Al amanecer después de una larga charla con Caleb, contándole lo ocurrido, partimos hacia el centro de ciudad Perdida donde una vez mas nos encontramos un muro rodeando la ciudad solo que mas pequeño que el anterior.
La ciudad que podemos ver por encima de un muro que nos llega casi a las rodillas es muy pequeña, creo que podríamos derribar el muro de una patada y arrasar con toda la ciudad, pero como todo lugar mágico seguramente esto solo sea otro truco o trampa y seria peligroso.
—No sería mas fácil entrar por encima del muro, tomar el polvo y ya—Dijo Talon.
—No os lo aconsejaría pero si queréis intentarlo no os voy a detener—Avisa Nilak y yo sabía que él tenia razón esta misión sino sería demasiado fácil—Será mejor que no nos acerquemos mas o nos podrán ver.
—Los duendes son muy astutos y escurridizos no serán fáciles de engañar, saben reconocer las mentiras así que habrá que hacer un trabajo de infiltración considerable e ir poco a poco, no podemos llegar y decir que venimos por polvo de hada eso sería muy evidente, ellos cuidan mucho sus pertenencias—Dice Caleb y yo pienso lo mismo.
—Solo podre transformar a dos de nosotros y mantenerlo por varios días, supongo que Roy también podrá hacer lo mismo con otro—Asegura Talon.
—Bien pues vosotros dos acampareis por los alrededores con cuidado de que no os vean y el vampiro, la humana y yo nos infiltraremos en la ciudad—Dice Nilak—Haz magia bruja.
—Bien esto va a doler, empiezas tú—Dice Talon señalando a Nilak.
Y Talon usa su magia, veo como Nilak encoge de tamaño mientras se le rompen varios huesos del cuerpo como las orejas y la nariz, si le duele no lo demuestra. Los duendes no son como nos los pintan los cuentos o las películas, feos y bajitos, al contrario yo nunca había visto uno de verdad, Nilak sige conservando algo de su apariencia solo que sus orejas se han desplazado mas hacia delante y su nariz es algo mas redonda y alargada, casi me rio por el cambio de su color de piel a un verde azulado.
Su pelo sigue siendo negro como la noche, me sentí muy mal por lo que paso a continuación pero solo hizo falta que Nilak dijera una palabra y oír su nueva voz para terminar de echarme a reír.
Nilak el que se había proclamado líder de nuestro grupo, el que daba ordenes y parecía aterrador, se ha convertido en una criatura adorable con ojos grandes, bajita y con voz chillona. Me sigo riendo hasta que Nilak se calla de golpe y me da un pisotón con esos pies mas grandes, huesudos y descalzos.
—¡AH!¡Como tienes tanta fuerza en un solo pie!
—Los duendes engañan no puedes fiarte de las apariencias y enfadados pueden ser criaturas muy molestas—Dice Caleb.
—Creo que ya lo voy entendiendo—Digo.
—Es nuestro turno.
Talon transforma también a Caleb y con él sucede lo mismo que con Nilak se le parten algunos huesos del cuerpo y parece doloroso pero tampoco se inmuta su piel es mas azul que la de Nilak y todavía conserva sus rasgos mas característicos como su pelo. Es mi turno Roy tiene que transformarme a mí y estoy preparándome para la descarga de dolor cuando Talon habla.
—Dafne será mejor que usemos un hechizo de sueño antes de transformarte, me temo que no podrás soportar el dolor, ten en cuenta que eres humana.
—Será lo mejor esperaremos hasta que despiertes al anochecer, mientras instalaremos el campamento—Dice Nilak.
—Duérmela Talon—Dice mi hermano y Talon obedece, me desvanezco de un momento a otro en los brazos de alguien.
Una vez despierta, lo primero que hago es mirarme las manos mas alargadas ahora, color esmeralda, Talon es enorme pero esta sentada a mi lado y me ofrece un espejo y puedo verme los ojos que son mas grandes mi nariz mas redonda pero lo que mas destaca es mi pelo rizado y pelirrojo que me cae como una cortina hasta casi las rodillas. Soy mas pequeña pero me siento mas fuerte y rápida que nunca.
—El efecto no durara mucho y la fuerza y la rapidez durara solo un par de horas, no podréis enfrentaros a ellos en una pelea porque seréis mas débiles—Avisa Talon.
—Bien pues entremos—Dice Caleb que estaba a mi lado.
—Nos haremos pasar por unos amigos que vienen en busca de trabajo a las minas, los duendes suelen ir en grupo a todos lados y no será fácil entrar en sus otros grupos ya que son muy reservados, nuestro objetivo será ese integrarnos ¿Ha quedado claro?
—Clarísimo en marcha tenemos tres días—Digo.
Nos acercamos al muro de la entrada y ahí nos detienen y nos hacen presentarnos.
—Buenas noches ¿Quiénes sois y que hacéis en ciudad perdida?—Pregunta un guardia.
—Buenas noches venimos en grupo a trabajar en las minas, somos mineros—Dice Nilak y se ve que los picos que llevamos colgando en la espalda lo convencen y nos deja pasar.
—Disfrutad de vuestra estancia, si es que podéis.
Una vez dentro nos encontramos una ciudad minera con un aire a las ciudades del oeste donde vivían los vaqueros, es un lugar tranquilo todos los duendes pasean acompañados de sus grupos y de sus familias aunque parecen inofensivos tengo que hacer caso a las advertencias que nos han dado sobre ellos y estar alerta por si ocurre cualquier cosa sospechosa.
Vamos hacia lo que parece una posada o algún tipo de bar, dentro nos encontramos duendes en una barra bebiendo y otros en las mesas jugando a las cartas, Nilak entra observando el lugar y se dirige hacia la barra, nosotros le seguimos.
—¿En que puedo ayudaros?—Pregunta la duende de la barra con la voz demasiado grave.
—Estamos buscando una habitación con tres camas individuales—Le contesta Nilak.
—Lo siento pero solo tengo una de matrimonio disponible ¿La quieren o van a dormir a la intemperie?
—Esa supongo que valdrá.
—Es toda vuestra—Dice y los duendes de la barra se echan a reír.
Seguimos a Nilak por los pasillos de la planta alta hasta llegar a una habitación que parece ser el ático, entramos por la puerta.