaron que tal vez tenía prisa o le había surgido un imprevisto, pero a la universidad no volvió, sus compañeros decían que era una persona muy callada, no tenía amigos y siempre se sentaba en la parte de atrás de la clase. Desde ese entonces nadie lo volvió a ver... Aunque a todos se les hizo extraño, continuaron sus vidas normalmente, para mi madre y para mí él fue uno de los tantos ángeles que se cruzaron en mi camino. Y si me preguntas ¿si creo en los milagros? te diré que sí, porque no es coincidencia que cada uno de nosotros, con nuestros problemas y dificultades sigamos aquí luchando por salir adelante y tratando de explicar lo inexplicable en esta locura que llamamos vida.