Idilio

Capítulo 20

Iuola se encontraba sentada en el invernadero y de repente gritó.

—Muy bien, ya me siento mejor—dijo ésta al tomar un recipiente y llenarlo de agua.

Los acontecimientos del día anterior le habían impedido conciliar el sueño y las ojeras que asomaban por debajo de sus ojos negros eran las consecuencias de este. Wolfram había desaparecido y no lo vieron sino hasta hoy en el desayuno; Leithold se había encerrado en su habitación y no había salido; Marsias había tomado la decisión de que todos se marcharían esa misma noche y así fue. Y Ethan...

Iuola miró el recipiente y suspiró. No tenía ni pizca de ganas de estudiar ni de investigar ni de absolutamente nada, pero era mejor estar encerrada en el invernadero que estar en la casa escuchando a sus hermanos discutir sobre su futuro.

Iuola colocó a un lado el recipiente, apoyó los codos en la mesa y entrelazó sus dedos.

La llegada de Ethan era lo peor que le pudo haber pasado en ese momento. Después del bochornoso espectáculo de su prometido, poner sobre entredicho a Wolfram y encima de eso ganarse el desprecio de la flor y la nata de la sociedad, al final para adornar el pastel aparece Ethan Shaw. Iuola se encargó de ignorarlo por completo y le enojaba que este se hubiese quedado en Westhampton House, pero su grandiosa hermana tuvo esa brillante idea y no pudo hacer nada. Este había salido muy temprano a montar a caballo con Robert así que no lo había visto en el desayuno.

En ese momento sintió unas pisadas en su espalda y ésta miró hacia atrás de inmediato.

—¡Iuola! —Exclamó Aitasis mientras le extendía el periódico en la mano—¡Saliste en el Times!

Aitasis se encontraba con Georgia la cual tenía una expresión de pocos amigos en su rostro.

De inmediato Iuola se puso de pie y le quitó el periódico—"Calamidad en el baile de compromiso Leithold-Westhampton" —leyó el título y la noticia por encima.

—¡Eres famosa! —le dijo Aitasis mientras sonreía

—Aquí dice claramente "La hermana del duque de Westhampton" —le dijo Iuola con desdén—El único famoso aquí es Wolf

Georgia se cruzó de brazos—¿No crees que es una señal del destino? Alegues se puede apreciar que Leithold no quiere casarse y te confieso que lo agregué a mi selectivo grupo de personas que me caen bien

—Me gusta su espíritu de lucha—añadió Aitasis—Si las circunstancias fueran sido otras, te diría que te casaras con él

—¿Escuchaste su voz? —le preguntó Georgia—Me hizo recordar al francés Albrig, lo escuché cantar una vez y tiene una voz preciosa

—Ese Albrig es el mismo al que le dicen... ¿El fantasma del piano? —quiso saber Iuola

—Sí, sólo ha hecho un concierto aquí en Londres y el siempre usa mascaras—explicó Georgia—Dicen las pocas personas que han logrado ver su rostro que tiene todo el rostro quemado

Aitasis sonrió—Viajaremos a Francia y lo escucharemos cantar

Iuola miró a su hermana—El hecho de que Ethan Shaw viniera de repente... ¿Es obra tuya Georgiana?

Ésta frunció el ceño—No tengo nada que ver en eso Iuola

—¿No lo habías olvidado ya? —quiso saber Aitasis

—Sólo estoy preguntando, porque a menos que Leithold cancele el compromiso por mi parte me pienso casar—sentenció Iuola

—Definitivamente es que la cabra siempre tira para el monte—dijo Aitasis—ese dicho se lo escuché a un mercader Español y te encaja perfectamente

—En todo caso quiero pedirles un favor a ambas, no quiero celestinas a mí alrededor. Entre el señor Shaw y yo ni siquiera hay una amistad

—¿Y qué pasó con la llama de ese amor? —quiso saber Aitasis

—La llama de ese amor no llega ni a la de una vela

Las tres miraron en dirección a la voz y allí se encontraba Ethan Shaw; vestido con su traje de montar gris, camisa blanca, botas marrones y su sombrero del mismo color del traje.

—No sé cómo están las cosas en América actualmente, pero en Inglaterra escuchar conversaciones ajenas es una falta grave a la educación—le amonestó Iuola

—Menos mal y no soy inglés—dijo este mientras le daba un besamanos a su hermana y a su cuñada y a ella le hizo una reverencia.

—¿Cómo sentiste a Artemis? —le preguntó Georgia

—Sabes que estoy medio enamorado de ella, es grandiosa y debes vendérmela—le dijo este

Georgia se echó a reír—Sí claro

—Ethan nos sorprendiste con tu llegada tan repentina—le dijo Aitasis—Hace como un año que no te veía

—Es que esta llegada es especial—le informó Ethan—Vengo con grandes noticias

—No me digas—le dijo Georgia—¿Mi amado esposo compró otra fábrica?

Ethan se echó a reír—Me tiene sin cuidado lo que haga tu esposo con su dinero

—¿Es cierto que compraste una fábrica pequeña? —quiso saber Aitasis



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En el texto hay: altair, idilio, rosmeryah

Editado: 27.06.2019

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