Si existiera un límite, si tuvieras la posibilidad de saber hasta que punto te es permitido hacer ciertas cosas ¿las harías? Probablemente si, dependiendo de la capacidad para realizarte en dicha actividad. Pero la gran pregunta es ¿sobrepasarías ese límite? ¿Teniendo claro el peligro que acecha y toda la cantidad de problemas que vendrían? Romperás las reglas todo por sentirte bien contigo mismo y quizá también por alguien más. Pero pienso que detrás de todo eso está la recompensa final. Nadie arriesga sin esperar algo a cambió supongo.
Y pues yo ¿Qué podría esperar de ésta chica?
Con mucha delicadeza abrí la ventana de mi habitación, dormía en el segundo piso. Compartía la habitación con mi hermano menor.
Quizá ya eran las 11 pm pasadas, y estaba tratando de seguir correctamente cada uno de los pasos mencionados por la "chica de cabellos claros" . Scarlett, quién estaría esperando en la estación. En su mensaje solo venían las cosas que debía hacer y podría decirse que simplemente me está usando. Ni siquiera saludó... pero de alguna manera no está tan mal, tampoco le veo problema, quizá hasta resulte divertido. Y además es como un tipo de cita y no siempre salgo con una chica a media noche.
Etapa 1
Luego de un largo suspiro, salí por mi ventana. Colgué mi cuerpo, sosteniéndome de la barandilla inferior de la ventana. Temía caer y romperme algo, o peor aún que mis padres o alguien me viera. De cualquier modo ya es bastante raro que utilice este medio para salir de mi casa... y quizá para un chico de mi edad probablemente no le dirían que no si quisiera salir a darse una vuelta con alguien. Y si, yo seguramente no tendría problema con ello, mis padres saben que soy un chico responsable y confían en mi. El punto es que sinceramente no tengo la certeza exacta de lo que haré con esa chica. ¡Y no jeje...! ¡estoy seguro que no es eso!
Habían quizás unos tres metros desde la altura que colgaban mis pies. En ese momento pensaba que se me podía haber ocurrido algo mejor para salir... lo estaba pensado demasiado, mis manos comenzaron a sudar y un ligero chillido salió desde la parte superior de ni abdomen -¡Esper!
Solo tome aire y luego sólo caí en el césped del jardín. Sentí como mi alma se iba de mi cuerpo. Me quede quieto viendo el cielo. Perdí un poco de visión, y de repente todo ni cuerpo empezó a seguir trabajando. Fue como si se hubiese averiado una pieza importante y todo mi cuerpo se estuviera encargando de ella mientras abandonaban sus puestos.
Me dolía la espalda, y el estómago. Hice un esfuerzo por levantarme, a duras penas llegué hasta la acera, luego fui en busca de algunas rocas del tamaño de mi puño y las guardé en mi mochila. Para mi espalda no era para nada gracioso que le montará rocas.
Poco a poco el dolor fue disminuyendo y mi movilizaba más rápido por la calle abandonada del barrio en busca de una señal de alto que supuestamente tenía que llevar conmigo. ¿Para qué? No lo sé, solo espero que esto no sea un delito.
Sabía exactamente donde había una señal de alto, justo en la esquina del gigantesco patio de Andrew, bueno la verdad no creo que ese alto sea de utilidad ahí. No es como que en este vecindario hayan muchos autos, ni siquiera hay una calle principal para llegar a las grandes ciudades. Hay varias salidas para llegar a la autopista, no una en general.
Eran casi las 12 pm, un frío abrumador abrazaba el lugar. Mi suéter era bastante grueso así que solo lo sentía en mi nariz. Me detuve a analizar la situación... enumere las cosas que tendría que llevar conmigo, eran bastante raras. Parecían de tipo de cosas que llevan los maleantes cuando van a cometer sus delitos.
1. Unas piedras
2. Un bate de béisbol
3. Pegamento
4. Y un encendedor
A excepción del alto que no tenía ni idea del porqué lo retiraría de su lugar. Estaba algo nervioso. La verdad esté tipo de cosas se hacen en películas policíacas y generalmente esto lo hace el villano.
Finalmente había llegado a la esquina de la avenida y ahí estaba, mi objetivo estaba ahí. Recientemente lo habían colocado en ese lugar así que aun conserva su color rojo intenso.
Voltee la mirada hacía la enorme casa de Andrew, el chico estrella del barrio. Del colegio también. Me repugna su arrogancia, siempre anda de aquí para allá llamando la atención. "anoche me acosté con Clarisa" "siento lástima por los vírgenes, no saben de lo que se están perdiendo" y todo ese tipo de cosas estúpidas.
La luz de la que podría ser su habitación estaba encendida, probablemente esté teniendo sexo con otra chica. Quién sabe quién será está vez. Apostaría que mañana andará gritando su gran logro, es un idiota.
Me paré justo debajo de la señal de alto, apenas llegaba a tocar los tornillos que la sostenía. Saque un destornillador de mi mochila y me puse a trabajar. Antes de eso me había cubierto la cabeza con la capucha de mi abrigo. Giré y giré tornillos hasta que llegue al último, la verdad había sido bastante sencillo. Saque tres en menos de dos minutos.
Me puse de puntillas para lograr tocar el último, cuando lo giré escuché un fuerte grito --¡¡Oye!! ¡¿Qué piensas que haces!? ¡devuelve eso de inmediato, o bajaré y te daré una paliza!--chilló el chico sin camisa, cabello rubio desde la habitación superior.
Me puse aún con más prisa a sacar el tornillo, volteaba y veía como Andrew se ponía una camisa. Lo mas seguro vendría por mi.
Finalmente logré sacarlo, y comencé a correr como si no hubiese un mañana, probablemente no lo habría si me alcanza.
Corrí tanto que no me di cuenta de por donde iba hasta que me golpee con el cuerpo de alguien más.
--Oye ¿Qué pasa?-apenas y podía ver su rostro. Con mis manos en las rodillas comenzaba a jadear y sudar. Mis respiración se cortaba en ocasiones, probablemente ese habría sido de los más grandes sustos por los que he pasado en toda mi vida. Un tipo como él, podría haber acabado conmigo en unos instantes.