Capítulo 3.

26 de septiembre del 2015.

—Cumpleaños feliz, ¡Vale! ¡Vale! cumpleaños feliz —Cantan mientras yo me esfuerzo en sonreír—. En tu día Valeria. Que los cumplas feliz.

Mi madre y Esther aplauden con fuerza mientras yo soplo las velas de este enorme pastel que es innecesario ya que solo somos tres personas. Tengo ganas de llorar pero realmente no sé porque ya que sabía que esto pasaría. Sabía que nadie vendría en mi cumpleaños pero joder aun así duele.

Mi mamá insistió en que invitaras a mis compañeros y cuando lo hice todos dijeron que vendrían y eso me hizo feliz, no invite a dos personas que saben quiénes son porque si asistieran solo sería para molestarme. Tamara y Marco solo quieren humillarme y de seguro ellos tienen algo que ver con que nadie asistiera o tal vez solo nadie quiere asistir a los quince años de una gorda.

— ¿Seguro que pusiste bien la hora en las invitaciones? —Me pregunta mi madre pasándome un pedazo de pastel.

El pastel es innecesario así como toda la comida que cocinamos.

—Sí, te dije que no quería una fiesta mamá —Siento un nudo en la garganta—, sabía que nadie vendría.

— ¡Hey! Yo estoy aquí —Dice mi mejor amiga abrazándome como puede—, no te sientas mal Val, ven conmigo y bailemos una canción de Stars.

Ella me mira con una sonrisa sincera y me saca el pastel de las manos para colocarlo sobre la mesa, haciéndome sonreír nos hizo caminar hasta la pista improvisada que armamos en la sala y Esther se apresura en colocar el Cd "18" de John Stars y suena la primera canción de su álbum "Let's dance tonight" y yo grito de felicidad al oír la canción de mi amor que me hace delirar. Nos movemos de una forma que solo lo hago cuando está canción suena de una forma sensual que no sabía que podía hacer hasta escuchar está canción.

Tú me llamas pidiéndome ser tu romeo está noche.

Quieres que te saque de tu casa a escondidas.

Quieres disfrutar de la noche con mi compañía.

¿Y adivina?

Yo quiero bailar esta noche.

Bailar está noche contigo.

Un poco de música lenta, nuestros cuerpos sudados moviéndose al compás esta noche.

Mis manos en tu cintura o tal vez un poco más abajo.

Cariño, me estás volviendo loco.

Esa manera en las que mueves tus caderas debería estar prohibida porque cariño

Me tienes encendido.

Bailemos está noche como si no hubiera un mañana.

Sin preocupaciones, sin inhibiciones.

Bailemos está noche bebé.

Bailemos está noche bebé.

Sin preocupaciones, sin inhibiciones.

Ese vestido tuyo se está subiendo hacia arriba o tal vez soy yo el que lo está subiendo.

Mi camisa pierde unos botones, o tal vez tú lo estás provocando.

Está ropa está sobrando, el calor se siente, necesitamos un poco más.

Un poco más de ambos.

Bailemos está noche como si no hubiera un mañana.

Sin preocupaciones, sin inhibiciones.

Bailemos está noche bebé.

Bailemos está noche bebé.

Sin preocupaciones, sin inhibiciones.

Bailemos y luego veremos que haremos.

Cuando termina la canción ambas estamos jadeando.

— ¡Está canción destila sexo! —Grita mi amiga y me alegro que mi mamá no esté aquí para escuchar eso—. Stars se está volviendo todo sexy con este album.

Sonrío.

—Mi bebé se está convirtiendo en hombre.

—Un hombre atrevido.

—Aléjate de mí hombre atrevido.

Ella rueda los ojos pero me sonríe de manera tierna, seguimos bailando y luego colocamos otras canciones de otros artistas y hasta hacemos Karaoke. Tal vez nadie vino a mi fiesta pero de igual manera me divertí. Gracias a mi mejor amiga.

4 de octubre del 2015.

Salir no es lo mío pero hoy el tiempo está nublado y casi no hay gente por las calles lo que me alegra, ya es algo tarde y sé que debo volver a casa. Este sábado fue un día para salir y observar mi alrededor estoy algo triste ya que es la fecha en la cual mi padre ha decidido abandonarnos y no sé cómo sentirme al respecto.

Siento un inconfundible nudo en la garganta por esto ¿Mi padre no pensó en cómo me sentiría? ¿No le importaba romper el corazón de una niña?

Es que yo hubiese entendido que él quisiera irse, pero ¿Hacerlo sin avisar? Eso fue una patada en el estómago y realmente dolió y eso que ni siquiera se digna en llamarme. Ni una sola llamada desde que se fue ni siquiera en mi cumpleaños y duele.

Sé que el odio es una palabra muy fuerte pero realmente lo odio.

Ahora ya no me interesa saber nada de él.

Digo, ¿Por qué me interesaría? Tal vez solo quiero mentirme a mí misma y una parte de mí lo extraña, se muere por verlo y eso me jode.

Cambio de canción y me dejo llevar por la voz de mi amor.

Veo una librería y miro los libros, me gusta leer pero no tengo mucho tiempo para hacerlo ya que siendo sincera vivo las veinticuatro horas pendientes de John, lo sé, algo acosador de mi parte.

Tal vez deba comprarme uno y ver que tal, ya que la mayoría que he leído son fanfics y bueno me han gustado mucho, puede que demasiado.

Debo conseguir un empleo para obtener mi propio dinero. Ya que gaste mucho en un álbum de una persona especial. Hago una mueca al ver como un señor de edad va caminando con una chica que parece ser su hija ya que comparten por lo que veo la misma genética. Si mi padre no se hubiese ido. ¿Estaríamos nosotros de esa manera?

Esther sabe que hoy es un día en el cual prefiero estar sola por eso no comienza a enviarme mensajes al igual que mi madre. Mientras camino miro mí alrededor y me llama la atención un muchacho que está esperando un bus en la parada, lleva un gorro y una ropa bastante informal pero de marca, vaqueros casuales y por lo que puedo ver desde atrás ya que me da la espalda es su cazadora negra.