De ante mano te pido disculpas, es la cuarta vez que escribo esta carta puesto que mis lágrimas bañaban el papel así que, si ves la tinta corrida, ya sabes el por qué.
Antes que nada, quiero decirte que he avanzado mucho con los estudios aquí y que cada día aprendo más de mis pacientes, ha sido una experiencia muy gratificante para mí. Espero que estés estudiando mucho y que te estés divirtiendo en la temporada social.
Iuola fábrica de jabones de mis padres está cayendo en la más absoluta quiebra, mi familia ha estado desunida por tal cuestión y lo único que se respira en mi casa son problemas. No sé si sabes que ya Gabriel Derkins se encuentra en Cambridge realizando sus estudios de medicina, no tienes idea el dolor que me causó su partida. Pero ningún dolor se compara con el que me acaban de causar mis padres. Sólo por el hecho de que soy su única hija y no haber corrido con la suerte de ser varón, debo pagar por sus faltas con un matrimonio arreglado.
Iuola cuando vi al imbécil de Ethan Shaw entrar por la puerta de mi casa, me desmayé. Literalmente. ¡Sabes cuánto lo detesto! Iuola ese hombre no es bueno, ya que, si él sabe que yo soy tu mejor amiga independientemente de lo que sea, si en verdad te amó debió de negarse por completo. Pero no le importó, me dijo que podíamos dormir en habitaciones separadas pero que él me visitará frecuentemente solo para dejarme embarazada y que luego no lo hará más. Escuché claramente como mi padre le decía que después de que restaurara la fábrica y le diera un heredero no le importaba hacer de vista gorda si mantenía una querida. No tienes ni idea lo sucia que me siento, soy un objeto de esos dos canallas y mi madre no hace nada. Estoy viviendo un infierno amiga mía, solo ruego a Dios para que no te pase lo mismo; me dolería muchísimo que sufrieras de esta manera. Espero no me odies, porque siento que eres el único apoyo que me queda, ojala pueda verte pronto. Te quiero muchísimo.
Tuya, Caroline.
Iuola se encontraba acostada en su habitación sosteniendo la carta y releyéndola una y otra vez. Ya le había escrito una de respuesta y la había mandado a la oficina de correos; esperaba que la carta llegara primero que Ethan. Iuola no podía creer todo lo que le estaba pasando, se preguntaba ¿Qué había hecho mal? ¿Por qué la vida la estaba castigando de esa manera? Eso la llenó de furia e hizo que se levantara de su cama y saliera en camisola, muy entrada la noche sin importarle sin algún criado la veía. Iuola salió de la casa y se dirigió a la residencia de solteros en donde se encontraba Ethan y los demás invitados masculinos de Wolfram. A ella por supuesto se le tenía prohibido acercarse a esta pero no le importó. Le preguntó al criado en qué habitación se encontraba Ethan Shaw y este sin inmutarse le respondió, sin embargo, Iuola le ordenó que ninguna palabra de esto a nadie de la familia y este asintió.
Iuola caminó por el ancho pasillo y llegó a la habitación correspondiente. Se dio cuenta que de ésta provenía una luz y sin dudarlo abrió el pestillo de la puerta. Ethan Shaw se encontraba de pie arreglando su propio equipaje, solo tenía el pantalón negro puesto, iba descalzo y sin camisa. Iuola nunca había visto a un hombre sin camisa, ni siquiera a sus propios hermanos.
Ésta cerró la puerta tras sí y Ethan la miró mientras pasaba del asombro al desconcierto.
—¿Qué demonios haces aquí? —Le preguntó este mientras arrojaba una prenda a la maleta.
—Vigila el tono con que te diriges a mí Ethan, no estás hablando con uno de tus criados
—¿Qué tono quieres que use mujer? Es casi la madrugada
Iuola no le respondió y se limitó a mirarlo con desdén.
—¿Le enviarás a Caroline una carta de respuesta?
Ésta alzó la barbilla—Ya lo hice ¿Crees que la mandaría contigo? no puedo estar tan loca
Este colocó otra prenda en su equipaje—Jamás la abriría, no soy mezquino
—Sabes que yo eso no lo sé, porque te desconozco Ethan Shaw. Te veo y siento que jamás te conocí
Este la miró—Opino lo mismo, también me equivoqué contigo
Iuola frunció el ceño—¿Tú te equivocaste conmigo? ¡Menudo descaro!
Él dio un paso hacia ella—¿Crees que no te vi besándote con el hijo de Derkins?
Iuola no podía dar crédito a lo que escuchaban sus oídos—¿Me estás juzgando por eso? ¿Tú? Que no me respetaste a mí, ni a mi casa ni a mi familia
—¿De qué hablas?
—¡¿Crees que no te vi en los establos con Lady Francesca Olson?!
Este se quedó en silencio y dio un paso atrás. No se atrevió a articular palabra alguna.
—Yo estaba dispuesta a hablar con mi hermano ¿sabes? Dispuesta a todo por ti. Pero tú estabas con esa mujer... que por si no lo sabías fue prometida de Wolfram. Pero claro a ti te encantan las sobras ¿no es así? —este no le respondió y ella continuó—Te voy a pedir por favor que no le arruines la vida a Caroline, ella está enamorada de otro hombre y merece ser feliz; no merece una basura como tú. Si sigues adelante con esa idea descabellada, le pediré a Robert que interfiera. No me conoces, estoy dispuesta incluso a hablar con Wolfram, los títulos ingleses son muy bien recibidos en América.