CAPÍTULO 160. Daniel y la mujer perfecta.- Parte 1

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 160

Una mujer muy hermosa está caminando por las calles de una enorme ciudad. Tiene el cabello largo y rojo, ojos rojos, usa un elegante vestido blanco, que resalta mucho su escote. Tiene un cuerpo perfecto y ardiente.

Todos los hombres voltean a verla sonrojados.

Dos enormes hombres con armaduras están detrás de ella.

—Sí, sigan viéndome. Admiren mi perfecta belleza.- Piensa con un tono presumido.

Ella es la típica chica que se cree perfecta… Odio a las personas así.

Yo estoy cerca, estoy caminando por la ciudad, estoy buscando un poco de comida. Tengo a Rei en mi espalda.

—En ninguna parte venden pasteles de limón… Supongo que no son populares.

La mujer me ve y se sonroja.

Una larga sonrisa aparece en su rostro.

—¡Por fin lo encontré! ¡Solo alguien tan guapo como él puede convertirse en mi esposo!

La mujer se acerca a mí, mientras que yo sigo caminando.

—¡Oye, eres Daniel, ¿no?!

Soy conocido en todo el mundo, así que no me sorprende que me reconozcan en la calle.

Me detengo y volteo a verla, tengo una expresión seria en mi rostro.

—Sí, lo soy.

Se para frente a mí.

—Qué raro… No suspira ni se sonroja al verme… Supongo que mi belleza le impactó demasiado.- Piensa demasiado confiada.

Me toma de la mano derecha y la acaricia con sus manos.

—Quiero que seas mi esposo.- Dice con una dulce expresión.

Debo admitir que se ve realmente hermosa y tierna.

—¿Eh? No, gracias.- Digo con un tono serio.

—¿Eh?

Se queda congelada con mi respuesta y me alejo de ella caminando. Ella no puede creer que la rechacé.

—¡E-espera! ¡¿Dijiste no?!

—No puedo casarme. Lamentablemente, ya estoy casado.

—¡Deja a tu esposa por mí!

—No te conozco, no me casaría con una desconocida.

—¡Pero soy hermosa, tengo un buen cuerpo y soy rica! ¡Soy perfecta para ser tu esposa!

Me detengo y volteo a verla. Que seas perfecta no quita el hecho de que apenas te conozco.

—No me importa. Déjame en paz.

Sigo mi camino y la mujer cierra los puños con furia.

—¡Serás mío!

Me alejo bastante de ella y suspiro... Realmente no me gustan las personas presumidas como ella.

—Ella me recuerda a una compañera de clases. Era muy hermosa, amable e inteligente… Pero fingía ser amable con los demás porque le gustaba la atención… O eso creo.

—¿Crees?- Dice Rei confundido.

—Ella me preguntó que si quería ser su novio, y como la rechacé, me golpeó y se volvió loca. Me tomó del cuello y me dijo: "¡¿Por qué me rechazas?! ¡Soy perfecta, nadie me dice que no!"

—Vaya… Supongo que estaba acostumbrada a que todos quieran salir con ella, y como la rechazaste, heriste su orgullo.

—Ella me lo dijo cuando todos ya se habían ido, así que nadie se enteró de lo que pasó… Pero bueno, ella aceptó mi respuesta y todo siguió como siempre… Con su reacción me dí cuenta de que era una persona muy presumida y arrogante, así que dejé de hablarle.

—Buena decisión.