CAPITULO VI UNA VERDAD

Tenía que hallar la forma en salir sin ser vista, pero ¿cómo? Vi por la ventana, no me había percatado que el árbol estaba tan cerca. Decido bajar por ahí, dejando abierta la ventana. Fue una acción peligrosa, pero no quería ver a ese señor, no me podía quitar de la cabeza lo que dijo. No cuenta ni como persona, eso no se hace…

Llegue a la esquina y alcance a divisar a Max. Cruce la calle hasta quedar frente a él

-Vamos, allí cerca hay una cafetería- dice mientras apunta hacia el frente

-Porque no solo me dices lo que quiero saber- Digo sin querer demorarme, pues me había escapado, técnicamente

-Necesitaras estar sentada- Esas palabras me asustan

-Están grave- digo asustada

-Pues... es impactante de oír- dice mientras rasca su cabeza

-Ok... ¿cómo conseguiste mi número?- digo medio asustada por la situación

-Tú me lo diste- dice algo nervioso

-¿Seguro?- digo cuestionándolo

-Bueno… Pues no exactamente, tengo mis contactos

-Eres muy sospechoso- Llegamos a la cafetería, entramos y tomamos asiento. Se me queda mirando y rompe el silencio de la situación…

-Bueno, ¿Qué quieres saber?- dice en lo que llega el mesero

-¿Qué desean ordenar?- dice el mesero muy amigablemente.

-Dos limonadas- dice Max antes de que pueda responder al amigable caballero

-Devolviéndonos a nosotros- Dice, mientras me guiña un ojo. Eso me pone nerviosa

-Cuando me castigaron el director me dijo algo… ¿Goma de mascar en el cabello de Sahra?

-Ahhhh, sí. Le llenaste el cabello con goma de mascar, porque por accidente te hecho encima yogurt. Fuiste un poco lejos, te ofreciste a cortarle el cabello para solucionar el problema… Asustaste a todo el mundo…

-¿Enserio?- digo sorprendida- Entonces soy una loca desquiciada…

-Pues no diría eso, pero… si- dijo dándome la razón- ¿Algo más…?

-Si, ¿Ranas en la piscina?- digo nerviosa

-Por supuesto, en la noche dicen que fuiste a la piscina y decapitaste a las ranas del laboratorio. No me consta, pero esparciste su sangre en la piscina y también sus cuerpos- Dijo mientras jugaba con el vaso de limonada

-¿Y la golpiza a una tal Melany?- dije temiendo la respuesta

-Si, la golpeaste en frente de todos, no se porque, creo que es una cuestión de chicas o algo así – Me miro fijamente, notando mi nerviosismo- Tranquila, no paso a mayores, le quedo un ojo morado

-Soy una terrible persona- Mis lagrimas empiezan a caer, no puedo evitarlo, soy lo peor del mundo

Se levanta de su asiento y se acerca a mi- Tranquila, puedes cambiar todo- Suelta una risita- Nunca te vi llorar

-No es gracioso- digo haciendo un puchero

-Claro que si- dice mirándome fijamente

-¿Por qué me ayudas?- digo secándome las lágrimas bruscamente

Max se pone de pie y vuelve a su asiento- En una época fuimos amigos, llegamos a la secundaria y cambiaste extremadamente…- dice con la mirada fija en mi

-Que bueno tener un amigo así…- me interrumpe

-Ya no somos amigos…- su tristeza es evidente

-Pero podríamos serlo… ¿Cierto?- digo intentando desviar esa mirada que destroza lentamente mi alma

-No, no lo creo…

¿Por qué?- digo asombrada

Puso sus manos en la mesa, se acerco lentamente, hasta que podía divisar claramente su pupila dilatada- No te resistirías

-¿Te pasa algo conmigo?- digo con un tono desafiante y nerviosa por tal cercanía

-Ni loco. Tú, me haces reír- Su nerviosismo era evidente

-Si me acerco un poco más, lo averiguaría- digo con mis ojos fijos en él

-Lo dudo…- dice pensativo, mi corazón se aceleró extremadamente… Pero debo mantener la calma… No quería cometer una estupidez…

-Igualmente no quiero arriesgarme- Aleje mi cara de la de la suya y tomo asiento de nuevo… Frente a mí, quise entretenerme, pero el me desconcentra…-Oye una pregunta

-Si, dime- dice aun algo nervioso

-¿Sabes algo de la relación con mi padre?

-No, realmente no… Espera… ¿Tienes padre?- dice asombrado mientras ríe

-Jajaja- Digo sarcásticamente- Muy gracioso- Miro la hora en mi reloj y eran las 5, a esa hora llego normalmente…Aparentemente me gusta vagar por la ciudad- Debo irme

-Ok…- Paga la cuenta y salimos

Tengo una muy buena idea, pero necesito ayuda… Debo darle una lección al supuesto padre

-Max… ¿Me harías otro favor?- Pregunto con una sonrisita

-Posiblemente… ¿Qué es?- dice con una expresión de molestia

-Me acompañas a casa, tengo que dar una pequeña lección…

-No me metas en tus juegos raros…- Dice aun con aparente molestia

-No, no, no es nada de eso…- y empiezo a contarle mi plan, confiando en que me ayudara

…

-¿Listo Max?- digo nerviosa

-No, pero vamos- dice intentando tranquilizarme- Sera gracioso

Toco la puerta con algo de fuerza, arrepintiéndome por mi decisión, pero ya no hay vuelta atrás. Alcanzo a distinguir la voz de mi madre, hablando con ese señor. Están en el interior, es perfecto…

-Hola cariño, no estabas en tu habitación…- dice extrañada

-Hola madre- digo intentando desviar la mayor cantidad de preguntas, no soy buena en esto

-Hola señora- dice Max intentando ayudarme

-No, hace poco salimos del instituto y Max decidió acompañarme…- Digo nerviosa.