In The Abyss

9.-¿Y si me matas?

30 de setiembre
 

Sábado, mi mente lo sabía, pero mi cuerpo no, era una lucha de titanes en mi interior.
 

¿Adivina que se me olvido contar ayer? No adivinaste, tranqui, relax, no te sulfures, yo te lo digo.
 

Por primera vez voy a confesar él nombre por el cual pierdo el sueño, me deprimo y ando como mapache mal parido... 
José...
 

Si muchos diran "Que nombre tan común", pero callense mierda. Él es mi puto problema mental, mi mayor debilidad, la causa de ver a esta musa hecha un trapeador humano.
 

Bueno, volviendo a lo que te iba a contar, ayer iba a declamar mi santa poesía a un muerto (Avelino Cáceres), un mártir del Perú, debe ser impresionante que aún después de haberte muerto como hace 200 años aún te recuerdan.
 

Estaba a punto de recibir los resultados del concurso cuando cierta personita llamado José se apareció con una niña, ups, perdón, una señorita.
 

(Era tan pequeña y cargaba dos colas de rata largas que crei que rodaría por las escaleras). Pdtta: mi humilde opinión.
 

Sentí la mirada del susodicho, lo ignore, estaba con unas amigas, asi que técnicamente me burlaba del prospecto de "reemplazo" que casi me muero de risa cuando mi amiga Angela dijo:
—Como cuando estas en quiebra y te vuelves reciclador—Se río
 

Y así me pregunto porque será que no me quieren JJAJAJA.
 

No me sentí inferior, pero no puedo negar que me incómodo (obviamente si me molesto, por mas pendejo que él fuera se merecia más que una niña cola de rata, digo, señorita).
 

¡De todo él colegio tenías que estar ahí, justo ahí, ¿no pudiste llevartela al estadio?!
Empiezo a creer que lo hizo por joderme.
 

Pero bueno, eso fue ayer, eso quiere decir pasado.
(Tanto asi que andaba rabiando hasta hoy)
 

Pero recordé que soy inteligente y que tengo un aspecto digno de un reconocimiento a la chica con más Flow del cole.
 

¿Quién te haría reir mientras lloras? Yo no, pero te juro que en mi intento de hacerte sonreír (es decir la cagaria una y mil veces) te sentirías menos solo/a.
 

Hoy desperte, y comencé a leer, ya sabes, mi vieja confiable, mi órbita Templado*, no me la rompas pero copiare lo que dijo mi célebre escritor Diego, el templado:
 

"Te amo Lorena, porque tiemblo cuando pienso en ti.
Porque sufro y no puedo dormir. Porque lo jice por ti y tu no lo sabes.
Porque te necesito y estoy solo más que nunca"
 

Vaya, que poeta enamorado, digno de un Premio Novel, y como yo una digna babosa del mundo, cambiaria el "Lorena" por "José".
 

Si, lo sé, ¿Quién me metería un putazo y me haría reaccionar de una maldita vez? Le pago 10 mangos al que lo haga.
(Lea bien, hablamos de frutas)
 

Como que de repente me puse chistosa.
 

Hoy fui a leer al parque, con toda la actitud de finalmente no derramar un moco más en mi cama (Es decir, llorar como magdalena)
 

Me compre una rica bolsa llena de galletas en forma de animales, me senté en la banqueta, resguardada por un bello árbol de la lluvia, todo lindo, con lo audífonos bien puestos y dispuesta a leer.
 

Y ¡Bam!
La putamadre
 

Una parejita de estúpidos se dispuso a comerse a besos básicamente a 40 pasos de mi banqueta. ¡¿Qué no saben respetar a los corazones rotos?!
La chica me miraba como si me fuera a robar a su novio, y ese caracol que la chica tenía por novio me miraba.
 

¡Amiga, mi ex es mi único pensamiento y crees que tengo tiempo de mirar a la porquería de reciclaje que te cargas! ¡Medicate loca!
 

Mira las estupideces que digo, diario ¿Y si me matas?
La pareja empezó a discutir quien sabe porque, pero pude escuchar la voz del chico decir:
 

—Mira la pobre niña, parece que se escapo de su casa, solo por eso la miraba —Le respondió molesto
 

Aya, así nos llevamos, pues permiteme decirte al igual que Malcon ¡No quiero tu estúpida lástima!.
 

Tranquilamente tome mi bolsita de galletas y me largue directo a casa. 
 

Ojalá, cuando lleguen a sus casas no tengan luz.
 

Llegue a casa, en él camino había comprado una galleta dulce (de algo se tiene que morir uno), ya era hora de cenar, mi mamá preparaba la mesa, yo con mi cara de suicidio la ayude.
 

Luego discutimos él porque los canguros tienen una bolsita en la tripa y porque yo estaba fascinada con los ornitorrincos.
Y básicamente miramos televisión juntos y cada uno a dormir.
 

Por supuesto, como yo soy la chica deprimida suicida, hice lo que cualquier persona en mi posición no haría.
 

Empecé a leer las cartas que él me dio, ¿Adivinen?, quien se puso a soltar moco tendido a medio inicio.
 

Puse en la HP los videos, fotos y recuerdos con él, recontra masoquista, una cosa era fingir a la perfección todo él día que yo estaba "aparentemente' bien, pero en las noches era un completa locura.
 

Esa era yo, la chica enrroscada como bolita en él suelo, sollozando cual perro pateado, con un pijama a muerte (Era un camisón y un short) me moría de frío, pero más me moría saber que el no me iba buscar jamás.
 

Como que me puse poeta.
 

Así que tome él celular, busque su número y puse la bocina de "llamar".
 

Deseenme suerte.
 

Y por si no llego a llamar, y que el nunca leerá esta mierda esquizofrénica...
 

Te amo.

 

 

 

 

 

 

Templado—Jorge Eslava*




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