Gire dos veces la daga china en mis dedos, la lance con todas mis fuerzas a la bestia, esta se clavó en su pecho, vi como sus grandes ojos dorados brillante se llenaban de miedo al ver la daga incrustada en su pecho, sonreí para mis adentros.
Avance hasta ella y la tome del cabello rubio y largo, -Nunca aprenden- susurre en su oído. Arranque la daga de su pecho y la lance al suelo, esta callo de cara a los pies de Noah. Ella alzo la cara lentamente, sus ojos habían cambiado ya a sus verdaderos que mostraban ser de un café oscuro.
-Por favor nolo..- su suplica fue cortada por el cuchillo que rebano su cuello. Noah alzo la vista, encontrando la mía.
Rodé los ojos, -No es como si lo sintiera.-
Todos los cazadores teníamos una ley.
Las mujeres no mataban.
Nosotras cazábamos y les dejábamos el trabajo sucio a ellos. Según los ancianos era para mantener la pureza del alma de las mujeres.
Pura mierda, eso era lo que yo pensaba. Pero aunque no quisiera tenía que obedecerla, estúpidos ancianos.
Mire la daga en mis manos y la devolví a su lugar, -que era mi tobillo- y mire a los demás. -No hemos acabado aquí- señale al lugar de donde había venido la chica, -Ella vino de ahí, lo cual significa que hay más- empecé a caminar al lugar, siempre había un lobo idiota, siempre delataba a su manada sin darse cuenta.
Ingenuos.
Pocos aullidos se escucharon a lo lejos. Estábamos cerca.
Escuche un grito tras de mí, arranque la katana de su estuche al segundo. Uno de los asquerosos hombres lobo se encontraba por encima de Ash, sus ojos dorados la miraban con furia y sus garras amenazaban con cortar su cara.
Me lance a él.
Los demás se encargaban de las otras bestias que habían aparecido. Lance mi katana a su espalda desnuda, escuche su aullido de dolor antes de que volteara a mirarme, lance la katana a su cara haciendo un profundo corte. Este se despegó de Ash viniendo directamente a por mí. Corte su pie con mi arma, estuvo a punto de caerse pero puso sostenerse, lance el arma a su otro pie, callo de bruces al suelo, enterré la katana en su espalda lastimándolo bastante pero no lo suficiente para matarlo. Quite el arma de su espalda y fui a por los otros, justo tras de mí se encontraba una de ellos, fui ágil maniobrando la katana de una forma que cortara justo sobre sus ojos. Eso debe doler. Los gritos de muerte me lo confirmaron, cayó al suelo de rodillas con ambas manos en sus ojos sangrantes. Esta no daría problemas por un rato, gire sobre mis talones viendo como los hombres y Ash, todos luchaban con tal valentía que uno se sentía orgulloso de tan solo verlo. Me lance contra otro que intentaba acorralar a Adam, arranque las dos dagas de mis tobillos, ambas las deslice por su espalda, para terminar enterrándolas en sus hombros.
Dios, yo había nacido para hacer esto.
Escuche un gruñido cerca, capte a el lobo que se lanzaba a Ash tomándola desprevenida, muy mal.
Mi daga fue lanzada de mis dedos con tal fuerza que no me sorprendería haberlo matado, pero para mí desgracia siguió con vida ya que intento arrastrarse lejos.
-Tenemos que volver pronto- grito Andrew.
-¡Arruinas la fiesta!- le grite en respuesta.
-Nuestro tiempo de cacería se acaba- informo Asher mientras miraba su reloj, -Tenemos 30 minutos para regresar a la mansión.
¡PUFF!
Ah nosotros nos daban tan solo 3 horas para cazar porque éramos jóvenes aún, mientras que a los adultos no le ponían horario, genial ahora me siento como una niña a la cual le dan horario para ver los dibujos animados.
Suspire resignada, -¡Mátenlos a todos!- grite. Todos asintieron, todos excepto Ash. Ella camino hasta estar a mi lado.
-Si sabes que hoy vienen los Griffin, ¿cierto?-
Mierda, lo olvide.
Los Griffin eran un aquelarre de cazadores ingleses, ellos seguían insistiendo en que las mujeres más jóvenes de nuestro aquelarre se emparentaran con los hombres Griffin. En nuestro aquelarre solo se encontraban 7 mujeres solteras; Lana, Elizabeth, Jeanice, Karen, Alice, Yuli y Ash. Ellos eran tan insistentes.
-Son un dolor en el trasero- le dije, mientras miraba como cuchillos eran clavados en el cuerpo de los lobos medio muertos. -Según mi padre solo Lana y Karen quedan libres.-
-Mi madre me ha dicho lo mismo, está cansada de ser llamada por Mariand Griffin para que su hijo Kyler se empareje con migo-
-Te entiendo- la compadecí, antes de Noah cientos y cientos de madres de otros aquelarres solían llamar a mi abuelo, he incluso llegaban de ''visita'' a la mansión. En ese entonces me sentía como el mejor pedazo de carne. -Espera... ¿que tu no estabas con Nash Di'angelo?- Nash Di'angelo era el hermano de Noah, él también era el segundo líder de su clan después de mi según novio.