Idilio

Capítulo 24

Altaír bostezó por tercera vez y su majestad le volvió a arrojar una mirada asesina.

En su boda había una cantidad de gente aparentemente importante que él tenía que saludar, al parecer, era el acontecimiento del año y personas importantes de todo el mundo se encontraban sentados con sus mejores galas. Este ya se encontraba en posición para recibir a su esposa. <<Que Dios me ayude>> pensó. Sólo rogaba parlotear y ser una verdadera molestia, ahora más que nada deseaba tranquilidad.

En ese momento alguien dijo: "Allí viene la novia" y ese hecho hizo que saliera de sus pensamientos. Algo que no podía negar y era que la mocosa era bella, pero la expresión de puño que asomaba su hermoso rostro la hacía ver maligna. Ésta iba tomada del brazo de Westhampton, el cual tenía una expresión similar. Las personas se pusieron de pie y la pareja llegó a él.

—Leithold—comenzó a decir Westhampton—Siempre ten presente de quien es hermana. Te llevas a alguien muy importante para mí, tenlo presente siempre

Este sonrió, pero no le dijo nada. Westhampton les dio la espalda y Altaír le dio un besamanos, este vio cómo se cayó un libro entre sus faldas, de inmediato se agachó y lo recogió. Ésta intentó quitárselo, pero él no se lo permitió.

—No puedes esconderlo debajo de tus faldas ma pétite—le recordó este—Deja que yo te lo guarde

Ésta respiraba con dificultad y luego suspiró—Está bien, gracias excelencia

—Puesto que vamos a casarnos será mejor que me llames Altaír o Al, como prefieras

—¿Te llamas Altaír? Que nombre tan extraño

—Mira quien habla, ¿Acaso Lola lo vez en cada esquina?

—Es Iuola

—¿Ves? Ni siquiera lo puedo recordar

Ésta le torció los ojos y de inmediato inició la ceremonia. Altaír escondió el diario dentro de su saco como pudo y trató de dormirse en el sermón; luego prosiguió la pregunta esperada por él.

—Si alguien en este recinto piensa que esta boda no deba realizarse, que hable ahora o que calle para siempre—Dictaminó su señoría.

Altaír miró hacia atrás con la esperanza de que alguien fuera humanitario con él, pero era mucho pedir.

—Muy bien—continuó este—Lord Altaír Bridgerton, duque de Leithold ¿Acepta usted A Lady Iuola Westhampton como su legítima esposa, para amarla y respetarla; en las buenas y en las malas; en la salud y en la enfermedad; hasta que la muerte los separe?

Este iba hacer un comentario sarcástico, pero recordó que su majestad estaba allí y se calló.

—Acepto—dijo este

—Lady Iuola Westhampton ¿Acepta usted a Lord Altaír Bridgerton Duque de Leithold, como su legítimo esposo, para amarlo y respetarlo; en las buenas y en las malas; en la salud y en la enfermedad; hasta que la muerte los separe?

Altaír la miró. Esta tenía la mirada perdida y no le respondió a su señoría. Eso hizo que este alzara las cejas <<Si ella dice que no, le haré la mejor canción del mundo>> pensó divertido.

Esta dio media vuelta y miró en dirección a donde se encontraba su familia, la mirada que ella les lanzó fue sangrienta y luego volvió a su posición normal.

—Sí acepto—dijo finalmente y Altaír suspiró con resignación.

Su majestad se colocó de pie y la duquesa también, con la hermosa tiara de zafiros. La reina Victoria tomó la tiara y se colocó a Iuola, luego Altaír prosiguió a colocarle un anillo.

—Bienvenidos duques de Leithold—Dijo su majestad y todos emitieron un coro de aplausos.

Iuola se acercó a él y lo miró—Necesito un favor tuyo

Este suspiró—¿Qué podrá ser ma pétite?

—Vayámonos directamente a Cambridge

Este frunció el ceño—¿Desde aquí? —ésta asintió—pero si tu familia nos tiene un banquete

—Yo sé que no te importo ni tu a mí, pero yo te vo0y a estar muy agradecida si nos vamos ya y no permitas que esa gente se me acerque

—A "esa gente" ¿Te refieres a tu familia? —ésta asintió—¿Qué sucedió?

Ésta negó con la cabeza—Por favor

Altaír vio como ellos se acercaban hacia a ellos y este suspiró.

—Me vas a quedar debiendo una y muy grande

Este la tomó por la cintura y la besó; aunque el beso no duró mucho se dio cuenta que ésta tenía los labios más suaves que haya tocado jamás.

En la nobleza británica estaba mal visto que se besaran en la ceremonia y Altaír quiso reír al ver las caras de su madre y de la reina.

—Como pueden ver—comenzó a decir este en voz alta—Mi esposa y yo estamos ansiosos por estar a solas. En Westhampton House tendrán un excelente banquete, pero no los vamos a poder acompañar. Estamos muy agradecidos de que nos acompañen en este día tan especial para Lola y para mí



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En el texto hay: altair, idilio, rosmeryah

Editado: 27.06.2019

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