Damian Anderson
Entro a cirugía para extraer la bala, pero aún así las cosas se complicaron y decidierón que lo mejor sería pasar la noche en terapía intensiva.
- ¿Saben de algún familiar? -preguntó Lauren a los residentes.-
- Su padre -contesté,- Pero no se si tiene celular.
- ¿Ella estará bien? -preguntó una de sus amigas.-
- Si Helen, pueden irse a descansar, yo estaré aquí si ocurre algo -dijo y miró su reloj,- Son las tres de la mañana, descansen un poco -ellos asintieron y se alejaron,- ¿Por qué conoces a su padre?
- No lo conozco en persona, ella habla de el -Lauren asintió,- Me quedaré con ella
- Yo lo haré.
- Ya dije que no, estaré con ella -miré a Lauren y entre a su habitación.-
Acerqué la silla que estaba en la esquina y tome su mano.
Espere a que Lauren se fuera y una vez que lo hizo miré a Susan.
- ¿Qué pensabas?, podría haberte disparado y perforado algún órgano, debes despertar para que pueda regañarte por hacer eso, luego tu me debes voltear las cosas diciendome que te trate mal y seguramente me amenazaras con decirle al jefe.
Aun diciendo todo eso ella no despertó.
Me quedé esperando dos horas, pero me sentía cansado, aun así no quite mi mano de la suya.
- ¿Aún no despierta?
- ¿Ya amaneció? -pregunté al ver a Lauren entrar.-
- Son las siete de la mañana, creo que ella pronto va a reaccionar -dijo y se sentó en la silla que se encontraba en el otro extremo,- ¿Piensas separarte de ella?
- No, esperaré hasta que despierte.
- ¿Y tus cirugías?
- Ya veré que decirle al jefe -dije y ella dejo de hablar.-
Nos quedamos en silencio hasta que noté que un apretón en mi mano, me acerqué a ella.
- Desperto -dijo Lauren,- ¿Susan?, ¿Sabes quien soy?, no digas nada, solo asiente con la cabeza si sabes y sino entonces niega con la cabeza.
Ella asintió y sonreí, Susan parecía confundida, miraba la habitación, pero en ningun momento soltó mi mano, ni yo solte la de ella.
- ¿Recuerdas lo que paso ayer? -pregunte.-
- No -dijo casi en susurro,- Poco.
- Te dispararon, perdiste sangre y te llevamos a cirugía, por suerte pudimos extraer la bala y parar la hemorragia, te pregunte quien era porque en la declaración dijeron que al empujarte tu cabeza se golpeo con una de las mesas.
- ¿Y Mary?
- Ella esta bien -contesté,- Sigue en el restaurante, no esta sola, esta con su hijo -Susan asintió.-
- ¿Conoces a esa Mary?
- Si, ¿Entonces esta bien?
- Si, pero tardará en irse, necesitamos ver que todo este bien, ahora descansa Susan, debo irme.
Lauren se fue y miré a Susan.
- ¿Por qué lo hiciste?, puedieron hacerte daño.
- Estaba apuntando a Mary, no quería que le hiciera daño -paró un momento y continuó,- Pero no pensé en lo que me podía pasar.
- Te dije que no piensas en ti -ella me miró,- Me alegra saber que estas bien.
- Por lo menos no me tendrás que ver por unos días -sonreí,- Trate de ayudarte -dijo alejando su mano de la mía.-
- Eso no cambia que pusiste tu vida en peligro.
- Mi papá, ¿Sabe algo?
- No, pero pensabamos en llamarle.
- No, no, el tiene problemas de salud, una noticia así y podría enfermarse.
- Susan, lo siento, no debí decirte todo eso -ella sonrió.-
- No puedo creer que el mejor cirujano me pida perdón.
- Estoy dejando mi ego a un lado por tu y dices eso -ella volvió a tomar mi mano.-
- No lo dije porque quería hacerte sentir mal -admitió,- Quería ayudarte proque se lo que se siente y no me gusta estar así, pero si tu forma de evitarlo es acostandote con mujeres, puedes seguir haciendo eso.
- Si, me gustaría, pero no quiero acostarme con muchas mujeres.
- ¿Solo con esa tal Leslie?
- No, solo contigo.
- Me dispararon, pero eso no significa que no capte cuando te estas tratando de burlar de mi -me acerqué a ella.-
- No estoy jugando, solo quiero estar contigo.
Ella estaba apunto de hablar, pero antes de que me dijera que no creía en mi, uní mis labios los de Susan.
Al separarme no pude evitar sonreír.
- Sino estuvieras en una camilla te juro que lo hubieramos hecho aquí.
- No soy lo que piensas -dijo y miré sin entender,- Soy diferente a ti, ¿Crees que logremos algo?
- Bueno, yo no se que se hace en estos caso, pero puedo asegurar que hablo enserio y... -miré el disposito,- Tengo una cirugía en una hora, debo irme, pero volveré a ti de nuevo.