Impulsos de Amor

Sentimientos Verdaderos

Damian Anderson

- Y tu me enseñaste a no enfocarme en lo que los demás digan de mi, eso ya lo sabía, pero si quiere humillarme busqué algo mejor, así que siga sufriendo en silencio.

Susan salió de la habitació.

Me culpe por lo que dije, la manera en que la trate, ella estaba dispuesta a quedarse conmigo.

- Susan, espera.

Cuando abrí la puerta ella ya no estaba, así que decidí quedarme en la habitación durante un tiempo, pero entre más pasaban las horas mis pensamientos me volvían loco.

Decidí salir del hospital, quedarme afuera sería lo mejor, me senté en una de las bancas y miré a las personas que entraban y salían del hospital, pero en ningún momento vi salir a Susan, así que supuse que ella se había ido.

Me rendí y me dirigí a mi camioneta.

Nunca me rendía en cirugías, pero cuando se trataba de alguien siempre huía, maneje hasta el bar más cercano y al entrar pedí unos cuantos tragos.

- ¿Mala noche? 

Preguntó una hermosa mujer que se encontraba sentada junto a mi, lo único que hice fue asentir.

- ¿Por el trabajo o por una mujer? -volvió a preguntar.-

- Ambas -dije dando un trago a mi vaso.-

- ¿Crees que deberías pasar un buen rato?

- No -ella se quedo en silencio,- En realidad si quiero pasar un buen rato -ella sonrió apunto de acercarse,- Pero acabo de portarme con un idiota con la persona que quiero pasar ese buen rato.

- Entiendo -volvió a su asiento,- ¿Es una mujer o un hombre?

- Mujer -ella asintió.-

- Bueno, ¿Qué haces aquí?, muchos vienen aqui llorando porque terminaron su relación, algunas mujeres simplemente vienen aquí a pasar el rato porque se sienten solas, pero nunca entiendo porque no van a buscar a esa persona.

- Ella no es nada mío, no siento nada por ella, solo lástima -la mujer sonrió,- Digo la verdad

- Quieres pasar un buen rato, pero no con cualquier persona, la estas buscando y, ¿Sabes por qué la buscas?, porque tu cuerpo empieza a necesitarla.

- No necesito a nadie.

- No necesitas a otras mujeres, la necesitas a ella.

- A decir verdad no tengo ni idea de lo que pasa conmigo, pero sea lo que sea no quiero sentirlo.

- Como la desconocida que acabas de toparte te puedo decir que ese sentimiento es de los mejores que existen, solo se trata de encontrar a la persona correcta -negué al oír esa estupidez,- Lo que pasa es que tienes miedo a sentirlo.

- Nunca tengo miedo.

- Pues no lo parece -miré a la mujer,- Puedo ver en ti la soledad, estas acostumbrado a esconder lo que sientes que ni siquiera sabes lo que es amar, ¿Alguna vez sentiste el amor de alguien?

- Tal vez -dije y ella asintió.-

- ¿Entonces por qué niegas lo que sientes por esa mujer?

- Porque no lo siento, es una simple obsesión -me quede en silencio y finalmente solte la verdad,- Amar ha alguien duele y no quiero sentir eso, porque cuando todo lo feliz pasa, llega el peor momento y se terminan haciendo desconocidos.

- ¿Cómo puedes saber que eso pasará?

- Porque en toda mi vida he tratado de evitar que el amor llegué a mi, intentando pensar que lo único que amo es mi trabajo y de tanto pensarlo, termine creyendo que no puedo amar a nadie más que no sea mi trabajo.

- ¿Y que hay de ella?

- Me hace dudar -susurre,- Debo irme.

- ¿Irás a buscarla?

- No, solo quiero descansar.

Después de pagar, salí del bar y me dirigí a casa.

¿Amor?, ¿Sentir amor por Susan?

Todo aquello que en ese momento cuestionaba desaparecieron al pasar por el lugar en donde Susan tenía su cuarto, estaba lleno de patrullas, varios gritos, estacione la camioneta y me acerqué al lugar.

- ¿Qué es lo que paso? -pregunté a un hombre que estaba parado junto a la patrulla.-

- Hubo un asalto, hirieron a cinco personas, incluyendo al hombre que asalto -miré hacia el restaurante.-

- ¿Sabe quienes fueron esas personas que estan heridas? -el hombre negó.-

- Pero ahí esta la dueña, creo que esta declarando -asentí e intente pasar.-

- No puede -dijo uno de los polícias.-

- Conozco a la señora, necesito pasar -dije, pero se negó,- Solo quiero saber si una compañera esta bien -siguió negandose,- Señora Mary -grité,- Soy Damian -ella volteó.-

- ¡Dios!, si, si lo conozco -dijo entre lágrimas.-

- ¿Que esta pasando?, ¿Donde esta Susan?

- El comenzó a disparar -dijo mientras volvía a llorar,- Disparo tres veces seguidas y vi cuerpos caer, luego Susan llego e intento quitarle el arma, pero la hirió, perdió sangre y se la llevarón.



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En el texto hay: amor, dinero o amor, infeliz

Editado: 22.07.2021

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