Mal
Abrí los ojos de golpe tratando de acostumbrarme a la luz del lugar de donde me encontraba, lo último que recuerdo es estar en una fiesta con los Vks y luego un gran destello blanco nos cegó a todos.
Cuando pude ajustar mi visión, noté que estaban en un dormitorio de un castillo, pero no era el castillo donde vivía con Ben actualmente.
Me levanté rápidamente de la cama y me acerqué a la ventana del cuarto para mirar en qué lugar estaba.
Reconocí el lugar casi de inmediato gracias a lo que mi madre solía contarme de pequeña, supe que estaba en nada más y nada menos que...
—El Páramo—Dije para mí misma.
¿Ese destello me había traído hasta aquí? Me empezaron a surgir mil preguntas más en la cabeza mientras caminaba de un lado a otro del dormitorio, eso hasta que un golpe en la puerta interrumpió mi andar.
—Eh, adelante—
Luego de decir eso con algo de duda, un chico entró, parecía tener unos veinti-tantos, cabello negro y usaba un atuendo que me recordaba bastante a la estética de mi madre, sin mencionar su sombrero que imitaba dos cuernos.
—Y yo pensaba que te ibas a levantar tarde, Hadita—Dijo él, mirándome con una sonrisa.
¿Hadita? ¿Quién era este tipo? ¿Por qué se vestía parecido a mi madre? ¿Por qué me habla como si me conociera? Estaba a punto de preguntarle todo eso de manera seguida, pero él habló primero.
—Cámbiate y baja, ya todos estamos desayunando, solo faltas tú, Ms. Hades y yo te acompañaremos a la escuela hoy—
Con eso dicho, salió del cuarto cerrando la puerta detrás de sí... ¿A quiénes se refería con "todos"? ¿Y quién rayos era Ms. Hades?
Si me quedaba en la habitación dando vueltas, mis preguntas no iban a ser respondidas, así que abrí el armario y miré la ropa que tenía allí, al menos había cosas de mi estilo.
Una vez cambiada, salí del dormitorio y comencé a buscar el lugar donde, según el chico, todos estaban desayunando, estuve dando vueltas por el castillo por varios minutos hasta que finalmente encontré lo que parecía ser el comedor principal.
Iba a entrar, pero me congelé en el marco de la puerta... Esos cuernos, no, no podía ser.
—Mamá...—
Ella se giró a verme cuando hablé, me dedicó una sonrisa, una de verdad... ¿¡Qué está pasando aquí!?
—Cariño, ¿estás bien? Luce como si hubieras visto un fantasma—Preguntó mi madre acercándose a mí.
—Mi señora, debe ser por la desvelada que se pegó anoche junto con sus amigos—Dijo el chico con el sombrero de cuernos.
Alguien lo golpeó en el hombro con un abanico por ese comentario, la dueña de este era una chica, parecía tener la misma edad que el tipo del sombrero, pero lo que más me llamaba la atención era su cabello hecho de fuego azul.
—No seas así Malfie, dentro de todo Malione llegó temprano—Le reprochó la chica.
Así que el chico de los cuernos se llama Malfie... Espera un momento... ¿Malione? ¿Me llamo así aquí?... Bueno, creo que suena mejor que Mal Igna.
—No hacía falta el golpe, Ms. Hades, por cierto, Malione, tu novio vino a buscarte, pero tu padre apenas lo vio, lo echó—Dijo Malfie frotándose el hombro por el golpe.
Mi confusión solo aumento más, dirigí mi mirada a la otra punta de la mesa, me llevé otra sorpresa al ver que no solo mi padre estaba sentado ahí, sino que también estaba Hadie, mi medio hermano, con cara de no entender qué estaba pasando, al igual que yo.
Editado: 17.04.2024