If I Ain't Got You

Capítulo 8

Pasaron los días y nuestras vacaciones llegaron a su fin. Empacamos todas nuestras cosas para irnos al aeropuerto. Compre algunas cosas que me parecieron bonitas como algunas plantas y flores artificiales, una pulsera de perlas negras, aceite de cocos y monoi y algunas cosas para mis padres. Tuve suerte que todo entrara en la maleta. 

Unos minutos después, Eren regreso por mí y me ayudo a bajar la maleta hacia el taxi que ya nos esperaba. Subí al coche y Eren subió después de mí; el chofer condujo hasta el aeropuerto, bajamos las maletas y nos dirigimos hasta el Check-in.  
 

-Puedes dormir todo vuelo Risa, yo te cuidare. - Dijo Eren colocándome una manta. 
 

-Yo creo que sí, quiero ver a mis padres. – Me acomode en mi asiento. 
 

-Bien, recuéstate en mi hombro si quieres. - Eren palmeo su hombro. 
 

Me recosté en su hombro, al sentirme segura con él no me cuesta mucho quedarme dormida. Desperté con pocos minutos para aterrizar, me sentía sin sueño y así podía ver a mis padres. Son las 8 de la mañana, ya deberían estar despiertos y tal vez los encuentre desayunando.  
 

Introduje mi llave en la cerradura para abrir la puerta, me quité los zapatos y me puse mis pantuflas. Dejé a un lado la maleta y fui a buscar a mis padres. No los encontré. Solo había una nota en el refrigerador que decía: 
 

“Cariño iremos al supermercado, 
No tardaremos mucho, te deje un cereal en el microondas por si tienes hambre. 
Te amamos. 
Mama y Papa.” 
 

Saqué el cereal del microondas y me senté en el sillón para ver el televisor. Busque una película en Netflix para verla en lo que mis padres llegaban del supermercado. Paso una hora y de pronto escuche la puerta abrirse. 
 

-Cariño ¿Estas en casa?, ya llegamos. – Hablo mi madre. 
 

-Princesa, te compramos algo solo para ti. - Dijo mi padre y después se escuchó la puerta cerrándose. 
 

-¡Estoy aquí! - Grite desde la sala. 
 

Mis padres caminaron hacia donde me encontraba yo. Mi padre sostenía algo en sus manos detrás de él. Me dio curiosidad, las sorpresas no son mucho de mi agrado, me desesperan un poco. Pero me contuve. 
 

-Adivina que tengo en mis manos. - Mi padre sonrió victorioso. 
 

No sabía lo que escondía, ni podría adivinarlo sin pistas. 
 

-No sé lo que es, pero si me das una pista, podre adivinarlo. - Dije con una sonrisa. 
 

-Lo que tengo es algo que siempre estará contigo, no importa que. - Dijo.
 

Imagine muchas cosas, pero no sabía cuál sería la correcta. 
 

-Solo tienes una oportunidad nena. - Volví hablar


- ¿Un oso de felpa? - Pregunte deseando acertar.  


-Fallaste. ¿Quieres saber lo que en realidad es? - Pregunto mi madre. 


-Por supuesto que quiero. - Dije levantándome de un salto. 


-Primero toma asiento, tu madre tapara tus ojos y tu tendrás que adivinar con el tacto. - Dijo mi padre señalándome el sillón.  


Hice lo antes dicho y di un pequeño salto cuando algo lamio mi brazo, rápidamente supe que era. 


-Es un cachorro, es un cachorro. - Dije alzando un poco la voz. 


-Acertaste pequeña. - Dijo mi padre y mi madre me quito las manos de los ojos. 


Tome al cachorro en mis brazos, tenía un pelaje muy suave. Un husky siberiano, son inteligentes, amigables, extrovertidos y gentiles. Siempre me ha gustado esta raza de perros, twinkie era una poodle.  


-En realidad no fuimos al supermercado, fuimos a recogerlo a él. Lo adoptamos para ti, pensamos que era una buena idea que tuvieras compañía cuando te mudes a tu departamento. Es muy juguetón, pasaran buenos momentos juntos. - Dijo mi padre acariciando al cachorro. 


-Paso mucho tiempo desde que murió twinkie y desde que te regalaron a Max, que en paz descansen. - Dijo mi madre tomando al cachorro. 


-Tienes razón mama, desde que ellos murieron pasaron como 2 años sin que un cachorro anduviera por toda la casa. - Dije soltando un pequeño suspiro. 


Volví a tomar al cachorro en mis brazos y el nudo que se formó en mi garganta al recordar a mis mascotas se desvaneció. Supe enseguida que este cachorro devolvería esa alegría que provoca tener una mascota. 


- ¿Qué nombre le pondrás nena? - Pregunto mi padre dirigiéndose hacia la cocina. 


-No se padre, pensare en un nombre único. Iré a comprar lo necesario para él, llegare antes de la cena. - Dije mientras caminaba hacia la puerta para cambiarme las pantuflas por mis zapatos. 


-Pero cariño ¿No comerás nada antes de irte? - Pregunto mi madre. 


-Comprare algo en el centro comercial mama, chau. - Dije cerrando la puerta detrás de mí. 

 



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En el texto hay: tragedia, amor, comedia romntica

Editado: 14.10.2021

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