5:56 pm. Llegamos a casa y fui directo a mi cuarto. Mi madre dijo que solo me llevará mi ropa y las demás cosas que tengo, porque este siempre será mi cuarto y las veces que quiera quedarme en casa tendré donde quedarme. Reuní todas mis cosas en cajas y me senté un momento en la cama, en verdad extrañaría este lugar. Mi cuarto era un espacio donde podía estar sin interrupciones, en silencio, en paz. Tenía tantos recuerdos de este lugar, todas las noches que mis amigos pasaron aquí, las veces que Eren se quedaba a consolarme cuando me enamoraba y no era correspondida, incluso los recuerdos de mis mascotas. Me sentía un poco nostálgica, pero tengo que seguir avanzando, tengo que vivir por y para mí. Tardaré un poco en acostumbrarme a estar sola, pero esto es lo que siempre he querido. Acepto que mis padres me apoyen económicamente pero no quiero que paguen todo, ya me dieron un coche y lo demás tengo que hacerlo yo.
Me espabile y tome mis cosas para llevarlas al coche. Mi madre quería ir conmigo para ayudarme a organizar todo mañana, pero la detuve no podía permitir que mi madre duerma en el piso sobre unas pocas mantas. Me despedí de mis padres y subí al auto. Encendí el coche y la radio. Todo el camino fue bastante tranquilo. Para cuando llegué a casa sentí un sentimiento extraño, algo que no había experimentado antes. Ignoré aquel sentimiento y me puse a organizar todo lo que habíamos comprado en un solo lugar. Así cuando llegaran las demás cosas habría suficiente espacio para que pasarán. Soy una persona que odia el desorden y tiendo a ser muy estresante.
-Parece que ya está, ¿No crees Sparky? - Mire a mi alrededor con las manos en la cintura.
No hubo un ladrido como respuesta. Me gire para ver a Sparky, quien estaba tranquilamente dormido en su cama.
-Desde hoy viviremos solos tu y yo, sin que nadie nos moleste. - Acaricié su cabeza.
Fui a mi habitación y me recosté en mi cama improvisada, solo eran un par de mantas, pero eran cómodas. Estuve un par de minutos mirando el techo, esperando que llegará el momento de quedarme dormida.
Desperté por los ladridos de Sparky, rápidamente me levanté y fui a donde estaba él.
- ¿Qué pasa, porque ladras? - Pregunté como si fuera capaz de responderme.
Se escuchó una voz del otro lado de la puerta, por un momento pensé que ya habían llegado mis cosas. Mire por la mirilla de la puerta y se trataba de mi madre, quien estaba buscando algo desesperadamente en su bolso. Abrí la puerta.
- ¡Hija! Disculpa si te asusté, estaba por llamarte, pero parece que he olvidado mi celular en casa. - Llevo sus manos a su pecho.
-Tranquila mamá, pasa. - Me hice a un lado para que pasará.
-Gracias, he venido a ayudarte a organizar todo hija, ¿Cuándo dices que llegan las demás cosas? - Entró dejando su bolso en la barra de la cocina.
-Mañana, pero revisaré ahora la ruta para ver cuando llegaran. - Saque el móvil de mi bolsillo trasero.
-Vale, hazlo en lo que pongo todo en su lugar aquí en la cocina. - Reviso algunas bolsas para después tomar unas cuantas y llevarlas a la cocina.
Mire la ruta y según la empresa de envíos llegará hoy en aproximadamente una hora.
-Llegaran en una hora mamá. - Guarde mi celular y tome las demás bolsas para llevarlas a la cocina.
-Bueno, entonces debemos apresurarnos a guardar todo para cuando lleguen solo acomodemos eso, le llamaré a tu padre para que nos ayude. - Hablo mientras guardaba con cuidado los cuchillos.
-Y yo llamaré a Eren para que ayude a papá. - Separé las bolsas con el contenido de cada habitación.
-Bueno idea. - Dijo mi madre.
- Mamá, acomodé las bolsas para cada lugar, yo haré dos cuartos, dos baños y la sala. Tú harás la cocina, un cuarto y dos baños. - Gire mi cabeza hacia la cocina esperando su respuesta.
-Falta el cuarto de lavado, ese lo hacemos juntas. - Respondió sin mirarme.
Ambas pusimos manos a la obra, fue rápido arreglar los baños, la sala y los cuartos; ahora solo faltan los sillones, camas, lavadoras, etc. Al terminar tome mi celular para llamar a Eren.
-Hola Risa, ¿Cómo te va? - Pregunto Eren a través de la llamada.
-Muy bien Ren, quería pedirte un favor. - Contesté.
-Claro estrellita, tú puedes pedirme lo que quieras. - Respondió con ánimo.
Le expliqué el favor que necesitaba y sin peros se ofreció a ayudarme, llegaría aquí en menos de 30 minutos.
Mi padre llegó 10 minutos después de haber colgado con Eren.
-Hola mi hermosa hija, ¿Cómo se siente vivir sola? - Pregunto mi padre dándome un abrazo.
-Muy bien papá, me iré acostumbrando a esto. - Devolví el abrazo.
Tocaron el timbre, Eren ya llegó.
-Pasa, está abierto. - Hablé.
La puerta se abrió y apareció Eren.
-Las cosas ya están aquí. - Eren señaló detrás de él.
- ¿Enserio? - Camine hacia la puerta para verificar que decía la verdad.
Efectivamente las cosas habían llegado, unos hombres entraban y salían dejando más y más cosas en el departamento. Fueron muy amables y colocaron todo en el lugar donde les indicaba, pocos trabajadores hacen eso. Los demás solo lo dejan y se van.
- ¿Quién es la señorita Bay? - Pregunto uno de los hombres con una tabla sujeta documentos.
-Soy yo. - Levanté mi mano levemente.
-Muy bien, eso sería todo señorita. Podría firmar que ha recibido todo. - Dijo el hombre señalandome el lugar donde firmar.
Firme y el hombre se retiró. Ahora ya todo estaba en su lugar solo hay que quitar el plástico y el cartón dónde vienen envueltos y listo todo está terminado.