Inmune Cura Y Caos

I

El inicio de todo.


 

Antes de eso llevábamos vidas normales, antes de eso solo nos preocupaban nuestras notas y alcoholizarnos en las fiestas.


 

El 16 de Enero del año XX, recién comenzabamos nuestro quinto semestre, Allan arruinó los libros de mi hermana; los cuales sorprendentemente reemplazo con unos nuevos.

Justo esa semana asistimos a una fiesta, si una fiesta organizada por la presidencia de la universidad de Pemberton.

Recién comenzabamos a vivir, la mayoría tendrían dieciocho años o poco más.

Mientras nosotros nos las arreglabamos por destacar en nuestras clases... En el laboratorio estatal sucedieron cosas...


 

Un nuevo parásito apareció en la ciudad, encontrado tras una excavación a la tierra, extraído de una roca, o eso dicen. El famoso Mentorplex es el nuevo asesino de la humanidad.

Los científicos más importantes se encontraban en su labor, inspeccionando al nuevo agente.


 

El doctor Andrews Shenzhen, un aficionado se encontraba hasta tarde haciendo sus observaciones, hasta que después de días o probablemente meses de hibernacion, el agente encontró un huésped ideal. En un descuido del doctor el parásito saltó a su nuca impregnandose a su piel, de este modo ahora él controlaria a Shenzhen.


 

El doctor Shenzhen siendo controlado por el gen Mx-00 vagaba por las calles de la ciudad donde nos encontrabamos.


 

Comía todo lo que encontrase a su paso, desde comida hasta basura y más aún sus desperdicios eran infecciosos.

De este modo en menos de un mes ya una cantidad considerable de personas estaban infectadas. El gobierno hacia lo posible por controlar los medios y ocultar la información. Pero nosotros lo descubrimos.


 

Recuerdo el día en que todo esto inicio para mí. Kath bailaba euforicamente junto a Becca. Liam y los mellizos pedían nuestras bebidas en la barra, sin embargo yo aún tenía el mal presentimiento de semanas atrás.


 

-¡Vamos Cassie!-Me animaba Kath que movía sus caderas dándole un efecto tornasol a su vestido.


 

-Ven a bailar-Ordenó la pelinegra, Becca vestía unos jeans negros y top blanco.


 

Dejándome llevar por las chicas me junte a ellas bailando y disfrutando nuestra salida. Los chicos llegaron y se unieron al baile. Ese día fue la primera vez que no hubo resentimientos con Liam, Allen no molestó a Kath y Matt disfrutaba de la compañía, pero fue la última vez que pudimos ser jóvenes, que pudimos ser libres y que pudimos gozar de nuestra inocencia.


 

Horas después Kath comenzó a sentirse mal y no era para menos, mi dulce hermana ingirio mucho alcohol. Cuando salíamos sentí una picadura en mi espalda, algo muy doloroso, un quejido de dolor salió de mi boca sin embargo solo seguía una sensación de ardor.

Nos quedamos en casa de Becca pues era la más cercana y no es muy conveniente conducir en estado de ebriedad.

E


 

l ardor seguía, seguido de un escozor y luego una intensa picazón. No podía decir nada, sentí algunos mareos, náuseas e insaciables ganas de comer.


 

No había nadie a mi lado, no supe que hacer, ni a quien llamar; me ardía la piel, mi sangre me quemaba, me sentía morir.

Hasta que entro Liam a la habitación, encendió la luz y me encontró en el suelo.


 

-Dios mío, ¿Que haces ahí?-Pregunta acercándose, luego se agacha ayudandome a levantarme.


 

Sentí unas incontenibles ganas de ahorcarlo, de morder su carótida hasta drenar toda su sangre y que no quedase señal de vida en su cuerpo, quería matarlo.


 

-Li... Lia...-Jadeaba en busca de oxígeno-; Vete... Por favor, no quiero lastimarte, no puedo hacerlo...


 

-Tus ojos...-Dijo-¿Por qué tus ojos son rojos? ¿Cassidy, estás usando drogas?


 

-¡A la mierda Liam, Déjame sola!


 

Lo comprendió y salió de la habitación, el estaba preocupado.


 

Como pude caminé a la cama y me acosté en ella...


 

¿Mis ojos estaban rojos?

Realmente me preocupe por las bebidas... ¿Y si tenían drogas? Me pregunté. Solo fui muy ingenua al meditar sobre eso, porque esa estaba lejos de ser la realidad.


 

Mi vista se distorsionaba y cada vez perdía las fuerzas, me sentia ligera, como si flotase en el mar, en un mar lleno de vida y posibilidades; aquellas que estaban lejos de ser mías. De pronto volví a mi, recordé mi vida, mis sueños y metas, recordé a un hermoso bebé que debía conocer, no iba a morir por las drogas. Pensando en vivir, planeando vivir, deseando vivir me quedé dormida.


 

Desperté con un punzante dolor en mi espalda baja, algo ahí me molestaba, algo que intentaba mantenerse ahí, sin embargo no podía. Fui al baño, ví mi reflejo en el espejo.

Dios...

Mis ojos.

Mis ojos estaban completamente negros sin una pizca de blancura. Quise gritar, probablemente estaba alucinando, lave mi cara y mire mi reflejo, todo era normal.


 

Estaba enloqueciendo.


 

Salí de la habitación; encontrándome a los chicos. Tenía un hambre descomunal. Luego de comer recuerdo haberle pedido disculpas a Liam. Lo cual resulta irónico.


 

Las cosas iban bien, decidimos ir a casa y los demás nos hicieron compañía, no querían separarse de mi; porque estaba "actuando extraño"


 

Pasaron días en los que no podía conciliar el sueño, temía dormir y nunca despertar de nuevo.


 

A Kath se le ocurrió la idea de invitar a los chicos al departamento, no me opuse, no opiné y no hablé como días anteriores.


 

Al entrar al departamento me desplome. Perdí el conocimiento y cuando retome el conocimiento me encontré atada a una silla. Todos me observaban con asombro y temor.




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