Londres, Inglaterra 1866
Adele Weasly era una joven de veinte años, tenía el cabello rubio ondulado, sus ojos eran pedazos de cielo diurno; su tez de porcelana y su briosa personalidad la habían convertido en la belleza de la temporada desde su debut en sociedad. Ésta tenía un hermano mellizo que se encontraba en la universidad de Oxford, Adele y Aaron quedaron huérfanos a causa de que su padre murió en un duelo por caballos y su madre en el parto de éstos; sus tíos les brindaron toda la educación que pudieron necesitar y se instalaron con ellos en Weasly House. Su tío Simon y su tía Meredith-ésta última era la hermana de su madre- fueron muy buenos con ellos y les brindaban a ella y a su hermano cierta libertad en los eventos sociales.
Ésta se encontraba en el baile de los barones Fitzwalter, rodeada de dos amigas Lady Charlotte Hyden y Beatriz Brown; la primera llevaba un vestido largo y cuello alto; ella era rubia como Adele pero sus ojos eran verdes, tenía la tez blanca y era extremadamente delgada; la segunda era castaña y tenía un bañado de pecas en sus mejillas, que le daban un toque angelical que combinaba con sus ojos miel.
El salón se encontraba iluminado por todas partes y la orquesta ya había comenzado a tocar los primeros acordes, los invitados se disponían a ocupar el centro de la pista de baile.
La temporada social había iniciado y las jovencitas en edad casadera estaban al acecho de un marido. Los vizcondes de Sídney realizaron su baile de apertura como de costumbre, sin embargo esta vez sólo fueron invitados un selecto grupo de La Sociedad y lastimosamente este año Los Weasly no recibieron una invitación.
—Es increíble que mi padre no haya podido obtener una invitación en casa de los vizcondes de Sídney—se quejó Charlotte
—Sabes que no fue nada fácil—le dijo Beatriz—Nadie sabe por qué decidieron hacerlo así este año
—Odio esto. En ese baile están todos los hombres guapos y con títulos más elevados; incluso los militares. En cambio aquí solo hay vejestorios insípidos y aburridos; que ni pienses mis padres que les daré si quiera una oportunidad
Adele observaba a todos los invitados analizando cada uno de ellos y tratando de memorizar a todos los que le habían presentado. El otro año cumpliría veintiuno y no quería ser considerada una solterona. A diferencia de Charlotte, ella no podía esperar.
—Adele—comenzó a decir Charlotte—¿Es cierto que eres melliza?
Ésta asintió mientras sonreía—Mí hermano está en la universidad de Oxford
—¿Es guapo?
Adele alzó la ceja derecha—A mí no me lo parece
—Lo pregunto porque tú eres muy guapa y si son mellizos es porque lo es; y como es barón...—le dijo Charlotte sonriendo—sería un buen partido
Adele la miró pero no le dijo nada. En esos momentos le importaba muy poco el destino matrimonial de su hermano, puesto que él era hombre y no tenía prisa por casarse.
—Es normal—oyó que decía Beatriz—Yo a mi hermano mayor no lo veo guapo, pero las demás mujeres si
—A diferencia de ustedes, a mí no me importa si un hombre es guapo o no—informó Adele
Charlotte se echó a reír—No me digas que eres tan ingenua como para andar buscando amor
Adele la miró—Si cuento con esa suerte, bienvenida sea. Pero a mí me importa más la posición social, el linaje... como saben soy la hermana de un barón y es mi deber hacer un buen matrimonio. Para eso estoy destinada
—Adele—le dijo Charlotte—¿Me estás diciendo que no te importa que sea un vejestorio asqueroso?
—Te estoy diciendo que mi deber es contraer un buen matrimonio y haré todo lo posible para que así sea
Beatriz alzó las cejas pero no les dijo nada. De repente todos los invitados guardaron silencio y se escuchaban murmullos por toda la estancia.
—¿Qué sucede? —preguntó Beatriz en un susurro
—No lo sé—respondió Charlotte. A continuación ésta abrió los ojos como platos—No puede ser...
—¿Qué sucede? —repitió Beatriz
—¡Son los Westhampton! —exclamó alguien
Adele se abrió paso entre los invitados y vio cinco personas entrar. Eran tres hombres y dos mujeres.
—Dios mío no puedo creer que están aquí—susurró Beatriz
—Nunca los había visto—confesó Adele
—Adele no hablarás en serio ¿No sabes quienes son los Westhampton?
—Si sé quiénes son, solo que nunca los había visto. Frecuentamos círculos distintos—replicó ésta
—La mujer mayor es la duquesa viuda de Westhampton—le informó Charlotte
—¿La madre de ellos? —quiso saber Adele