Un día antes de nuestro aniversario…
-Cariño ¿Qué pedimos para cenar? – Pregunto Andrew quien estaba recostado en mi pecho.
- ¿Pedimos sushi? – Pregunte.
-Sushi será. – Saco su celular del bolsillo de su pantalón.
Mientras Andrew pedía la comida, yo me concentre en la película.
-Listo cariño, llegara en 30 minutos. Pedí tus favoritos. – Volvió a recostarse en mi pecho.
Continuamos viendo la película en lo que la comida llegaba, al pasar el tiempo dicho, tocaron el timbre. Andrew se levantó, encendió las luces ya que nos encontrábamos a oscuras disfrutando de la película, agarré el control y oprimí el botón de pausa. El abrió la puerta y le pago al repartidor, camino de regreso al sofá y me entrego mi comida.
-Comamos. – Dijo poniendo play a la película.
Asentí y metí un pedazo a mi boca. Ambos terminamos de cenar y yo fui a tirar la basura en el basurero de la cocina.
11:56 pm.
-Vamos a lavarnos los dientes antes de dormir amor. – Hable desde el baño lo suficiente alto para que pudiese oírme.
-Ya voy nena. – Respondió y segundos después ya estaba a mi lado frente al lavamanos.
Mientras nos cepillábamos los dientes Andrew hacia caras graciosas logrando que soltara carcajadas. Cada minuto que pasaba junto a él eran maravillosos, me hacía reír, me recuerda cuanto me ama, me besa, me acaricia y creo que estoy lista para dar el siguiente paso.
Terminamos de cepillarnos los dientes y regresamos a mi habitación. Andrew miro su celular y una gran sonrisa se formó en su bello rostro.
- ¡Feliz Aniversario Preciosa! – Me abrazo fuerte, pero sin lastimarme.
Claramente reviso la hora en su teléfono. 12:00 am.
- ¡Feliz Aniversario Mi Amor! – Correspondí a su abrazo.
Andrew alzo mi mandíbula, nos miramos por unos segundos hasta que el junto nuestros labios. Sus labios son tan apetecibles, pasaría horas besándolo y aun así no sería suficiente.
-Deberíamos dormir juntos desde esta noche.
- ¿Estas segura nena? – Pregunto acariciando mi mejilla.
Besé su mano y volví hablar.
-Completamente segura. – Beso mi frente como respuesta.
Ambos nos metimos debajo de las cobijas, me apego a su cuerpo y me arropo. Este sentimiento de felicidad y este momento tan romántico no lo cambiaría por nada. Estoy plenamente segura de que amo a Andrew. Coloco su brazo debajo de mi cabeza y me rodeo la cintura con la otra.
-A dormir pequeña. – Dijo con voz ronca.
Su voz ronca es tan sensual que me derrito al escucharla. Este hombre me deja atónita con todo lo que hace. Si antes era perfecto para mis ojos, ahora lo, es más.
-Andrew… - Dije con voz pequeña.
-Dime. – Respondió sin abrir los ojos.
-Yo no duermo como tú lo haces. – Abrió sus ojos.
- ¿Cómo dices? – Me miro confundido.
-A lo que me refiero es que tu finges estar dormido para que te duermas, pero yo no. – Conteste formando una línea recta en mi boca.
-Aún estoy confundido.
-Yo no puedo hacer eso, yo tengo que esperar a que me gane el sueño. Es un poco raro, pero tengo ese habito desde que era niña. – Aclaré.
-Ya veo, pues me quedare despierto hasta que tú te duermas, ¿Te parece? – Me sonrió.
Asentí levemente y me acurruqué en su pecho, este comenzó acariciar mi cabeza para después besar mi frente.
- ¿Y si contamos ovejas? – Soltó una pequeña risa.
-Eso no ayudara, mejor cuéntame algo. – Alce la mirada para verlo.
-Bien… ¡Oh! Casi me olvido contarte que pronto vendrán mis padres para que los conozcas.
-Me alegro de escuchar eso, espero agradarles a tus padres.
-Tranquila, les agradaras. Son demasiado estrictos, pero no son malos. – Añadió recostándose en la almohada.
- ¿En que trabajan tus padres amor? – Mire el techo.
-Son dueños de los restaurantes más famosos de la ciudad donde vivo. – Hablo cerrando los ojos.
Vaya, espero que no sean de las típicas personas que se sienten superiores a los demás solo por tener mucho dinero.
Andrew me conto que sus padres lo mandaron a Florida para que se hiciera cargo de los nuevos restaurantes que construirían aquí, también me dijo que sus padres querían conocerme y conocer el lugar donde vive. Lo bueno es que se hablar portugués, sino, no entendería si están insultándome o algo por el estilo.