—¡Eso no importa mamá!
Respondió Taylor irritado.
—Está bien cariño, pasemos a comer.
Todos pasamos a un gran comedor. Taylor camina junto a su padre, sin siquiera dirigirme la mirada, me siento como una niña a la que han regañado y debe ir a su habitación.
—No te preocupes así es el.
Dice Darla, que no va caminando a mi lado.
—Si.
—Por cierto, ¡felicidades cuñada!
—Gracias.
—Me encanta tu vestido. ¿dónde lo compraste?
—En realidad me lo compro Taylor. Yo le dije que no, pero....
—Sí, lo sé. llega a ser un poco controlador.
—Si... Oh por cierto ten.
Digo mientras le entrego el libro.
—Gracias.
Dice mientras me abraza una vez más.
—En realidad lo compro tu hermano.
—Pero seguro él no lo escogió.
—No, yo lo elegí me llamo la atención.
—Gracias, no lo he leído.
—Sí, esperaba eso.
Tuve una charla prolongada con Darla, hasta el comedor. Taylor sigue sin mirarme y se sienta a lado de su padre, después esta Dalia, Darla y yo.
Nos sirven ensalada, mentiría al decir que era una ensalada extravagante, pero nada fuera de lo normal, lechuga, zanahorias, manzana, nuez.... Y esas cosas, para después servirnos un plato de tallarines en salsa de jitomate, con pollo a la plancha y por ultimo una rebanada de pastel y un vaso de helado de limón.
—Taylor, me permites ¿un minuto?
—Claro.
Donovan y Taylor se retiran por una puerta que esta al fondo, cuando entre no la vi, mientras yo los observo, Darla y Dalia se miran, para después sonreírme.
—¿Como que estas comprometido con ella? ¿Qué hay de Samy? ella es perfecta para ti, Taylor.
—No papá. A mí me gusta Danna y te agradecería que la aceptaras.
—¡No!, Taylor, ella solo te busca por el dinero.
—¡No es así papá! te equivocas, ELLA ES DIFERENTE.
—¡ABRE LOS OJOS TAYLOR!...
—¡ABRE LOS TU! PARTE DE MI VIDA LA HAS CONTROLADO, Y CUANDO MAS TENECESITE DE TU AYUDA NO ME LADISTE, SOLO ME DISTE LA ESPALDA.
—Pues no tienes mi aprobación.
—Con ella o no me casare con Danna.
Dijo Taylor mientras, salía de allí, para volver con nosotras.
Me miro, por una vez en la noche me miro... y fue como comer un delicioso, refrescante y suave helado.
—Lo siento, Danna ¿nos vamos?
—He... yo... sí, ¡claro!
—Taylor no se vayan aun no la conocemos mucho, la traes un día y nos dices que te casas con ella, sin siquiera presentarla.... No te ofendas querida, pero necesito saber cómo será mi Nuera.
—No se preocupe, lo entiendo.
—Las invitaremos a casa, mamá.
—Muy bien esperare tu llamada, y si no llamas iremos allá.
—Perfecto.
Taylor Trae mi bolso del sofá y caminamos una vez más por ese pasillo donde están las estatuas.
GRACIAS POR LEER, COMENTA Y VOTA, ES ¡GRATIS!
“La confianza en una misma es el primer secreto del éxito.”