Iuola se encontraba arrastrando por el brazo a Camelia por todo el jardín en dirección al invernadero. Era una mañana fría y ambas tenían puesto vestidos de cuello alto y mangas largas, acompañados de sus abrigos; tanto en Westhampton House como en Westhampton Terrace había dos invernaderos, puesto que Wolfram mandó a construir un segundo exclusivamente para Iuola y solo ella podía disponer de él. Ella había empezado desde cero con ambos y estaba orgullosa de su resultado, ya que albergaba más de cincuenta plantas medicinales y una gran variedad de libros-en su mayoría escritos por ella-de cada una de las investigaciones que había hecho desde la edad de doce años, los clasificaba por año para evaluar su propio avance.
Ambas ingresaron a este y Iuola le indicó que pasara.
—Por un momento pensé que me arrancarías el brazo—le dijo Camelia mientras se lo frotaba.
Iuola le brindó un asiento—Sólo a ti se te ocurre darme semejante noticia a estas horas de la mañana sin ni siquiera beber una taza de té. ¿Cómo es eso de que encontraste cartas de Adele Weasly en el cuarto de Wolf?
Camelia esperó a que Iuola tomara asiento en frente de ellay le mostró la carta. Ésta se la arrebató de las manos.
—Iuola creo que esta es la tercera vez que te digo que sólo hallé sobres
—Sobres vacíos—le dijo ésta mientras inspeccionaba la carta
—Sí y te sorprenderá saber que hay una caja con montones de ellos
Iuola la miró—¿Qué haría con las cartas? si hipotéticamente quiso deshacerse de ellas ¿Por qué no quemarlas con todo y sobre?
—Es un muy buen interrogante
—¿No hallaste más nada?
—No, sólo había un diario allí.
—¿Un diario? ¿De Wolf?
—No, decía “Nerissa W.”
Iuola la miró en silencio—¿De mí madre?
Camelia la miró un momento—Tú madre… la duquesa ¿cierto? ¿Así se llamaba?
Iuola asintió—¿Qué hace Wolf con el diario de nuestra madre?
—Supongo que lo conserva como recuerdo
—Muy bien, Camelia entra de nuevo y tráeme ese diario por favor
—¿Te has vuelto loca Iuola? Acaso no escuchaste cuando te dije que Robert me vio
Ésta hizo un gesto despreocupado con la mano—No te preocupes, le inventaré algo. Yo te cubriré y vas hoy en la tarde
Camelia suspiró—¿No me piensas dejar en paz?
Ésta le sonrió—Lo siento eres mi cómplice
—Qué horror
Iuola se puso de pie—Por lo pronto guardaré este sobre acá en el invernadero. Supongo que podemos descartar a Leithold, es obvio que Wolfram tuvo algo que ver
—¿En verdad lo crees?
—¿Por qué recibió cartas de ella en primer lugar? Lástima que no tenemos forma de saber si él las respondió alguna vez
—Iuola ¿Por qué no pruebas y hablas con él? Estoy segura que habrá una explicación en todo esto
Ésta cerró el cajón de su escritorio con llave—Pareciera que no conocieras a mi hermano, es tan fastidiosamente reservado. No me dirá nada, de eso estoy segura. Al menos nada útil y luego comenzará a hacer preguntas que no tengo ganas de responder
—En eso tienes mucha razón—le dijo Camelia mientras de colocaba de pie y veía todo lo que tenía Iuola en su escritorio—¿En qué estás trabajando ahora?
—En nada en especial, sólo estaba estudiando algunos libros que me envió mi amiga Caroline de los Estados Unidos
De repente sintieron unos pasos en la entrada del invernadero y ambas miraron en aquella dirección, Becky les sonrió a ambas mientras se acercaba lentamente.
—Definitivamente este lugar es bastante acogedor y no hace tanto frío—comentó Becky mientras se frotaba los brazos.
Iuola le sonrió—Entonces ya entiendes por qué no me gusta salir de aquí
—Sí, comienzo a entender—le dijo ésta—Iuola, ya llegó el barón de Weasly está afuera del invernadero, me dijiste que su visita era fugaz ¿no es así? Es que Wilfer está inquieto y quiero dormirlo
—No te preocupes Becky—la tranquilizó Camelia—Si quieres puedo ser la carabina
—¿No te molestaría cariño?
—En lo absoluto, más bien has pasar al barón o se morirá de frío allá afuera
—Tienes razón—ésta les regaló una sonrisa y se marchó.
Camelia miró a Iuola—¿Le contarás sobre las cartas?
—Claro que no, no hasta saber algo más concreto
—Entonces ¿Qué hace aquí?
Iuola no le pudo contestar porque sintieron los pasos de este. Sir Aaron iba vestido de gris, camisa blanca y corbata azul medianoche, el sombrero era del mismo color de la corbata y tenía botas de montar de color negro.
Este les hizo una reverencia a ambas—Tengas las dos un buen día
—Buenos días—respondieron ambas
Aaron miró a Camelia—¿Señora… Bright?
—Así es Sir Weasly ¿Mi hermano le habló de mí?
Este alzó las cejas—No mucho, su hermano es bastante reservado. La recuerdo de mi primera vez aquí en Westhampton House
Ésta asintió y Iuola se dirigió a su escritorio y de uno de los cajones sacó el diario de Adele Weasly. Ésta se acercó a Sir Aaron y se lo entregó. El barón miró a Camelia y luego a Iuola.
—Puede hablar con total tranquilidad, Camelia sabe todo. Es de mi entera confianza
Él suspiró—¿Está segura que solo hay eso?
—Es libre de buscar a alguien que conozca el idioma sino cree en mi palabra, sin embargo, es todo Sir Aaron. Creo que con esa carta que encontró y lo que yo le dije, le basta para abrir una investigación
De inmediato se hizo el silencio, Sir Aaron le regaló una sonrisa y se colocó el sombrero.
—Bien, no les quito más su tiempo señoras—les dijo. Este hizo una reverencia y dio media vuelta para marcharse.
—¡Sir Aaron! —exclamó Iuola y este se detuvo. Ésta se acercó a él—Si llego a saber algo, se lo diré
Este asintió—Gracias mi lady, se lo agradecería muchísimo. No es fácil investigar a unos duques
Iuola asintió y este se marchó de inmediato.
Camelia se colocó a su lado—Estás perdida Iuola
—¿Perdida en dónde?
—En su mirada
Iuola se echó a reír—¿Estás insinuando que me gusta el barón?
—No lo estoy insinuando, te lo estoy diciendo
Ésta rodó los ojos y se acercó a su escritorio—Deja de decir tonterías y ayúdame a ordenar todo esto