24 de setiembre
Él problema conmigo es todo, considerando que en general las personas responden un "nada" a mi me sucede lo contrario, "todo".
Una mañana gris, casualmente entrabamos al invierno, al menos, en mi ya extinguido mundo era invierno. Tomaba él brazo de mi madre para subir al colectivo e ir, no me gustaba él nombre que usualmente se usa, yo lo decía más "Él jardín", nunca sabes que sucedera, podrían nacer nuevas flores, o llegar una tormenta y secarlo todo.
Apoyaba mi cabeza en él vidrio opaco del vehículo, cerraba los ojos, aparentemente todo estaba tranquilo, era falso, sus risas, su olor, su cara, su calor, él. Lo visualizaba plenamente, era el nuevamente provocándome desesperación.
Abrí los ojos con espanto, respirando aceleradamente, se supone que con tiempo te acostumbras, pero no, yo no comprendo porque en mi es diferente.
—Mi niña ¿Estas bien?—Mamá sonaba preocupada
—Si, sólo estoy un poco emocionada—Sonrei
No era difícil, solo tienes que elevar las comisuras de tus labios y mostrar los dientes, lo difícil era creerte esa sonrisa.
Llegamos, el viaje se sintio raramente corto, es como si estar metido en ese sitio como hámster no fuera un interrogatorio.
Saludamos al doctor, nos pide que esperemos unos cuantos minutos antes de ingresar.
Le dice a mi madre que aguarde la hora de interrogatorio semanal e ingreso libremente.
No puedo satisfacer mi curiosidad, es un simple espacio de 4×4 de blanco y gris, un juego de sala gris, y los demás muebles de madera.
Hace la misma rutina, aveces creo que se burla de mi mentalidad, no lo juzgo, si no estuviera en esta silla yo tambien lo haría.
—¿Cuántas veces lo has pensado?—Me miraba fijamente
Él Doctor Max no era tan amargado, pero eso no le quitaba sus sinceras y crueles palabras.
—Perdi la cuenta—Lo mire de igual forma
—¿Qué has sentido cuando lo has visto?—Anoto en su libreta
—Vértigo —Pause, tenía nervios
—¿Todo?—Cruzo sus piernas y me miro con cuestión
Trague con fuerza, era hora de dejar de hundirme en la miseria.
—Ansiedad, emocion, esperanza, miedo...—Respire pausadamente—Huir.
Anoto religiosamente todo, vaya, yo era un pastel sorpresa.
—¿Por qué huir?
—Ya no me siento capaz de aguantar esta presión —Analice
—¿Cuál presión?
—De tener esperanza y mentirme falsamente—Murmure
Aún no lo lograba, una escurridiza lágrima se deslizaba en mi rostro.
—Ya te he mencionado que ya no eres una niña, debes aprender a que te van a quebrar muchas veces más, más, ahora, debes de seguir recurriendo a lo que te duele—agregó
—¿A que se refiere?
—Sigue llendo a ese sitio, el no aparecerá, o, si es el caso y aparece, te va a ignorar y por cuenta propia entenderas que la única que se causa estas suturas eres tú —Culminó
Lo mire en silencio, no tenía repuesta
—¿Qué te sucedió en la mano?—Miro la herifa reciente de mi mano izquierda
—Estaba distraída, no se como sucedió, solo se que en un momento empezo a sangrar—Puntualize
—¿Por qué mientes?—Sonrio de forma agradable
"Porque es mi única manera de huir" pense en silencio
—Solo es una cicatriz... Una desagradable cicatriz—empuñe mi mano
—Sigue siendo una herida, ven, esta volviendo a sangrar, debemos evitar que sangre más —Asevero
Él doctor curó nuevamente mi cicatriz abierta, o mejor dicho, mi reciente herida.
No dije nada más, me trague mis argumentos, fue suficiente, hasta sido suficiente.
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Editado: 20.10.2023