Damia Anderson
Estaba seguro de que saldría del restaurante, podía asegurarlo, solo debía esperar un poco más.
¡Ahí esta!
Me acerque a ella.
- Pensé que aun vivía en Brookline -ella se giro asustada.-
- Doctor... digo Damian, ¿Que hace aquí? -pregunto confundida.-
- Pasaba por aqui y la reconocí, ¿Que hace saliendo del restaurante?
- No crea que lo estaba robando -su respuesta me hizo sonreír,- Lo que pasa es que logré rentar un cuarto para usarlo solamente cuando me daban el día, pensé en rentar, pero todo es caro y además hay veces en los que me quedo en el hospital a dormir, ya sabe, en las habitaciones de descanso, con todo eso de las cirugías -asentí,- Bueno, me voy al hospital.
- Yo igual voy, la acompaño -ella asintió aun confundida por mi presencia,- ¿Por qué no me dijo ayer que ya no vivía en Brookline?
- No pensé que fuera tan importante para usted, debía tener otras cosas que hacer, lo mío no era tan importante.
- Lo es, debe saber que para mi es muy importante -ella me miró intentando buscar algo más,- Siempre me interesó en la vida de los pacientes.
- Pues ahora ya lo sabe, aunque sigo agradecida por aquella vez, pensé que mi primer día trabajando sería malo, pero no.
- No tienes nada que agradecer, cualquiera lo haría si te viera en medio de la lluvia, entonces, ¿Vives con tu padre? -pregunte y Susan negó.-
- El quiere venirse conmigo, pero es un cuarto muy pequeño, aunque le interesa especialmente porque... cosas personales.
¿Cosas personales?
- Bien, ¿Tienes el día ocupado?
Era momento de iniciar mi plan.
- Si, todo el día -asentí buscando otra cosa para pasar el rato con ella.-
- Supongo que comerás aquí -dije a la entrada del hospital.-
- No, es que estaré en cirugías todo el día.
- ¿Mañana?, ¿Qué te parece una cena? -ella se detuvo antes de entrar al hospital y me miró.-
- No -respondió,- Lo siento, no quiero ser grosera, no quiero ni comer ni cenar con usted, no quiero una relación de amistad solo una relación de doctor a doctora, no soy lo que usted cree y tampoco necesito salir con personas, no soy como las mujeres que conoce y... no quiero que me de "privilegios" dentro de las cirugías solo por llevarme a cenar, quiero que me de "privilegios" porque sabe que tengo la capacidad de hacerlo, espero que pueda comprender lo que trato de decir.
- Lo comprendo doctora Evans -ella asintió.-
- Gracias doctor Anderson, que tenga buen día.
¿Me había rechazado?, me había rechazado y no había respondido como siempre, busque a Sebastian, el se encontraba con uno de sus pacientes, espere afuera.
- Pensé que estarías en cirugía -dijo Sebastian al verme.-
- Me dijo que no quiere una relación de amistad solo una relación de doctor a doctora, ¿Si enetiendes?, rechazó mi oferta, yo le iba a pagar la cena, todo lo que quisiera -dije con tono ofendido.-
- Susan esta enfocada en su trabajo, solo consigue a alguien más.
- No, desde que se fue Rebeca no quise meterme con alguien más -Sebastian me miró,- No porque sintiera algo por ella, sino que las residentes eran soñadoras, le das un beso a una residente y cree que te quedaras para casarte con ella y mantenerla.
- ¿Por qué no llamas a Leslie?, dijiste que no ha dejado de buscarte.
- Ella es casi como una residente, comienza a creer que le pediré matrimonio o tal vez espera que una mañana me despierte y le diga que la amo -sonreí,- Además ella no es cirujana, ella esta metida con lo de su bufete de abogados y puedo apostar que no soy con el único que se ha acostado.
- Entonces busca a alguien más, si Lauren se entera que estas ostigando a su residente podría irme mal.
- Tengo una cirugía en treinta minutos, no te prometo nada, me llama la atención Susan, es tonta en su vida personal, pero demasiado buena en su trabajo -Sebastian sonrió.-
- Creo que estas detrás de Susan porque piensas que es igual que tu, evitan su vida personal, no te metas en problemas por ella.
- No te prometo nada.
Susan Evans era mi nueva distracción, pero por ahora debía enfocarme en mi cirugía.