CAPÍTULO 113

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 113

Comienzo a limpiarme la cara con las manos.

—¿Qué problema?

—Bueno, lo que pasa es que...

-Dos minutos antes-

Sandro está caminando por las calles de la ciudad, y observa a dos hombres con armaduras, golpeando a un anciano en el suelo. Parecen humanos normales.

Sandro se enoja y se dirige a ellos.

—¡Déjenlo en paz!

Los dos hombres voltean a verlo y empiezan a reír.

—¡Creo que quieres morir!- Dice uno de ellos.

Se dirigen a Sandro corriendo.

Sandro toma su espada con su mano derecha.

—Magia...

De sus manos y pies comienzan a salir rayos.

—Esto será suficiente.

Los hombres intentan golpearlo, pero Sandro esquiva sus golpes fácilmente y con rápidos ataques con su espada, les destruye las armaduras y quedan en ropa interior

—¡Maldito!

La piel de los hombres se vuelve roja y les crecen dos cuernos a cada uno.

—Demonios...

Las personas a su alrededor observan a Sandro con curiosidad.

—¡Muere!- Dicen los dos.

Extienden sus manos derechas y esferas de fuego comienzan a salir de sus manos.

Sandro salta, logrando esquivar las esferas de fuego, lo que provoca que las esferas de fuego impacten sobre una casa.

—Son demonios...

Sandro aterriza y se dirige a ellos rápidamente.

—Mueran.- Dice Sandro con un tono bajo y serio.

Ataca a los demonios rápidamente con dos simples ataques con su espada.

Guarda su espada y los cuerpos de los demonios se parten a la mitad.

Sangre comienza a salir rápidamente de los cuerpos, salpicando la ropa de Sandro.

—Aquí también hay demonios...

Las personas se acercan a él emocionados y lo rodean.

—¡Derrotaste a dos sirvientes del rey demonio!

—¡Increíble!

—¿Rey demonio?- Dice Sandro confundido.

-Presente-

Sandro y yo estamos caminando juntos por las calles de la ciudad.

—Aquí hay un rey demonio.- Digo con un tono serio.

—Y por lo visto, es muy malvado, las personas lo odian demasiado. Tortura a los inocentes, viola a las mujeres y las obliga a casarse con él.

—Ya tengo un problema con demonios, no quiero tener más enemigos... Vámonos.

—¿Realmente no quieres derrotar al rey demonio de este mundo?

—No tengo tiempo, debemos regresar... Mi abuela y nuestros amigos están en peligro si yo no estoy cerca para protegerlos.

—En eso tienes razón... Vámonos.

—Vamos...

Me empieza a doler la cabeza un poco, estoy empezando a escuchar una voz en mi mente, es mi voz que me dice "Estarán bien, ayuda a las personas en este mundo".

—N-no... Debemos regresar.

"Él tortura a las personas, viola a las mujeres, se aprovecha de las personas... Nuestro trabajo es derrotar a los demonios, y él es un demonio".

—Maldita sea... Solo cinco horas estaré en este mundo, ¿está bien?

"Bien hecho".

—¿Qué pasa?- Dice Sandro confundido.

—Mi yo bueno quiere derrotarlo... Supongo que al menos debo intentarlo.

—¿Tú yo bueno? Todo en tí es bueno, Daniel.

—Estoy indeciso... Proteger a mis seres queridos, o proteger a las personas de este mundo... Por un lado, quiero proteger a mi abuela, pero también quiero proteger a las personas de este mundo... Vamos, Sandro, al menos debo intentarlo.

Neka se dirige rápidamente a nosotros.

—¡Daniel, por favor, necesito hablar contigo!

—Esa chica de nuevo. Daniel, ¿qué hacemos?- Dice Sandro.

—Ella no es mala... Escuchemos lo que quiere decir.