Quisiera encontrar una forma de no pensar tanto mientras me encuentro en el trabajo, pues al mismo tiempo que la música inunda el lugar y todos nos encontramos practicando una nueva coreografía sobre el piso de madera laminada; yo me encuentro con la mente llena de gritos que me piden que descanse o que pare.
Es como si mi cuerpo y mi mente estuvieran desconectados, pero aun así funcionan bien. Lo sé, porque en lo que nuestros cuerpos se encuentran empapados de sudor y siento la presión de estar coordinado con mis compañeros, mi representante me mira con una sonrisa y me mira como si fuera su máximo orgullo.
"Me siento agotado"
Dice una voz en mi cabeza mientras que el número continúa hasta que minutos después la música es detenida.
—No puedo creer que nos hayan hecho bailar toda la jornada —Escucho a mis espaldas mientras tanto yo camino hacia la mesa donde se encuentran los artículos para nosotros.
—Conoces las reglas —Opino al agarrar una de las toallas disponibles y dejarla sobre mis hombros.
Sacar la nueva coreografía es algo muy necesario para la nueva canción, pero igualmente entiendo el cansancio de los muchachos. Este trabajo es algo extenuante y sólo las personas más fuertes pueden resistirlo junto a todos sus requerimientos.
Aceptar este "sueño" es algo de lo que hay que estar muy consciente una vez firmas el contrato. Después de todo, son años de practica y sumados los que se necesitan para ser reconocidos y para pagar los que van de por medio para pagar sus estudios necesarios y también los académicos.
Y lo puedo decir esto como testigo de primera mano ya que llevo doce años en esto y he crecido adaptándome a esto y sus abruptos golpes.
—Muy bien, podemos dejar el ensayo hasta aquí por hoy —Al estar absorto en mis pensamientos no noté el término de la práctica.
—Muchas gracias.
Siendo esta la señal de finalización de nuestra jornada, cada uno va por una botella de agua para refrescarse antes de volver a su hogar. Sin duda alguna, el tener que haber estado bailando dentro de esta sala con paredes de espejos es cansador, pero no es algo que nos fatigue por completo. Bueno, al menos no es mi caso, así que solo me despido de todos para después comenzar a vagar por las calles de la ciudad mientras me siento completamente atrapado en mi monotonía.
—Siempre es lo mismo —Me digo al escuchar el sonido de los autos que pasan a mi lado.
Aun cuando la gente se acerca para pedirme fotos y autógrafos, siento que estoy preso en una jaula que me impide libre movimiento. Lo que es sofocante y en muchas ocasiones me ha dejado noches en vela por esa sensación, tanto así que muchas veces he pensado en huir y dejar todo atrás. Sin embargo, el miedo de perder mi carrera me mantiene con los pies aterrizados.
—Esto es horrible.
Mientras continúo con mi andar sobre las veredas de Seúl sigo sintiendo que mi mente está saturada, por lo que opto por lo que es sano y voy a tomar aire a mi lugar especial...
"Seoripul Park"
Este parque me transmite paz y su naturaleza me ha ayudado múltiples veces a encontrarme a mí mismo cuando no puedo seguir con esto.
—Allí vamos.
Dando pasos más lentos de lo que se acostumbra en nuestra veloz cultura, intento despejar mi mente y me dejo guiar por el camino.
El sonido de los animales en los árboles acompañado por el de mis pisadas sobre el sendero es un gran cambio del ruido de la ciudad. No hay autos, máquinas, gente gritando o uno que otro paparazzi persiguiéndome, solo la vida creada por la naturaleza y sus especies cuidadas haciendo notar su presencia.
—Es tranquilo.
Esto es algo invaluable contando con el hecho de que los ensayos son capaces de agotar mentalmente a cualquiera y que poco a poco todo va tomando mucha más peso del normal. Cada paso más hacia el estrellato significa el sacrificio de ciertas cosas, cada cámara o fan también significa la despedida de la privacidad absoluta. Y en mi caso, he llegado a sentirme vacío luego de un tiempo.
—Se siente horrible.
Al estar un par de horas en el parque, no puedo hallar una respuesta de aquello que tanto deseo. Por lo que termino abandonando el lugar para retomar mi búsqueda de ese "algo" que le de una chispa a mi plana existencia. A pesar de que esto es algo que hago todos los días, nunca está demás intentar de nuevo recorrer toda la ciudad...
Pero como suele pasar, con el pasar de las horas no hay nada que encuentre que sea capaz de sacarme de mi gris mundo, lo que es frustrante al punto en que me desanima por completo.
—Siempre es lo mismo.
Intentando transformarme en un fantasma, aunque sea sólo por un día. Apago mi celular y me voy directamente a mi hogar, donde termino sacando mi vehículo con una idea descabellada y que a su vez me parece muy necesaria: Emprender viaje para estar alejado de Seúl.
Aun desconociendo mi destino, me arriesgo y pongo el motor en marcha para después emprender mi camino y tomar la vía más cercana que me deja fuera de esta ciudad.
Siendo lo único que veo por mi retrovisor son autos y la parte de la carretera que voy dejando atrás, pronto comienzo a recorrer nuevos caminos y el sol que tanto me acompañaba se esconde para dejarle a la luna los cielos por unas cuantas horas...
Mientras más avanzo, la radio cambia conforme me alejo de una emisora y me acerco a otra según la zona que voy pasando. Lo que si pienso más a fondo, demuestra lo mucho que he recorrido y es comparable en la forma en que ignoro cada letrero que veo en la autopista. Sin embargo, todo cambia cuando puedo ver un extenso muelle y el imponente mar al lado del camino.
—No fue suficiente —Murmuro para seguir conduciendo hasta que por fin aparco cerca de una playa —¡Dios! ¡Que frío!
Camino hasta el lugar más cercano para refugiarme del frío y siendo esto lo único abierto, termino en un club nocturno.