Pizza.
Amaba la pizza.
Termine la rebanada y limpie los bordes de mi boca, faltaban tan solo 30 minutos para que fuera de cacería como la mayoría de las noches.
Mi clan era conformado por 4 hombres Hunter y dos mujeres.
-Isobelle- gire mi cabeza para encontrar a mi padre, bueno en realidad no era mi padre, era mi abuelo, el caso es que él fue mi figura paterna por 19 años, ya que mi padre (un hijo de puta) según él, se encontraba en alguna parte del mundo, mi madre murió cuando nací. Demasiado trágico para ser verdad. -No olvides esto- puso mi katana en la mesa.
Me puse de pie, tomando la katana y deslizándola en mi espalda, al igual que la glock en mi cadera. Según mi abuelo era mejor prevenir que lamentar, estaba de acuerdo, por esa razón yo parecía un arsenal andante.
Una katana en mi espalda, una glock en mi cadera, dos dagas chinas en cada lado de mis tobillos, una cadena de plata que dentro contenía acónito y una pulsera de perlas negras con acónito amarillo en polvo, reventar una perla envenena a un hombre lobo hasta el punto de matarlos, incluso algunas veces era una buena forma de largarse sin ninguna complicación, ya que el polvo de acónito se esparcía y hacía una enorme nube de polvo que no permitía ver, sin duda era muy útil.
-¿Todo listo?- pregunto el, asentí, mi abuelo era la persona más cariñosa en el mundo, pero en las noches de cacería era totalmente temible, yo aprendí todo de él. Su arma eran las ballestas con flechas de punta de plata, mientras que la mía era la katana y las dagas. -Mira quien se ha unido a la fiesta- sonrió él. Mire tras de mí solo para encontrar a Noah Di'angelo.
Sus ojos verde oscuro me examinaron de arriba abajo, su cabello negro y piel blanca lo hacían lucir bien, mientras que el paquete de músculos y buena altura le favorecía bastante. -Siempre y cuando la fiesta sea divertida- hablo con tal voz gruesa, dio un asentimiento educado a mi padre y sonrió al verme, planto un beso en mis labios, tome un puñado de su camisa y lo jale contra mí, el chico sí que sabía lo que hacía. Él se separó lentamente mientras pasaba un brazo por mis hombros.
Noah era como mi pareja, por así decirlo, el venia de una buena familia de cazadores, por lo cual mi padre me emparejo con él para casarme y tener cientos de sus bebes, realmente no es algo que me molestara, era guapo, buen cazador y mi familia se extingue, y tener una hilera completa de bebes que serían cazadores ayudaba.
-Cuidaras de ella, ¿verdad?- pregunto mi padre.
Noah asintió al instante, -Jamás permitiría que algo le pasara- no metía.
-Así me gusta muchacho- exclamo el, -Los demás se encuentran fuera- dicho eso, se marchó.
-Hay que apresurarnos- comento Noah, ambos caminamos a la salida de la mansión.
Fuera de la gran casa se encontraban todos ellos, Adam, Andrew, Asher, Aiden y Ash Hunter, todos eran hermanos y mis primos maternos, ese era mi clan, y digo ''mi clan'' porque yo estoy a cargo, siempre el mejor y más hábil de los 6 era el líder.
Mire a todos y cada uno, -¿Dónde vamos esta noche?- les pregunte, siempre me gustaba tomar en cuenta sus opiniones, porque éramos todos un equipo y quería mantenerlo así.
-Hay que ir al sur- sugirió Ash, quién después de mi era la encargada.
-Creo que es buena idea- opino Asher, ambos eran gemelos.
-Hay siempre se encuentra la mayoría- informo Noah.
-Pero la anterior vez cazamos ahí- protesto Andrew.. El siempre poniendo un pero. Era el más molesto.
-Son demasiado idiotas como para irse- le confronto Ash.
-Es tu decisión- me dijo Adam, de los 5 él era el más leal. Y me agradaba por eso, también era una buena persona y excelente cazador.
-El sur será- con esas únicas palabras empecé a caminar seguida por los otros.
Ate mi largo cabello rubio rojizo, -más tirando le ha rojo- en una coleta alta, dejando alguno que otro riso suelto. Toda la familia tenía cabello negro, excepto yo, -gracias a mi padre- pero si tenía los característicos ojos verdes de nuestra familia, lo cual me encantaba.
Caminamos un par de kilómetros hasta que los escuchamos.
Aullidos de lobo.
Sonreí mientras deslizaba la katana de su funda.
-Nunca aprenden.- susurre.