Huir

LA ENTIDAD DE LA MINA

Recuerdo que hace mucho, yo era un joven de aproximadamente 21 años. La gente de mi pequeño pueblo me llamaba el mil oficios, ya que de cualquier cosa trabajaba, desde ser obrero o entrenador personal. Un día de tranquilidad personal y pichanga dominguera, mi amigo José Luis me ofreció un empleo muy interesante, pero de muy bien pagado, todo consistía en transportar personal administrativo a sus oficinas, pero me ocultaron un detalle, tenia que entrar a una mina, pero para mi suerte solo en la entrada. El lugar era extremadamente oscuro que apenas pedias apreciar una persona si esta tenia una linterna potente y estar a 30 metros de ti. El trabajo no se me hacía difícil, solo era un extremo pequeño, estuve trabajando así por unos 6 meses y fue cuando me dijeron una triste noticia, el conductor que transportaba material para los obreros que se encontraban dentro de la mina había caído a una fosa donde arrojaban desechos de la mina, los trabajadores dicen que cuando el auto cayo, nunca se escuchó el impacto , cosa lo cual los espanto mucho y decidieron salir lo más rápido posible del lugar. Recuerdo que mi jefe me dijo.

¡Tú!, por lo visto sabes manejar no? – Si licenciado, solo transportando personal administrativo – me da igual tu puesto, ahora mismo te asiendo a transportista de recursos – pero jefe, no estoy capacitado – solo entra y lleva oxigeno lo mas pronto posible que puedas – está bien.

Entre a la mina y a eso de 100 metros alejado de la entrada solo podía mirar las luces del auto apuntando al suelo y los carteles q decían salida vehicular, a eso de 400 metros mire una puerta enorme que decía “Comedor Administrativo” me impresiono el tamaño de aquel lugar pero al mismo tiempo escalofriante por lo desolado que se veía, seguí mi camino y me di cuenta que el auto se levantó un poco, Sali del auto y me di cuenta que una de las llantas estaba aun poco de entrar a una fosa, fue lo mas terrorífico que mire ya que no podía creer, era un enorme agujero oscuro que parecía que nunca acabaría, recuerdo que un hombre me dijo.

¡Cuidado!, si caes puedes quedar irreconocible y hasta talvez nunca encuentren tu cuerpo – si mi estimado, tendré cuidado – mejor sigue rápidamente tu camino, dicen que las almas de los trabajadores muertos vagan y asustan y no dejan que trabajes tranquilo – sí, ¿disculpe cuál es su nombre? – puedes decirme señor Pedro, aunque me dicen Pedro Diaz Gonzales – sí señor Pedro, seguiré mi camino y dejare de ver estas fosas que parecen la entrada al infierno en la tierra – jajaja, solo los condenados dirían eso, que sentido del humor – bueno estimado, ahora si adiós.

Le di una despedida de manos y sentí un escalofrió en todo mi cuerpo y me pareció extraño sentir su mano tan fría como el hielo, luego de ese extraño momento vi un cartel que ya estaba 2km bajo la mina, ya había llegado a mi destino, entonces llamé a los trabajadores y 4 tipos vinieron corriendo y dijeron.

¡¡DANOS EL OXIGENO AHORA!!

Procedí a darles los 4 galones de oxígenos y cuando vi que se estabilizaron les pregunté.

¿Escucharon lo que paso con el anterior transporte? – si, nosotros vimos como vaya en la fosa, nos entristece saber que nuestro amigo Pedro haya fallecido en el trabajo, seguramente ya le dirán a su familia.

Yo quede extremadamente frio, no sabia que decir y nerviosamente dije.

¿Pedro Diaz Gonzales? – si joven, disculpe, pero usted lo conocía?

Yo en ese momento sentía mi cuerpo flotar y solo decidí despedirme y salir lo antes posible del lugar. Al despedirme escuché un grito terrible de una cabra, los trabajadores dijeron que algunas veces entran cabras y caen en las fosas o entrar y se pierden, luego las buscaremos, decidí mejor salir, subí a mi camioneta y arranque, decidí poner música y ponerme un rosario que siempre llevaba de adorno en la camioneta. Al salir de la mina me dijeron que, si logre dar con el objetivo y dije que si, a lo que fui con mi jefe y le conté lo sucedido, recuerdo su risa y dijo, estas loco, maldigo a esa persona muerta, me da igual todo solo el trabajo es importante, de hecho, ni siquiera le tengo miedo al diablo, de hecho, si grito.

¡SALVE SATAN!

¡ASESINAME DE UN RAYO!

Mi jefe me miro y dijo, vez que no paso nada, sigue trabajando. A los días ocurrió un accidente en las torres de alta tensión, un muerto, mi jefe o ex jefe se electrocuto pero igual seguía siendo raro, el no estaba cambiando cables, solo supervisaba, pero según el que arreglaba dijo que escucho como una cabra grito y un rayo cayo en la torre, la corriente paso por mis manos pero mis guantes me ayudaron a salvarme, pero la electricidad también choco con la plataforma y electrocuto al jefe y cayo de aproximadamente unos 4 pisos de altura, mi amigo José Luis fue ascendido y se convirtió en mi jefe, fue algo increíble la verdad pero siempre viviendo con aquel recuerdo escalofriante que hable con un muerto.



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En el texto hay: terror

Editado: 16.11.2022

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