Capítulo 33

-De mi parte tampoco será así, te elegí por tu belleza interior y por como eres cuando estás conmigo. Amo cada centímetro de tu cuerpo, eres perfecta en cada aspecto. – Dejo un corto beso en mi mejilla.

Con cada palabra que emitía su boca, mi piel se erizaba totalmente de pies a cabeza. Él se paró frente a mí y poso sus manos en mi cintura, me levanto lentamente para después sentarme en la barra de la cocina. El unió nuestros labios en un beso lento y apasionado, sus labios son suaves y cálidos y hacen que me sienta viva. Sentí como la sensación de euforia invadía todo mi cuerpo, me separé de él lo suficiente para admirar la perfección de su rostro. La luz de la luna que entraba por el inmenso ventanal de la sala, impacto contra su piel pálida haciéndola brillar. Al verlo así, no lo pude evitar y volví a juntar nuestros labios en un segundo beso. El me envolvió con sus brazos y yo pase mis manos por su cabellera negra. Pegue mi cuerpo aún más contra el suyo y este soltó una pequeña risita.

-Te amo. – Comenzó a trazar círculos en mi cintura.

-Y yo a ti. – Apoye mi cabeza en su pecho. 

-Vamos princesa, debes dormir. Mañana será un gran día. – Me sostuvo de la cintura para ayudarme a bajar de la barra.

-Mi chica se ve tan linda con poca estatura. – Volvió hablar con una sonrisa ladina.

-Aunque seas alto yo soy la que manda en esta relación. 

-Claro mi pequeño tomate. – Soltó una risa.

- ¡Ya! – Me cruce de brazos haciendo un leve berrinche.

-Bueno, bueno, anda ve a dormir. – Se apoyo en el marco de la puerta de mi habitación. 

Asentí y entre en mi cuarto. Cerré la puerta y me recargué en esta, dejando salir un pequeño suspiro. Este hombre me vuelve eufórica, con solo un beso ya me tiene en sus brazos y a su merced. Me tiré en mi cama y me cubrí con las cobijas, a los pocos minutos mis ojos ya se estaban cerrando.

-Por dios, esta luz está matándome. – Bufé retorciéndome en mi lugar. 

Me tape la cara con las cobijas, pero la luz atravesaba estas. 

-No puedo dormir con tanta luz. – Dije disgustada.

Me levante para ver de dónde provenía tanta luz.

-Perfecto Risa, anoche no cerraste las cortinas. – Hable molesta para mí misma.

Me levante en dirección al baño, me lave los dientes y regrese para hacer mi cama. Cuando termine abrí el closet y saque unos jeans, un buzo negro y una camisa de vestir blanca. Coloqué las prendas en mi cama y me dispuse a quitarme la ropa. Justo cuando iba a quitarme el sujetador, la puerta se abrió y apareció Andrew.

- ¡Andrew! – Cubrí mi cuerpo desnudo con la blusa del pijama.

- ¡Oh! Perdón cariño, no fue mi intención verte. Debí tocar antes de entrar, lo siento princesa. – Se dio la vuelta dándome la espalda.

- Tranquilo cielo, está bien no te preocupes. Se que no fue tu intención, ¿Puedo ayudarte en algo? – Pregunte tranquila. 

-Bueno yo… Venía a preguntarte ¿Qué quieres de desayunar? – Pregunto aun de espaldas. 

-Me gustarían unos hot cakes cariño. 

-A sus órdenes princesa, me voy para que puedas arreglarte. Una vez más lo siento. – Salió de la habitación.

Caminé hacia el baño, encendí la regadera y metí mi cuerpo debajo del agua. Termine de ducharme y envolví mi cuerpo con la toalla, camine de regreso a mi cama y seque mi cuerpo mojado. Me vestí, me pinte una delgada raya en los ojos con delineador negro, peine mis cejas, me coloque labial y cepille mi cabello. Tome unos pendientes y salí de la habitación, camine a la cocina mientras me colgaba los pendientes en las orejas. 

-Sus Hot Cakes están listos mi prin… - Andrew se quedó inmóvil cuando me vio.

-Gracias cariño, eres fantástico. – Di un beso en su mejilla. 

-Estas… Estas… - Andrew no podía terminar la frase.

- ¿Estoy que cariño? – Pregunte parándome delante de él.

-Estas increíblemente hermosa. – Recorrió mi cuerpo con sus ojos.

-Gracias amor, tú te ves sexy con ese atuendo. – Sonreí con picardía. 

-Oh cielos. – Soltó una pequeña risa nerviosa y sus mejillas se tornaron rojizas.

-Desayunemos cariño, hoy iremos de compras y tendrás que modelar para mí. – Palmeé su hombro.