—¿Estamos en Norfolk? — dice Ian al ver que parecía su pueblo pero diferente.
Las casas eran extrañas y deformes, algunas parecían divididas en dos, con chimeneas en forma de caracol que tiraban humo azul. Habían flores de diferente tamaño, forma y color adornando las entradas junto a diamantes brillantes en forma de piedra. Más al frente y entre la gente se distinguían los gnomos, vestidos con overoles sucios, jerseys de diferentes colores y feas, tenían las narices torcidas y grandes, con un par de pelos en la cabeza y una gran barba que justo en la punta se trenzaba con una joya de oro, la mayoría llevaba en sus hombros unos extraños grillos verdes, con antenas amarillas y ojos saltones que si te acercabas mucho parecía que les susurraban algo.
Al frente de la calle de piedra se veía un centenar de tiendas, una llamada Ivvyss Dubis Cap— eran Ivys Cap repletos en la ventana. Ian se acercó a la ventana y vio los sombreros moviéndose en la repisa, cambiaban de colores, de estampados, y textura. Habían grandes y pequeños. — que bonitos— dijo Ian
Mientras caminaban Ian miraba todos los locales que alcanza a ver:
—¡Barnabas Blue el bar con peor fama en el pueblo!
—¡Sterling Bank, donde puedes proteger tus riquezas!. Afuera un hombre vendiendo tickets de lotería mágica diciendo: « Se viene, se viene el más esperado del año, el Murciélalot, están cuerdos? compren compren que se van...».
—¡Quítate de mi camino humano!— le grita un gnomo a Ian que se le atraviesa
—¡Oh! disculpe usted, no lo había visto— dice Ian
—¡Humanos, repulsión que vomitó la tierra!. — dice el gnomo mientras atraviesa un pasaje.
—¡Birdween! —¿viste? atravesó la puerta así nada mas— dice Ian sorprendido. — Bueno supongo que es normal para ti eso— dice rascándose la cabeza y riendo.
—Tienes un corazón de oro Ian, yo ya le hubiera lanzado un hechizo a ese gnomo tan maleducado- dice Birdween.
—¡Bueno, yo no soy así y no me sé ningún hechizo! —dice Ian riéndose
Habían unos magos con mirada perversa y ojos oscuros saliendo de la fábrica BlueCetri , tenían sombreros negros y puntiagudos.
—¿Quienes son ellos?— dice Ian
—Esa es la fábrica de Cetros , varitas y demás artilugios que se crean para los Magos y aprendices, hace un par de días alguien robó una modesta cantidad de cetros y están investigando si alguno de los gnomos es el responsable.
—¡Por cierto ya llegamos!— dice Birdween
—¿Es... aquí? La Escoba Flotante? — dice Ian, mientras las palabras desaparecen y aparecen otras— Es un restaurante? dice Ian mientras lee:
Sopa de Príncipe Sapo.
Dedo de Bruja servido en gorro de Gnomo.
Gusano en leche con Cerveza Espumosa.
Calabaza con grillos Saltarines.
Estrellas con relleno de nieve azul.
—¿Estrellas? como las consiguen,? No sabía que se podían comer— dice Ian
—Es un viejo hechizo que preparan los Osiris en el bosque cuando la estrella está lo más brillante, la hechizan y la usan para diferentes cosas, no solo comida, las piden mucho en Halloween.
—¿Que son Osiris? — dice Ian
—Mira, entremos ya— dice Birdween cambiando de tema, una vez adentro Ian se quedaba mirando a todos los que estaban allí:
Gnomos jugando cartas, gigantes sentados en mesas mucho más grandes que ellos, con un festín en sus mesas: platos rellenos de costillas de dinosaurios, sopas de sapo, cervezas por doquier y enormes estrellas servidas en el centro de las mesas.
—¡Camina rápido!— dice Birdween mientras se produce un incómodo silencio y todos los voltean a ver.
Algunos murmuran...—¿ya viste sus ojos? ... algunos dicen que es mujer... — y se ríen.
Mueven una cortina —¿ Qué es aquí Birdween?
Es un hotel de paso, aquí están tus papas, sube las gradas.
—¿Tú que vas a hacer? — dice Ian
—Necesito entregar el Obscuro al Gabinete de los 7 Mundos Mágicos— dice Birdween
—¡Gracias...por enseñarme todo!.— dice Ian
—¡Gracias a ti pequeño!. — sonríe mientras se da la vuelta y se va.
Ian sube las gradas y llega a un salón grande.
—¡MAMA, PAPA, ETHAN!— grita Ian emocionado
—¡Hijo! — dice Margaret
—¡Ian!— corre Ethan a abrazarlo
—¡Llegaste hijo!— ya estábamos empezando a preocuparnos— dice el señor Thorne..
El dragón se baja rápido de Ian y se va a calentar a la fogata.
—¿Atraparon el Obscuro?— dice preocupado el señor Thorne
—¡Sí! es horrible, me estremeció todo el cuerpo al verlo. No... no tiene rostro... bueno mas o menos... es que no quise verlo. — dice Ian asustado