Errores del pasado

Damian Anderson

- Casi cuatro meses con una mujer es algo que nunca se me hubiera ocurrido -dijo Sebastian mientras veía un estudio.-

- En realidad ya son cuatro meses -dije aun sentado.-

- Cuatro meses son demasiados para una persona como tu -dijo y sonreí,- Pero estas feliz, Lauren también lo nota.

- Gracias por notarlo, ahora que me felicitaste debo ir a mi cirugía y sacar un tumor.

Al salir busqué al jefe.

- Me alegra verlo -dije mientras Wayne estaba mirando en la sala de espera,- Tengo una cirugía, pero no se si será ahora o tendré que esperar hasta mañana, ¿Por qué estoy aquí?

- La proxima semana se les hará un examen a los de intercambio, te tocará hacerle el examen a Thomas Maxwell.

- ¿Y quién le hará el examen a Susan? 

- Heigl -asentí,- Por cierto, aunque no lo creas me alegra saber que tu relación aún continua, Susan tiene un gran futuro.

Oír a todos felicitarme por saber que ya tenía una relación en donde era feliz hacia que me sintiera bien.

La cirugía que era para hoy en la tarde se adelato, así que envíe un mensaje a Susan para que no me esperará en la cafetería, aunque duró un poco más de lo que esperaba todo salió bien, al salir del quirófano me senté y le envíe un mensaje a Susan.

- Doctor Anderson lo necesitan en urgencias -seguí a la enfermera,- Llamarón y dijero que un taxi cerca del aeropuerto choco contra una camioneta con una familia entera, lamentablemente las lesiones son graves, por la velocidad en que iba la camioneta.

- Gracias.

Miré a Susan.

- ¿También te llamarón? -pregunto al verme.-

 - Si, un accidente con heridos muy graves -sonreí y me acerqué,- Supongo que suspenderemos la cena.

- Pues son las siete, si nos apuramos a más tardar saldríamos a la una de la mañana.

- Bueno, si nos apuramos.

- Llegaron -dijo Wallace,- Anderson aquí, golpe en la cabeza, lesiones en todo el cuerpo, los vidrios de la ventana quedaron en el, sigué consienté.

- ¿Quién es el?

- El taxista, Andrew Trinith -asentí,- Susan ayudame aquí, Maxwell consigue un quirófano, lo más posible es que entremos a cirugía.

Al entrar detrás de nosotros venía Heigl.

- El pasajero del taxista, múltiples lesiones, en brazos, piernas y rostro, su pulso es débil, algo apuñalo en su cuerpo, cerca del corazón, es una suerte que este vivo.

- Su nombre -oí decir a Lauren.-

- Si, es Christian Pussett.

En el momento en que Susan escuchó el nombre ella se detuvo.

- Susan -ella seguía sin verme,- Susan -deje que las enfermeras se llevarán al paciente.-

- Es el -dijo y miró a la camilla de atrás.-

- Ve con el -ella me miró,- Ve con el, yo me encargó del taxista.

- Gracias -dijo y depositó un beso corto,- Te amo

- Yo igual -dije y miré como se iba.-

- Doctor Anderson, su pulso bajo, lo necesitamos.

Christian había aparecido y la reacción de Susan fue la que esperaba, pude notar preocupación en ella, no quería sacar conclusiones, muchas veces sacaba conclusiones y a veces no se acercaban a lo que pasaría, respire hondo y me concentré a mi paciente.

- Doctor Maxwell esta conmigo -dije.-

- Pero era de la doctora Evans.

Tal vez el podía darme respuestas.

- No, ella se fue para atender a uno de los pacientes -dije dirigiendome al quirófano,- Su nombre era Christian Puss.. Tess... no, si era Pusse...

- Pussett -lo miré,-

- ¿Lo conoce? -el se quedo en silencio,- Le hice una pregunta.

- Si, estaba en mi otro hospital, pero pensé que... hace tiempo el se fue a uno de los hospitales de Canada y...

- Parece preocupado, ¿Esta seguro de que quiere continuar con esta cirugía?

- Si, estoy seguro -entramos al quirófano y se lavó,- El era residente al igual que yo.

- Así que lo conocen todos los que son de intercambio, ¿No?

- Si, Susan lo conoce mejor que yo, estuvieron saliendo por dos años.

Ella nunca había mencionado eso, pero si vivieron juntos era obvio que tenían tiempo saliendo.

- ¿Y sabe por qué se fue?

- No lo se, el no nos dijo, lo único que se es que le ofrecían una beca en Canada y el la acepto.

No le creía, el también hablaba de Susan, deje a un lado lo que estaba pasando y nuevamente me convencí de poner mi mente en blanco y concentrarme en mi paciente.

Habíamos sacado la mayor parte de vidrios que tenía en su cabeza.

- Doctor Anderson, tiene una llamada de la doctor Heigl.