Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 233

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 233

-Tiempo atrás-

Yo, de 15 años, estoy en una elegante fiesta, vestido de mesero.

El jefe de mi abuela organizó esta fiesta, y mi abuela me consiguió un trabajo temporal como mesero. Las vacaciones de invierno comenzaron, así que puedo trabajar.

Mi trabajo es fácil, solo debo servir la comida, bebidas y limpiar. Con el dinero que gane, compraré un delicioso pastel de limón, que compartiré con mi abuela.

El salón es realmente elegante. Hay una enorme mesa con comida, un elegante gato hecho de hielo (supongo que es decoración) y elegante música. El sonido del piano me relaja y me gusta.

Todo es elegante. Los invitados son elegantes… Vaya, vaya… Estoy un poco incómodo.

Los invitados están socializando entre ellos y algunas mujeres están bailando con sus parejas.

—Vaya, vaya… Nunca he estado en una fiesta tan elegante.

Mi abuela se acerca a mí.

—Dani, entrega la comida.

—Sí, abuela.

Entro a la cocina y recojo una charola de plata con 6 platos con carne y verduras. La carne se ve deliciosa y su olor me encanta… Quisiera comer un poco… Espero que nos den las sobras.

Salgo de la cocina y me dirijo a las mesas.

Solo debo entregar la comida, servir el vino y esperar nuevas órdenes.

Me pagarán mucho por este simple trabajo… Y bueno… Creo que mi apariencia me ayudó. Los meseros deben parecer elegantes también, y como soy algo lindo, soy perfecto para el trabajo… Supongo.

Si no fuera lindo, el jefe de mi abuela no me hubiera contratado.

Me paro a lado de una mesa, en donde están sentadas dos hermosas chicas.

—Buenas noches.- Digo sonriendo.

Las chicas se sonrojan y dejo dos platos en la mesa.

—Que lo disfruten.

Me alejo caminando y me dirijo a otra mesa.

Un joven invitado pasa a lado de mí y me empuja.

La comida casi se me cae, pero logré mantener el equilibrio.

—Ten más cuidado, chico, casi tiras la comida.

—Sí…

Me alejo de él rápidamente… No sé por qué lo hizo… Pero ya estoy acostumbrado a esto.

Tal vez quería humillarme por ser pobre… No lo sé.

Me paro frente a una mesa, en donde está sentada una elegante mujer. Tiene como 30 años. Usa un hermoso vestido negro con escote, sus pechos son algo enormes, a pesar de ser delgada. Su cabello negro es un poco largo, le llega a los hombros.

Sus pechos son enormes, pero no los miré, a pesar de tener escote.

Mi abuela me enseñó a respetar a las mujeres. Yo las miro a los ojos… Aunque algunas veces no puedo evitarlo, después de todo, soy hombre.

Por eso me gustan las chicas planas, pues no me siento tan incómodo hablando con chicas planas. Soy tímido… Aunque solo con las mujeres, no tengo problemas de timidez con hombres.

—Buenas noches.- Digo sonriendo.

Dejo un plato de comida en la mesa.

—Que lo disfrute.

—Espera. ¿Cómo te llamas?

—Me llamo Daniel, señorita.

—Tienes buenos modales... ¿No te molestó lo que hizo ese tipo?

—Supongo que fue un…

Me quedo callado unos segundos.

—Esa expresión… ¿Estás intentando mentir?

—Lo siento.

—Supongo que intentabas decir que fue un accidente, ¿no?

—Sí… Pero supongo que no fue un accidente.

—Sí, él te empujó... ¿No estás enojado?

—No… Mi abuela me enseñó a mantener la calma.

—¿No te gusta mentir?

—Nunca digo mentiras… Mi abuela me enseñó a ser una persona sincera.

—Vaya, vaya… Realmente eres un buen chico.

—Muchas gracias, señorita... Discúlpeme, debo trabajar.

—Muchas gracias por la comida, Daniel.

—Yo no la hice, pero de nada.- Digo sonriendo.

Me alejo de ella y la mujer sonríe.

—Desmolfer, este chico tiene potencial.

—¡Te lo dije, Akane número 2! Él será mi próximo esposo.- Dice Desmolfer dentro de su mente.

—Me llamo Akane Neifo.

—Como sea.

—Pero es demasiado puro… ¿Podrás conquistarlo?

—Claro que sí. Solo necesito tiempo.

—Es realmente atractivo… Buena suerte, Desmolfer.

—No necesito suerte. Él se enamorará de mí cuando me vea.

-Presente-

Desmolfer está acostada en su cama, abrazando un muñeco parecido a mí.

Su habitación es elegante y muy femenina.

—¡Daniel, tu padre aceptó! Daniel, la vida pasada de tu padre, no aceptó, pero su reencarnación sí aceptó. ¡Por fin!

Alguien toca la puerta.

—Desmolfer, soy Akane.

—¡Pasa!

Una rara chica entra a la habitación. Es difente a la mujer que conocí… Estaba usando magia para ocultar su identidad.

Akane es una chica con la piel roja y ojos completamente blancos, tiene el cabello azul y corto. Usa una armadura negra y tiene una espada en su espalda. (Personaje de "La dolorosa vida de Ángel".)

—Conseguí lo que necesitabas. Lo encontré en el infierno del mundo 28.

Aplaude y una segunda Akane entra a la habitación, cargando una enorme roca verde.

La deja en el suelo y se limpia el sudor de la frente.

—Es realmente pesada.

—Hermana, hazlo.

La segunda Akane coloca la palma de su mano derecha en la roca y cierra los ojos.

—Desintegración.

La roca comienza a brillar y se vuelve polvo rápidamente.

En el centro de la roca, había una hermosa rosa roja.

Desmolfer se acerca a la rosa.

—"El amor." Si le entrega esto a Daniel, él se enamorará perdidamente de usted.- Dice Akane 1.

—Pero según la leyenda, si él la toma, su personalidad podría cambiar.- Dice Akane 2.

—No me importa… Daniel será mío… Y solo mío.- Dice Desmolfer con una gran sonrisa.

Dios aparece frente a ella, llorando.

—Desmolfer... Daniel fracasó.

—¿Eh?




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