Capítulo 2

Llegamos al restaurante, mi padre estaba esperándonos en la puerta del local.
 

-Muchas felicidades Risa, estoy tan orgulloso de la mujer que te has convertido. Toma esto es para ti mi pequeña. - Dijo mi padre entregando me una caja pequeña. 
 

-Vamos Risa ábrelo.- Dijo Hailee. Parecía más emocionada que yo. 
Abrí la caja y  al ver lo que contenía di pequeños saltos de emoción. 
 

-Mira detrás tuyo.- Dijo mi madre señalando con su dedo detrás de mi.
 

Me gire y ahí estaba con un moño rojo arriba. Mi primer coche. Cuando entre a la universidad mi papá me prometió regalarme un coche el día de mi graduación, había olvidado por completo aquella promesa, pero él no lo hizo. 

 Es un Chrysler 300C mi favorito.
 

-Sabíamos que te iba a gustar.- Dijo Meghan. 
 

- ¡¿Esperen ustedes sabían que me iban a regalar un auto?!- Dije abriendo este para ver su interior. 
 

-Si, le ayudamos a tus padres a elegirlo, pero nos dijeron que era sorpresa y guardamos el secreto. Tu padre no pudo ir a la ceremonia porque lo estaba trayendo aquí. - Dijo Eren. 
 

-¡Gracias papá! - Lo abracé y él hizo lo mismo.- Bueno, deberíamos entrar, si no, darán por perdida la mesa.
 

-Si deberíamos, cuidado con las chicas.- Dijo el padre de Elizabeth. 
 

Entramos al restaurante y el Hostess nos mostró el camino hacia nuestra mesa. Habían juntado una mesa grande para todos. Éramos 15 personas contando al novio de Hailee y la novia de Elizabeth. Ordenamos y esperamos a que nos trajeran la comida. 
 

-Te ves preciosa, ya sé que te lo dije antes pero no puedo evitarlo. - Me susurro Eren al oído. 
 

-Gracias Eren, eres muy tierno. - Le contesté del mismo modo. 
 

Eren y yo nos hicimos amigos un mes después de que llegue a florida. Siempre es atento, tierno y leal con nosotras. Me siento afortunada por tenerlo como amigo, me ha acompañado toda mi vida en las buenas y en las malas. 

Eren Steinfeld (Ren), independiente, alocado y amable. Es un buen  
chico siempre me trata como su pequeña hermana. A las chicas las conocí porque sus padres nos trajeron una torta cuando recién nos mudamos y desde ese día somos amigas. Pero a Eren lo conocí en un día lluvioso, recuerdo que había tenido un día fatal. Había perdido a mi mejor amiga de hace años, mi perrita twinkie. Le había puesto ese nombre por qué me gustaban mucho los panquecitos llamados twinkie. Mis padres se reían cada vez que la llamaba así.
 

"- ¿Oye estás bien?, No deberías estar afuera hace demasiado frío y está lloviendo. - Dijo Eren caminando hacia donde estaba. 
No tenía ganas de hablar así que no conteste a lo que volvió a decir.

-Estas empapada, ven te llevaré a casa. Tranquila te cuidaré, confía en mí. - Dijo tapándome de la lluvia con un paraguas. 
Corrimos hasta mi casa y me dejó en la puerta. Cuando estaba bajando las escaleras de mi casa decidí hablar.
 

-Espera- Dije con un hilo de voz. 
 

- ¿Sí? - Contesto él. 
 

- ¿Quieres pasar?... Digo para que no te pase nada por la tormenta, si no quieres no pasa nada.- Le dije mientras él se acercaba a mí. 
 

-Claro, solo le escribiré a mi madre que estaré contigo- Dijo sacando su celular de su bolsillo. 
 

-Bien, pasa.- Dije abriendo la puerta y haciéndome a un lado para que pasará.
 

- ¿No habrá problema con tus padres de que pasé a tu casa? - Preguntó. 
 

-No, mis padres están trabajando, normalmente trabajan en turnos diferentes para prestarme la atención que necesito, pero esta vez no pudieron, pero está bien siempre están al tanto de mí.- Respondí a su pregunta. 
 

-Muy bien, pues dime qué pasó, te vi afuera en la lluvia y me acerqué para ver si podía ayudarte. Pero si no quieres hablar de ello, no pasa nada podemos hacer otra cosa para que te sientas mejor- Dijo quitándose la chaqueta.

-Una regla de mi casa es que debes estar sin zapatos en ella. - Dije señalando estos.

-Ah sí, claro. - Se quitó los zapatos y camino detrás de mi hasta la sala.

No sabía si contarle o no, pero necesitaba desahogarme con alguien que no sea yo misma. Suspiré y me acomodé en el sillón para verlo a la cara.

-Estaba llorando porque hoy falleció mi perrita twinkie. Salí a tomar aire y no me di cuenta cuando comenzó a llover, estaba tan perdida en mis pensamientos. Mi perrita estuvo conmigo desde los 6 años pero le diagnosticaron una enfermedad y murió... En la mañana baje para desayunar y ella seguía acostada, no me pareció raro por qué ella dormía mucho. Cuando era hora de sacarla a dar un paseo fue ahí cuando me di cuenta que no respiraba, la llevamos al veterinario, pero ya era muy tarde. - Contesté con los ojos cristalizados. 
 

-Lo siento mucho... Mira el lado positivo, ella ya no sufre y ahora está cuidando de ti desde otro lugar. Siempre estará en tu corazón.- Dijo acercándose a mi para abrazarme.
 

Lloré por unos minutos y después me limpié las lágrimas para ofrecerle ver una película y preparar palomitas. El resto de la noche la pasé bien, aún sentía el dolor de la perdida, pero Eren es una gran compañía, me hace sentir protegida y además es muy divertido. Desde aquel día comenzamos a pasar tiempo juntos y todos nos convertimos en un gran equipo.  
Nuestro lema es el de los tres mosqueteros. "Uno para todos y todos para uno". Cuando cumplí 10 años las chicas y Eren me regalaron un cachorro en memoria de twinkie, fue el mejor regalo que recibí aquel día."
 

Llegó la comida y todos nos dispusimos a comer.  
 

- ¿Esta rica tu comida Risa? – Pregunto Eren. 
 

-Si ¿por qué Ren? – Le conteste para después darle una mordida a mi sándwich.