Prólogo

Antes de que las primeras páginas de esta historia se desplieguen ante tus ojos, te invito a tomar un momento, a respirar hondo y a observar el humo que asciende desde el incienso en la esquina de la habitación, o quizás desde una vela recién apagada. Mira cómo baila y se retuerce en el aire, cómo se eleva y se expande hasta que, finalmente, se desvanece en la nada. Este humo, efímero y en constante cambio, es el perfecto preludio a la historia de Humo, un reflejo de nuestras propias vidas, tan reales y fugaces como las volutas que se pierden en el aire.

En el corazón de una ciudad moderna, tres familias —los Mirandel, los Bajtiel y los Altivier— tejen sus historias en el vasto panorama de la existencia humana. Cada una, desde su particular estrato social, enfrenta sus propias luchas, sueños e ilusiones, buscando en el proceso algo firme a lo que aferrarse, algo que, tal vez, solo pueda ser encontrado en el acto mismo de buscar.

Humo es una invitación a reflexionar sobre la naturaleza transitoria de todo lo que consideramos importante en la vida: el amor, la felicidad, el éxito, las posesiones o la seguridad. Es una exploración de cómo nuestras vidas, tan distintas en su superficie, se encuentran unidas en su esencia más profunda por hilos invisibles de esperanza, deseo y búsqueda de significado. En estas páginas, encontrarás momentos de alegría pura y de profunda tristeza, de logros impresionantes y de pérdidas devastadoras, cada uno revelando un poco más sobre qué significa ser humano.

Pero más allá de las historias de nuestras tres familias, los Mirandel, los Bajtiel y los Altivier, este libro es también un espejo en el que quizás puedas ver reflejadas tus propias experiencias, tus propios anhelos y miedos. En el intento de estas familias por atrapar el humo, por encontrar algo duradero en medio de la efímera realidad de la vida, hay ecos de la lucha universal por dar sentido a nuestra existencia, por hacer que cada momento cuente a pesar de saber que, al final, todo se va.

Así, antes de avanzar, te invito nuevamente a mirar el humo, a contemplar su belleza pasajera y a recordar que, aunque todo en la vida es transitorio, hay una profunda belleza y valor en el acto mismo de vivir, de amar y de luchar. Humo es un recordatorio de que, en última instancia, es en nuestras conexiones humanas, en nuestros intentos por alcanzar lo inalcanzable, donde reside lo verdaderamente eterno.

Bienvenido a la historia de nuestras tres familias. Bienvenido a Humo.