4.-Tiempo

25 de setiembre
 

No soy yo. Antes, me negaba a imaginar a mi cabello corto, de colores y simplemente reducido. Me menti por un gran y largo proceso, 15 años fueron los suficiente, ayer en contra de todo mundo realice una decision que me aliviaría la sensación de muerte que me monumentaba todos los días.
 

Rizado y corto, diferente aspecto con el mismo sentimiento, ¿Gracioso? Realmente lo era, básicamente era comparado a un aparente llovizna pero con la misma sequía, una porquería completa.
 

Mis piernas me eran inservibles, sentía el frío calarme en cada poro, no puedo controlar el temblor. Me tuve que tirar de cuclillas en medio de la lluvia, sobre el piso mojado.
—Parate—Mi hermano murmuro
"Parate, anda parate"
—Cállate, solo cállate—Sollocé
No, por favor basta, no. Solo... Para...
 

Abrí los ojos, recordar solo producía migraña en mi pobre cabeza.
 

Todos conversaban a mi alrededor, reían y quien sabe que más. Era un campeonato, pretendi divertirme, pero lo único que quería era hundirme en mi miseria.
—¿Entendiste?—Me sonrió ella
—Si—Conteste
Mi compañera captó la idea, yo no había escuchado nada de la conversación, yo solo era yo.
 

Lo vi caminar, desvíe la mirada, cerré los ojos, y su perfil, su rostro, lo vi perfectamente descrito en mi memoria, aún cuando él ingreso al cafetín, los abrí con terror, el sentimiento me consumía aun sin mi permiso.
 

Aunque no lo deseara, mis ojos lo buscaban en todas partes.
 

Solo vete, largate y abandoname de mi cabeza al igual que en esta puta vida...