Susan Evans
Papá se había comenzado a mudar, así que cada vez que tenía tiempo le ayudaba con las cosas que llevaría, eso hacia que mi tiempo con Damian fuera corto, pero aun así el lo había entendido.
- Damian -dije intentando no alzar la voz.-
- Esto de tener menos tiempo para estar juntos es más difícil de lo que creía -dijo saliendo de mi,- No es que diga que no me gusta estar contigo, pero si seguimos entrando a la habitación de descanso todos se darán cuenta.
- Pues al parecer todos ya lo saben -el alzo la mirada,- ayer estaba comiendo con Helen y llegó Amelia, me miró un poco más de lo normal y me dijo, ¿Cómo estuvo la siesta que tomas en la habitación de descanso? -acomodé mi camiseta,- Yo le pregunté que de que hablaba, pero dijo "Se que la pasaste muy bien, creo que muchos oían lo bien que te la pasabas"
- Bueno, es momento de decirle al jefe, lo que hará que me grite y yo no pueda evitar negarlo, luego nos dirá que busquemos otro lugar para hacer eso y yo diré que si, pero obviamente no.
- ¿Crees que lo acepté?
- No has dado problemas en este hospital.
- Pero tu si los sigues dando, Joshua dijo que dejaste en ridículo a Margaret.
- ¿Y eso no te alegra? -lo miré pensando que diría.-
- No me alegra, porque si ella se queja con el jefe y le dice que me estas dando preferencia, seguramente te regañará.
- Margaret es muy enojona y no me gusta como se porta contigo -sonreí.-
- Siguen siendo mis problemas, prometimos no meter nuestra vida personal en el trabajo -el asintió,- Entonces no la dejes a un lado, ¿Lo harás?
- ¿Me queda otra opción?
- No hay otra opción, tengo que ir con Sebastian, hoy tendremos una cirugía y me pidió que lo asistiera -sonreí,- Así que tal vez salga temprano.
- Yo tengo dos cirugías -dijo mientras suspiraba,- Saldré tarde.
- Ya tendremos tiempo para tomar un descanso, ¿Estarás bien?
- Siempre estoy bien, ¿Crees que pueda pasar mañana a tu departamento?, quiero conocer a tu padre.
- ¿Estás seguro?
- Es mi primera relación que rebasa las cuatro semanas y quiero que sea serio, ¿Te parece si mejor los invito a cenar?
- ¿Has tenido relaciones que duren menso de cuatro semanas? -dije ignorando su pregunta.-
- Si, intente salir con Leslie, pero ella quiere todo lo que ve, una vez le presté mi tarjeta y por poco me deja sin dinero, también con Gabriela, pero nunca pasaba de la primera semana -tome mi bata,- Apuesto que tus relaciones amorosas duraban más.
- No tuve relaciones amorosas -dije y me miró,- Solo tuve una relación con alguien, pero me parece mejor que vengas al departamento y prepararé algo para cenar, solo dime cuando puedes -dije cambiando de tema.-
- ¿Alguien ocupaba mi lugar antes que yo?
- Algo así, ahora me voy, porque Sebastian es muy puntual -dije y salí de la habitación.-
Lo mejor era evitar ese tipo de conversaciones, aún no me sentía lista y sabía que Damian tampoco se sentía listo para contarme acerca de su vida.
Al llegar Sebastian estaba dentro del quirófano.
- Evans, llegas un minuto tarde.
- Lo siento -dije y me acerqué a lavarme.-
- Lauren quiere organizar una cena con Damian y como sabemos que tu estás con el, queremos que asistas.
- No es necesario, el que salga con el no significa que me tengan que invitar a sus reuniones.
- Damian es nuestro mejor amigo y el nos pidió que te trataramos como su novia, al parecer lo has hechizado, el nunca nos había pedido eso y no te miento, esperamos tanto para oírlo decir eso, así que queremos que asistas, tal vez sea este Sabado, ¿Podrás?
- Si -el asintió.-
- Debemos empezar la cirugía.
Por alguna razón después de oír a Sebastian me sentí feliz, emocionada.
Damian les había contado sobre mi, no pude evitar sonreír durante la cirugía, el realmente estaba haciendo un esfuerzo para estar conmigo y eso hacia que pudiera confiar en mi, después de la cirugía me dirigí a la oficina del jefe.
- ¿Me llamo?
- Si, pasa y toma asiento -hice lo que el pidió,- el doctor Anderson hablo conmigo antes de entrar a su otra cirugía.
¡Ay, no!
- ¿Si? -pregunté sin saber que decir.-
- Son profesionales, deben saber en donde y como comportarse -asentí,- Así que lo único que pidó es respeto a mi hospital, que no traigan sus problemas amorosos a mi hospital, solo eso.
- Solo eso -sonreí.-
- Puede retirarse.
Eso fue rápido, demasiado sencillo como lo imaginaba, no tuve que decir mucho como pensaba.
Me dirigí a los casilleros y me encontré con Joshua.