Mi cerebro maquinaba acerca de cómo solucionar el embrollo en el que estaba metida. No pude enfocarme en lo que el profesor explicaba, solo tenía un solo pensamiento en mi cabeza.
Solucionar todo.
¿Pero cómo?
Dejé caer mi cien en el banco, llamando la atención de Melanie, quien me observaba con el ceño ligeramente fruncido.
— ¿Todo bien?
La observé sin despegarme de la mesa — Sí.
Hizo una mueca en forma de duda y luego solo dirigió su mirada al profesor. Suspiré sin saber qué hacer y el agotamiento mental no era de mucha ayuda. La campana sonó anunciado el final de la clase y varios de los alumnos soltaron un suspiro de alivio. Con lentitud, guardé mis cosas en mi bolso y luego procedí a salir del curso seguida por Melanie.
— Pareciera que una estampida de búfalos te hubiese pasado por encima — Rió — Ey ¿Qué ocurre? — Tragué saliva y solo me limité a observarla — Sabes que puedes contarme lo que sea ¿Verdad?
—¿Lo que sea? — Asintió — ¿Aún si es malo?
Apretó sus labios — ¡Claro que sí! — Sonrió e hizo un ademán con su mano — Además, ¿Qué tan malo puede ser?
(...)
— ¡No puedo creerlo! — Chilló incrédula — ¿¡Brandon y tú!?, ¿¡Tú y Brandon!?
Ambas nos encontrábamos en el baño de mujeres, Melanie caminaba de un lado hacia otro frustrada, mientras que yo solo me limitaba a estar en silencio, dentro de uno de los cubículos.
— Por eso te negabas a salir con David — Afirmó — ¡Por los dioses! Y yo en mi cabeza los había hasta casado ¡Oh, dios santo! — Quise reír ante la utilización de su vocabulario — Sé que de seguro ya conoces su cavidad bucal a la perfección — Sentí mis orejas calentarse — También sé que tú y él no han intimado aún.
Fruncí el ceño —¿Cómo estás tan segura?
Abrió sus ojos como platos —¡Por Sasha! ¿¡Ya entró!? —Dirigió sus ojos hasta mis piernas —¿Tan pronto? ¡Debes tomar la pastilla del día después! —Exclamó alarmada —Un momento, se protegieron ¿Verdad? ¿¡Qué tal si tenía sida!? ¡O peor aún! ¿¡Qué tal si...!
— ¡No me acosté con él! — La interrumpí y ella exhaló un suspiro de alivio — Solo nos hemos besado y ya — Aclaré — De todos modos, ese no es el verdadero problema.
— ¿Ese no es el verdadero problema? — Repitió patidifusa — Anel, besaste a tu hermano en casa de tus padres y dices que ese no es el problema —Negó —Admito que el chico está como quiere, violable, besable y sexy, pero esas no son escusas.
— Solo pasó, no fue planeado y sé que es el mayor problema en la faz de la tierra, pero ahora hay otro que está luchando por ganar el primer puesto.
Melanie Suspiró — Bien, si ese no es el verdadero embrolle, entonces ¿Cuál es?
— Leyla.
— ¿Leyla? ¿Qué vela sostiene ella en este entierro?
— La vela con la cual está extorsionándome.
Elevó sus cejas sorprendida —Vaya, tenía pinta de ser una perra, pero no creí que lo fuera —Admitió pensativa recostando su espalda en la pared —Dime ¿Qué es lo que la está haciendo ganar la guerra?
Tallé mi rostro —Un vídeo —Gruñí —Nos grabó a Brandon y a mí, besándonos detrás del colegio.
Lanzó una carcajada logrando que la observara confundida —¿Es en serio? —Asentí —Sin ofender, pero tú y Brandon no podían ser más idiotas —La miré indignada —¿Qué?, es cierto. ¿Quién con dos dedos de frente se besaría-con quien no debe- en un colegio donde asisten más de trecientos alumnos?
Yo.
Ugh.
— Admito que tienes razón — Asintió veloz — Como sea, si no me alejo de Brandon, Leyla subirá ese vídeo a las redes sociales.
Exhaló —Vaya, que dilema —Comentó mirando el suelo —¿Qué harás?
— ¡No lo sé! ¡Estoy aterrada y nerviosa!
Melanie se alejó de la pared y luego caminó hasta mi acuclillándose — Escucha, no dejes que ella gane — Colocó un mechón de su pelirrojo cabello en su oreja — No puede obligarte a mantener distancias con él ¡Porque ambos viven en la misma casa! — Carraspeó — Además, no puede estar las veinticuatros horas del día vigilándolos ¿Quieres saber qué es lo que yo haría?
Asentí curiosa.
— Me importaría una mierda las amenazas de Leyla e iría a devorar como una hiena hambrienta al sensualón de Brandon — Hice una mueca — Luego entre los dos buscaríamos una solución al problema, fin.
(...)
— Papá y mamá no vendrán a retirarnos hoy — Dijo Liza, estábamos en la entrada del colegio luego de haber terminado las clases — Brandon se fue hace como unos veinte minutos y yo tengo taller de artes. Tendrás que tomar el autobús o irte caminado, como quieras.
— Estoy sorprendida por tu preocupación solecito — Sus mejillas se tiñeron de rojo — Es broma — Reí — Ahora vete antes de que se haga tarde.
— Está bien — Besó mi mejilla y luego se marchó.
Después de asegurarme que entrara, emprendí mi camino hacia la parada de autobuses. Agradecí mentalmente al divisar como el autobús doblaba la esquina en mi dirección.
Al menos no moriré de hipotermia esperándolo.
Al transcurrir veinte minutos ya me hallaba al final de Bridge High y suspiré al estar frente a la puerta principal, tomé el pomo y me asomé lentamente. El cuerpo de Brandon hizo acto de presencia, salía de la cocina con un vaso de jugo en sus manos y solo en calcetines, caminaba hacia el sofá tranquilamente y si haberse percatado de mi presencia.
Al acabar de analizarlo, de repente las palabras de Melanie culminaron en mi cabeza.
"Me importaría una mierda las amenazas de Leyla e iría a devorar como una hiena hambrienta al sensualón de Brandon. Luego entre los dos buscaríamos una solución al problema, fin"
Y sin esperarlo la respuesta o mejor dicho mi decisión había llegado. Con valentía penetré en la sala y dejé caer mi bolso, provocando que el sonido de este chocando con el suelo, llamara la atención de Brandon. Este me observó serio pero confuso a su vez, apreté mis puños y ordené a mis piernas correr hasta él.
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Editado: 02.06.2023