Suena la alarma y no quiero levantarme tengo mucho sueño. “Vamos, levántate, no están difícil” ordena mi cerebro, pero mi cuerpo no responde. Tomo la iniciativa y me levanto, me arreglo un poco, al menos me quito la cara de dormida… Llego al instituto y Max me está esperando en la entrada
-Buenos días- Digo algo somnolienta
-Buenos días- dice con aparente emoción- Tengo la idea para la disculpa perfecta…
-Dime ¿que toca hacer?- digo algo nerviosa
-Te advierto, será complicado…- dice emocionado – Tal vez te castiguen el resto de tu vida, ¿Aceptas?
-Me estas asustando. Bueno, el que no arriesga no gana… Hagámoslo antes que me arrepienta- Digo intrigada
-Bueno, es muy sencillo…- dice con una cara de malicia- Durante el receso, te ayudare a entrar en la oficina del director
-¿Qué?- Digo asombrada- Estas loco
-Y después… hablaras en el altavoz- Dice ignorando mi afirmación- ¿Estás de acuerdo o te da miedo?
-Tienes serios problemas mentales- digo aliviando mi nerviosismo -Lo hare… Es lo suficientemente grande para que por lo menos me saluden…
Entramos y cada uno se fue a clase. Estaba muy nerviosa, no sabía aun qué decir. ¿Me expulsaran…?, no pensé mucho en eso hay que ser positivos… creo. El timbre sonó y mi corazón se aceleró, Max me esperaba en la puerta, pues no recibíamos clases juntos, excepto arte creo
-¿Lista?- dice con emoción
-No…- Digo totalmente asustada-pero vamos antes que me arrepienta
-Vamos, no es tal malo… -Dice mientras toca mi hombro
-¡Prácticamente me estas pidiendo que irrumpa como una delincuente!- Digo rápidamente, alzando un poco la voz
-Está bien si no lo quieres hacer no lo hagas
-¿Qué?- digo esperanzada, no tenia que hacerlo, eso me alivio un poco, pero…
-Si, no hay problema… Simplemente no me vuelvas a hablar
-Esto es un chantaje- dije algo molesta
-Tómalo como quieras, no me importa- dice desafiante
-Ok, lo hare. ¡vamos!
…
Llegamos a la oficina del director y no estaba. Max abrió la puerta, el plan era que entrara y él se quedaba afuera vigilando.
-Vamos, ya estamos acá- Me hizo una señal para que entrara
-Está bien -Entre y sentía que me podía desmayar, estaba temblando. Toma el micrófono y lo encendí, se oyó un fuerte silbido, con eso todos debieron prestar atención…
-Eh…- titubeé, respire profundo y proseguí- Soy Abril Smith, sé que no les agrado mucho… por todo lo que he hecho… ¡Quiero decirles!- dije un poco alto, pase saliva- Quiero pedirles disculpas… Se que soy una mala persona… Esto es para aquellas personas que lastime… Melany… Sahra… Marie… y todos aquellos que… También al director, por todo lo que hice y por lo que estoy haciendo… No me expulse- dije y reí con nerviosismo- Son sinceras disculpas, no espero que seamos amigos, pues esto no lo soluciona todo, pero quisiera una oportunidad para demostrarles que cambie…
En ese instante llego el director- señorita apague eso- dijo super enojado
-Lo siento… Yo solo…- dije aun mas nerviosa por su presencia- No tenia mala intención…
-Lo sé… Pero esta no es la forma de hacer tal cosa- dice aun enojado
-Lo siento mucho- digo arrepentida, después de todo fue una pésima idea
-Tendré que expulsarte- Esas palabras se clavaron en mi
-No, por favor… mi madre me mataría- No sé porque dije eso, pero lo dije
-Dado que tus intenciones fueron buenas… Te castigare… Pero no se me ocurre una forma apropiada- dice pensativo
En ese momento, entro el entrenador super enojado
-Necesito más personal…- dice casi gritando
-Si, lo sé. Pero…- dice intentando calmarlo. Me mira y añade -Espere un momento… ella le ayudara el cada entrenamiento, y es todo por ahora
-Desde hoy ayudaras al entrenador en lo que necesite, durante los entrenamientos- no parecía tan grave
-Ok… Me parece justo…- dije resignándome al castigo. Parte de mi se sentía feliz, después de todo no me expulsaron, fue una victoria casi perfecta…
-Se puede retirar- dice el director y se queda ultimando detalles con el entrenador
-Como te fue- Dice Max, a pocos metros de la oficina del director- Lamento que te hayan expulsado- dice con una falsa culpabilidad
-Lamento decirte que no te desharás de mi tan fácil- digo sarcásticamente- ¿Ese era tu plan?
-No, de ninguna manera- dice nervioso- ¿Cómo se te ocurre?
-Si, claro. ¿Cómo no?- digo mirándolo fijamente, con un tono de disgusto
-Espera, ¿Qué castigo te dieron?- dice de forma curiosa- ¿Te castigaron?
-Si, lamentablemente sí- digo mirando al piso- Algo que hacer con el entrenador, creo que ayudar con el equipo, o algo así
-¿Y por cuanto tiempo?- dice mirándome
-No sé, no dijeron nada- digo mientras me escondo entre hombros
-Entonces ayudaremos juntos… después de todo yo te convencí
-¿Enserio?- digo asombrada
-Al igual ya lo hago- dice mientras levanta los hombros de una forma muy tierna
-Ja ja ja- digo sarcásticamente- Muy chistoso. ¿Qué toca hacer?
-Es muy duro, te toca ayudar a los jugadores, recoger los implementos, organizarlos… Cosas así- dice con simplesa- es agotador, es solo para los mejores deportistas, y nunca has hecho deporte
-Ahhhhh, debe ser horrible- digo resignada a mi triste y agotador destino