Susan Evans
Eran aproximadamente las tres de la mañana, la temperatura de Damian había comenzado a bajar, pero decidí no dormir hasta mantenerlo normal, cambiaba los trapos cada que podía, le puse una sabana ligera y me senté en una de las sillas que eran del comedor, si me recostaba estaba segura de que me quedaría dormida.
- Susan, estas aquí -dejé de ver el celular.-
- Damian -sonreí,- Estoy aquí, ahora descansa, por favor.
- ¿Te vas a ir con él?, porque si eso quieres yo...
- Mañana hablaremos, solo debes dormir, pero quiero que sepas que me quedaré contigo siempre -tomé su mano,- Así que no podrás salir con alguien más.
El sonrió y poco a poco volvío a quedarse dormido.
Las horas seguían pasando y su temperatura se había controlado, pero aun así lo deje con la cobija más ligera que tenía, miré el reloj.
Seis de la mañana.
Debía aguantar un poco más, no era la primera vez que me quedaba despierta, el comenzó a despertar.
- Buenos días -dije cuando me miró.-
- Pensé que había sido solo un sueño.
- No fue un sueño, estoy aquí porque ayer tenías mucha temperatura y no podía dejarte así.
- ¿Cómo sigue Christian?
- Ya mejoró demasiado -dije y tome su mano,- Ahora tu eres quien me preocupas.
- Susan, si tienes que irte con el, no te preocupes por mi, estaré bien.
- Eres mi novio, claro que me tengo que preocupar por ti.
- Acerca de eso.
- Te elegí -me adelanté antes de que hablará,- Elegi quedarme contigo, después de esas dos semanas que me mantuve alejada de ti, yo te extrañe -admití,- Pero tu me dijiste que nosotros dos no podíamos enfrentar nuestro pasado y sabía que si quería enfrentar mi pasado debía empezar por mi y por Christian, el me contó todo, nos mintieron, le dijeron a el que me metía con Thomas.
- No merecían separarse -dijo Damian.-
- Debía separarme de él para poder conocerte -el sonrió,- Me dijo que había venido por mi, me ofreció un departamento, vivir con mi padre, como si fueramos una familia.
- Es tu sueño Susan.
- Era el sueño de mi yo de hace cuatro años, ahora mi padre tendrá su propio espacio y nosotros también.
- Tu tienes una historia de amor con el, se encargaron de separarlos, estas segura de tu decisión, ¿Crees que yo seré la mejor decisión?
- No quiero irme a Canada, porque mi historia de amor con Christian termino desde el momento en que el me dejo, ahora yo te necesito.
- Tenía miedo, nunca me ha importado perder a las personas, pero sabía que si te perdía a ti, no me iba a quedar nada.
- Tampoco podía dejarte -miré a Damian,- Sufro de ansiedad y de depresión, desde antes de que estuviera con Christian, mi madré no esta muerta ni tampoco nos dejo, ella esta en un hospital psiquiátrico, desde que era pequeña me obligaba a sacar buenas calificaciones, si le entregaba algún nueve o una calificación que no fuera excelente, ella me golpeaba -algunas lágrimas salieron de mi,- Por eso desarrolle la ansiedad, me daba miedo llegar a mi casa, mi madre quería que estudiará alguna ingeniería y cuando se enteró de que papá me ayudo a entrar a la universidad de medicina, ella se enojo y nos gritó, mi madre nunca quiso tener hijos, desde que recuerdo ella siempre me recordaba que había arruinado su vida, luego vinieron los celos de ella hacia mi padre, una vez amenazó a mi padre, recuerdo que dijo, "sino regresas de ver a tu amante quemaré la casa conmigo y con tu hija dentro", aquella vez había muchos polícias, mi madre me dejo encerrada en mi habitación por un día entero, pero luego papá decidió meterla a un hospital psiquiátrico, le detectaron un transtorno de límite compulsivo, cuando entre como interna al primer hospital conocí a Christian, comenzamos a salir y una vez mientras estabamos con un paciente, nos llamaron, mi madre había tenido un ataque, cuando me miró dijo varias cosas, yo salí de ahí, me dio un ataque de ansiedad y en lugar de que me ayudaran comenzarón a decir que estaba igual de loca que mi madre.
- Por eso no te gusta que tu padre hable de tu mamá.
- Mi papá sigue amando a mi mamá, el dice que no era así cuando la conoció y hubo un tiempo en el que eso me hizo pensar que yo era el problema, Christian me ayudo, con el tiempo comencé a verle sentido a la vida, pero el se fue y volví a caer, estaba tan cansada de todo que mi mejor opción era quitarme la vida, pero no lo hice, porque mi padre y Ginny seguían aquí -limpié las lágrimas,- No lo conté antes porque no me sentía preparada, me sentía mal cada vez que lo recordaba.
- Ven aquí -Damian se hizo a un lado para recostarme junto a el.-
Al estar con elme rodeo con sus brazos.
- Es por eso que debía arreglar eso con Christian, nunca quisé que pensarás que no podíamos estar juntos -dije.-