Hyacinth (melodía de Amor 2)

Capítulo 3

Hyacinth salió de la caravana de vestuario después de cambiarse de ropa al caer a la piscina por una zancadilla de TaeYang, se sentó al lado de su jefe y clavó su mirada llena de rabia en el cantante que jugaba al ping pong con su compañero Eun-Ji.

El director del reality se acercó al mánager y su asistente, se sentó enfrente de ellos, más cerca de la chica, y les explicó el juego que estaban pensando hacer esa tarde para alegrar y divertir a los televidentes. 

Los ojos celestes de la chica se abrieron de par en par al escuchar la sugerencia y una sonrisa diabólica se dibujó en sus labios rosados.

—Si tenéis alguna sugerencia, el guionista estará encantado de escucharla —les informó el director haciendo que la bombilla en la cabeza de la muchacha se encendiera con una gran idea. 

Había llegado la hora de vengarse del chico. Se levantó de la silla, se acercó al guionista que tecleaba en su ordenador a gran velocidad y se sentó a su lado con una sonrisa amable.

El hombre se quitó los auriculares de los oídos y le prestó atención a la chica.

—¿Podría pedirte un pequeño favor? —Le preguntó ella con los ojos brillantes por la emoción de la venganza. Él asintió—. ¿El grupo se va a disfrazar? ¿Te importaría hacer un poquito de trampa? Quiero vengarme de TaeYang por lo de la tarta y la piscina. 

—¿Qué quieres hacerle? —Quiso saber el guionista escuchando con mucha atención. 

—¿Podrías hacer que le tocara el disfraz más ridículo que tengáis? 

—Me gusta cómo piensas. Te ayudaré a cambio de que me traigas un refresco muy frío.

La muchacha le dedicó una gran sonrisa de oreja a oreja, le estrechó la mano en señal de camaradería y regresó al lado de él cuando cogió una botella de refresco de un frigorífico cercano.

El guionista cambió la distribución de los disfraces y se lo mandó al director para que lo rectificara.

***

El juego se iba a grabar en menos de un minuto. Hyacinth estaba sentada al lado del mánager con una sonrisa vengativa en sus labios y esperó con impaciencia a que el chico se diera cuenta del disfraz que le iba a tocar. 

Summer se sentó al lado de sus hermanas, en la carpa del representante del grupo, y puso atención a la grabación. 

Los integrantes del grupo escucharon las normas del juego y el director les comentó el castigo que tendría el perdedor.

—Jugaréis individualmente para hacer una yincana. El que haga más tiempo en el recorrido perderá y se someterá al castigo designado. ¿Empezamos? —les inquirió con una sonrisa traviesa. 

Los jóvenes asintieron y echaron a suerte el orden en el que harían el recorrido. 

El primero sería Dae-Hyun, el líder del grupo. Le seguirían Seok, Min Ki, Eun-Ji, Kwan, Seung y, por último, TaeYang. 

Los seis primeros no hicieron malas marcas y Hyacinth comenzaba a preocuparse de que el castigo no llegara a quien debía, por lo que se levantó de la silla y se acercó al director. Le dedicó una sonrisa amable y señaló algo que salía en el monitor en el que aparecían las imágenes que las cámaras grababan. 

La chica se rio cuando Jeong le enseñó unas grabaciones anteriores y TaeYang la miró desde la salida de la yincana. 

El chico estiró un poco los músculos para no lesionarse, con los dientes apretados al ver de reojo cómo la joven se reía con alegría al lado del director del reality. Puso las manos en dos puños, escuchó el silbato que le daba el inicio y corrió para hacer el recorrido lo más rápido que pudiera sin usar sus habilidades por completo.

No creía estar haciendo una mala marca cuando una risa femenina llegó a sus oídos y lo desconcentró haciendo que cayera en los neumáticos.

Se levantó con rabia y continuó el recorrido tocando la campana al llegar al final con la respiración entrecortada y con muchas ganas de matar a aquel tipo con sus propias manos. 

—Me temo que uno de vosotros se va a llevar un castigo y, ese es… —les comunicó el director observando las puntuaciones—. ¡TaeYang!

El aludido formó dos puños con sus manos y apretó los dientes para controlar la rabia y la furia que se estaba formando en su interior y que deseaba pagar con el cuerpo de Jeong.

Eun-Ji y Seung se dieron cuenta del autocontrol que estaba teniendo su compañero y le pasaron los brazos por encima de los hombros para detenerlo si hacía falta. 

—Mañana por la mañana te haremos entrega de lo que tendrás que llevar puesto durante veinticuatro horas, hasta entonces, buen trabajo —los animó el director con una sonrisa y regresó a la carpa donde estaba sentada Hyacinth. 

La joven se despidió de sus hermanas dejándoles un beso en las mejillas a las dos y puso rumbo hacia el aparcamiento delantero junto a Jeong que se había ofrecido a acompañarla.

—Muchas gracias por tu compañía y por haber compartido tus conocimientos conmigo —le agradeció ella dejando un metro de distancia entre ellos al ver que el chico se acercaba demasiado.

Abrió el coche con rapidez, se sentó delante del volante, arrancó el motor y se marchó despidiéndolo con un movimiento de la mano.

***

Mientras Faith y Summer entraban en la otra casa para descansar, los chicos se quedaron un rato más en el salón para hablar.

Eun-Ji clavó su mirada marrón en su compañero TaeYang y le preguntó:

—¿Qué te está pasando? ¿Desde cuándo eres tan lento? 

—No he tenido un buen día —fue la única respuesta que recibió el mayor del grupo. 

—No te ha gustado mucho que Hyacinth se riera con el director, ¿me equivoco? 

Una mirada asesina fue la contestación de su amigo que no estaba de humor para que le recordaran lo que aún no tenía. 

Los seis se estaban riendo de la certeza del enfado de su compañero cuando escucharon unos golpecitos en la puerta de cristal que daba paso al jardín trasero. 



#17853 en Novela romántica
#8766 en Fantasía

En el texto hay: fantasia, romance, amor

Editado: 20.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.