Acabé de cepillar mis dientes luego de que cenáramos. Entré a mi cuarto y tomé de mi mochila los apuntes tomados con la Profesora Monterrey. No podía evitar encontrarle similitud con el profesor de Historia, ambos adoraban tomar exámenes sorpresa y sin olvidar destacar que cargaban un humor de perros, me arriesgo a decir que las veinticuatro horas del día.
Me recosté en mi cama visando las hojas. Debía estudiarlas si no quería ser sorprendida nuevamente.
Estaré preparada la próxima vez.
—Cariño, Necesito que... — Janine entró a mi habitación y se detuvo al ver los libros en mi mesita de luz.
Maldición, olvidé guardarlos.
— Creo que no es necesario que pregunte.
Sobé mi cien — Yo..., ¡por favor no digas nada! — Junté mis palmas — ¡Te lo ruego!
Rascó su ceja —No lo haré, pero debes tenerlos escondidos, si no quieres que John se entere —Negó ceñuda — En fin, Brandon habló con John. Le comentó algo interesante y quería ver si era cierto.
Oh, no.
Le reveló la verdad.
¿Qué hago ahora?
¿Arrodillarme y suplicar por piedad?
Estaba a punto de hacer lo que mi cerebro propuso cuando Janine nuevamente volvió a hablar.
— Dijo que tú y el ya habían hablado y que estaba todo solucionado — Hizo una mueca — Que ambos se disculparon y que ahora están intentando reconstruir una estrecha relación de hermanos ¿Es cierto eso? — Las náuseas desaparecieron y el temblor en mi cuerpo se disipó, dando paso al alivio.
Con dificultad logré articular —Es cierto —Apreté mis puños —Imagina que hasta estrechamos manos en señal de un acuerdo.
Já.
El único contacto que mantuvimos fue cuando abofeteé su mano por tocarme.
Dios, esto no avanza.
— Me alegro por ustedes, no me hacía feliz ver a mis hijos en discordia — Comentó feliz — Recordando a lo que venía, Brandon le suplicó a tu padre que le permitiera invitar a sus amigos a pasar la noche aquí y luego de suplicar y suplicar, consiguió una respuesta afirmativa.
Genial, lo que faltaba.
Fingí sorpresa — ¡Oh! ¿Quiénes asistirán?
Posó su mano bajo su mentón intentando, al parecer, recordar —Creo que lo oí mencionar a David, Cooper, Jason y una chica llamada Leyla.
Un sutil gruñido escapó de mis labios al oír el íntimo nombre.
— ¿Todo bien? — Preguntó ceñuda.
Asentí — ¿Será hoy verdad?
— Sí, quería avisarte para que estuvieras informada — Sonrió y luego se acercó para besar mi cien — Te quiero.
Le correspondí la muestra de afecto y luego la observé marcharse cerrando la puerta detrás de sí.
Qué gran noche me espera, estoy ansiosa por recibirlos. Con mi puño golpeé la almohada disgustada.
No te sulfures.
Cuando ellos lleguen, me encerraré en mi recamara y listo, fin del problema.
— ¡Niños, bajen un minuto! — Chilló Janine desde el primer piso.
Suspiré y luego procedí a bajar. Por suerte no me encontré con nadie desagradable en el pasillo y eso me calmó. En la cocina estaba Janine volcando en un recipiente palomitas de maíz y John bebiendo agua junto a ella.
— ¿Que sucede? — Cuestionó Brandon detrás de mí, sobresaltándome.
Janine lo observó— Hice...
— ¡Palomitas! — La interrumpió Liza — ¡Yo quiero! — Corrió, subiendo a una silla y brincado hacia los brazos de John, quien aún no terminaba de dejar el vaso en la encimera. Liza enroscó con éxito las piernas en la cadera de su padre y este casi perdió el equilibrio al sostenerla. Janine rió junto a mí y Brandon solo rodó los ojos.
Amargado.
— Ten — Le entregó un recipiente al Solecito, quién chilló al cogerlo. Sonreí al ser testigo de cómo la ternura y el cariño crecían en los ojos de John. Inconscientemente llevé mis manos hacia la medalla que colgaba de mi cuello, pero al recordar a quien le pertenecía, inmediatamente la liberé.
— Estoy muy feliz por ti, hermana — De pronto comentó Brandon, posando su brazo derecho sobre mis hombros.
Reprimí un gruñido y lo observé de reojo —¿Feliz por qué?
— Admito que me equivoqué al no querer que te acercaras a David, pero lo haces muy feliz.
Entrecerré mis ojos — Sí, y él me hace muy feliz a mí.
Apretó por demás su brazo a mi alrededor — Se nota, en fin, me alegro que finalmente hayamos aclarado nuestras diferencias.
¿Qué estaba tramando?
—¿Lo ves? —Dijo Janine hacia John —Y tú que no les creías.
John nos analizó con los ojos entrecerrados y con el ceño fruncido. Brandon y yo sonreímos inocentes, al cabo de unos segundos suspiró.
— Tal vez me haya equivocado.
(...)
Lancé una palomita al aire e intenté atraparla con mi boca, pero fallé y reboté en la cama. Volví a lanzar otra y esta vez si la atrapé.
Qué delicia.
Me preparaba para lanzar otra, cuando un sonido, más bien un golpe se oyó en una de las habitaciones. Sin tiempo que perder, me asomé por la puerta y vi a toda la familia en el cuarto de Brandon. Con el ceño fruncido me acerqué y divisé a Brandon gimiendo en el suelo, apreté como pude mis labios para no reír.
Liza lanzó una graciosa carcajada — ¡Qué idiota!
— ¡Liza! — Chilló Janine y yo sin poder evitarlo comencé a reír — ¿¡Brandon que estás haciendo!?
— Nadando en el suelo mamá — Se quejó en un gruñido.
Janine rodó los ojos — Mira lo que hiciste — Señaló los vidrios de la ventana en el suelo. Los copos de nieve comenzaron a entrar por ella y el frío a sentirse — ¿Qué intentabas hacer?
— Solo quería ordenar mi cuarto, subí a la repisa para guardar ese estúpido libro y caí.
— ¡Dios! — Exclamó — ¿Te has cortado?
Negó —Solo impacté con la ventana, pero no me herí.
Asintió más tranquila —Tus amigos no podrán venir, no puedes hacerlos pasar la noche aquí.
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Editado: 02.06.2023