Limpia.
Ya no existen fronteras.
Sin ataduras, honesta.
Tratando de vivir en armonía bajo tu tormenta.
El licor de tus labios, tu sabor amargo.
La amargura que escondes detrás de tus ojos.
La felicidad falsa que muestran tus ojos.
Nada de lo que haces me afecta,
no me sostiene ni me alimenta.
Antes podía ser un impedimento,
No es que no te ame,
simplemente no acepto
que yo sea la causa de tu sufrimiento.
Tal ves nadie lo es,
solo los fantasmas de tu reflejo.