Capítulo 50

Miré el reloj... ¡Oh por dios! ¡9:30 a.m! Gracias a St. Elena que era sábado, pero era tarde (incluso para mi) me metí al baño cambiándome de ropa para bajar hacia el comedor; ahí estaban las chicas metidas en una conversación, localicé a Blake en compañía de Alexander...

''Asuntos de familia'' me dije para mí misma, no quería ser mal tercio en asuntos que no eran de mi incumbencia así que me acerqué a la barra tomando únicamente una malteada de frutas (o como varios le decían en la unión americana, un smoothie) y me senté con mis amigas uniéndome a su plática... Y aquello era de las famosas 'Girl Talk' donde se habló de parejitas, dios, a pesar de que cada una tenía su pasatiempo, le daban una gran importancia a cosas del amor y quedé sorprendida en lo que contó cada una:

De Elizabeth aprendí que su primera relación fue a los once años con un compañero de quinto grado, Kya dio su primer beso a los nueve años ¡a un primo lejano!, Rox contó cómo perdió su virginidad.. Ok, eso no puedo relatarlo con palabras pero ya se lo podrán imaginar, Paige relató que la primera cita con Jonathan fue en el sótano de la casa Collins por motivos que no quiso explicar, Kate confesó cómo fue que Bastian le robó el corazón pero jamás le quiso confesar sus sentimientos por temor a que la rechazara, Shelly nos relató su primer encuentro con mi hermano el cual me agradó saber que las cosas entre ellos iban viento en popa; me ahorré algún secreto pero les conté las cosas que sucedieron en las vacaciones de navidad y año nuevo... poder expresarte con tus amigas sin temor a ser criticada es señal de que puedes confiar plenamente.
Estuvimos cerca de dos horas hablando sobre varias cosas hasta que me despedí para dirigirme a mi entrenamiento de soccer prometiendo que las vería después de la comida. Me di rumbo a los vestidores femeninos para ponerme el uniforme y recogerme el cabello en una coleta, me reuní con las demás saludándolas al igual que al entrenador Blair y comenzamos con el calentamiento básico de músculos por quince minutos para luego entrenar con los balones, las nuevas integrantes mostraban mucha habilidad en especial cuando practicamos el tiro de distancia. Luego del entrenamiento tuve una plática con las nuevas chicas: Emma, April y Haley sobre sus posiciones y dando uno que otro consejo, me di una ducha para luego dirigirme a una de las salas comunes caminé por uno de los pasillos en busca de los demás y me detuve al ver a una persona que parecía buscar un sitio, me acerqué con amabilidad.

- ¿Buscas a alguien en especial? -cuestioné, al voltear la vista sonreí, había llegado- Chelsea, viniste.

- Hola Hannah- saludó- Salí en el primer autobús del día y pues, aquí me tienes.

- Pues me alegra que estés aquí -asentí y mi semblante cambió un poco- Me imagino lo difícil que es para ti regresar a este lugar luego de ese día...

- No se duda aquello -dijo bajando un poco la mirada, y volvió a mirarme- Lo importante es que estoy aquí.

La acompañé hacia la oficina de Adam, entretanto algunos chicos nos miraban, o mejor dicho.. a Chelsea; era evidente que su apariencia era distinta luego de cinco años, no pareció importarle y siguió hasta llegar frente a la puerta de la dirección yo fui quien tocó en espera de que abrieran: Al fin lo hicieron.

- Buenas tardes, señoritas -dijo Adam, se detuvo un momento al mirar a la chica- Yo la conozco a usted... Señorita Sullivan ¿cierto?

- Así es, señor Brooks. Soy yo.

- Adelante por favor -se hizo a un lado para concedernos el pase a su oficina sentándonos en las sillas frente al escritorio, Adam cerró la puerta y acto seguido sentarse- Ha pasado tanto tiempo...

- Si. Desde aquel día...

- ¿A qué se debe su visita?

- Yo la contacté, señor -dije- Unos días antes de regresar, hallé más reportes acerca del caso de Angelique y se me ocurrió la idea de entrevistar a Chelsea -Brooks me miraba atento- Vive cerca del centro del Liverpool, ahí me comentó casa cosa que vivió  Angelique las semanas previas al accidente... La traje con el fin de que pueda platicar con Lauren y le pueda ayudar a sobrellevar lo sucedido.

- Aquello no es mala idea -dijo el director- Creo que.. en ese entonces no teníamos ayuda para los problemas juveniles.

- Luego de que regresé a mi antiguo colegio, traté de parecer fuerte... -contó Chelsea- Pero a los pocos días, los reporteros de la cadena londinense comenzaron a presentarse en mi casa y no sabía cómo manejarlos... Por dos años, policías se presentaron para obtener mi versión de los hechos, aquello me ponía mal pues me recordaba cada minuto de la pesadilla vivida. Se dejaron de presentar al decidir dejar el caso, pues la autopsia arrojó la causa de su muerte: Sufrió un ataque al corazón.

- No tenía conocimiento que sufriera de problemas cardíacos -dijo Adam al escuchar eso, Chelsea negó.

- Es porque no tenía ningún problema de salud, únicamente las crisis y los ataques de ansiedad que le diagnosticaron aquí.