I
Una semana ha pasado desde que Ren y Melty se fueron de la ciudad. Los profesores en la preparatoria estaban preocupados. Ren no aparecía. Les preguntaron a Alice y Angie sobre su paradero.
–¿A dónde habrá ido? –pregunto Kaori.
–Es raro desapareció de la nada –contesto Ada llevándose un bocado de su almuerzo.
–¿Ustedes no saben nada de ellos? –pregunto Mei.
Las gemelas se mantuvieron neutrales.
–Solo sabemos que están bien –dijo Alice. Angie asintió.
Las miraron.
–Mientras este con Melty, mientras estén juntos estarán bien –comento Angie.
Siguieron comiendo, hasta que llegó la hora para la clase. Al finalizar el profesor llamo a las gemelas.
–Señoritas Hayashi, un momento por favor –llamo el profesor. Se acercaron a él.
–Si profesor –dijo Angie.
–Ustedes son amigas de Ren ¿cierto? –hablo el profesor. Asintieron. –Por favor díganle que regrese a clases de lo contrario perderá el año por inasistencia. No podrá graduarse –culmino el profesor –avísenle por favor.
–Eh… si lo haremos –dijo Angie.
El profesor tomo sus cosas y salió del salón de cases.
–Graduarse es lo que menos le importa a Ren. Ahora –dijo Alice.
–Si –contesto Angie –aun así, me preocupa mucho esta situación.
Caminaron solas sus tres amigas, ya se habían ido solo uno las esperaba en la salida de la preparatoria.
–Al fin salen –hablo Hiroki que parecía más animado, pues su malestar había desaparecido sin dejar rastro.
–Hiroki –dijeron ambas pasando de largo tomando la misma ruta. Que tomaban con Ren para ir a ver a Melty.
Desde ese día han ido a la escuela de Melty se habían acostumbrado a esa rutina. Llegar y que ella las abrazara.
Caminaron de regreso a su hotel en completo silencio. Hiroki solo las miraba con sus ánimos decaídos esas que tenía frente a sus ojos no eran sus gemelas.
~Todo es su culpa ~se dijo y la imagen de Ren le vino a la mente. Apretó los puños.
–Chicas les invito al karaoke –propuso Hiroki. Ellas siguieron caminando. –Vamos traten de animarse –continuo –yo les invitare lo que ustedes quieran.
–No tenemos animo –dijo Angie –gracias por la oferta, pero no.
Caminaron hasta llegar al hotel donde encerraron en su departamento y así el fin del día llego.
En la escuela todos atendían al profesor claro que había unos que no, solo hacía falta una persona que dormía en la mesa vacía del salón.
La profesora de matemáticas explicaba la clase cuando la puerta del salón recorrió a la derecha era el director junto a unos oficiales y una persona nada grata para ellas, pues esa persona era la culpable de su malestar emocional que tenían desde que Melty y Ren se marcharon.
–Siento interrumpir su clase profesora –se disculpó el director.
–Descuide. ¿Qué sucede? –pregunto ante la presencia de los oficiales.
Aquel sujeto miro a las gemelas con una cínica sonrisa –ya les explico –se dirigió a la clase –jóvenes estudiantes el señor aquí presente pide su ayuda para encontrar a Ren Kuro su compañero que lleva desaparecido poco más de una semana.
–Si me permite –hablo aquel hombre interrumpiendo al director con un tono de voz tan falso simulando tristeza –tengo entendido que ustedes son los compañeros de Ren. quiero pedirles de corazón –cuanto cinismo en cada palabra que brotaba de su boca –que, si conocen el paradero suyo, el paradero de Ren me ayuden a encontrarlo. Hace dos años el secuestro a mi hija pequeña –los estudiantes se asombraron ante tal declaración y solo dos personas estaban furiosas –la separo de mi –lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, sí que era un buen actor –y no saben cómo la he buscado. La encontré hace una semana, pero Ren de nuevo se la llevo. Temo por lo que puede hacerle a mi niña. –Las gemelas estaban tan enojadas que enterraban las uñas en la madera de sus mesas. –por favor como padre cualquier información que me den les estaré eternamente agradecido.
~Maldito ~Angie.
~Maldito ~Alice.
Decían las gemelas hacia aquel hombre en sus cabezas. Los murmullos de todos los estudiantes se escuchaban.
–Sera verdad.
–Siempre supe que era raro.
–Secuestrador.
Entre otras cosas más crueles decían los estudiantes las gemelas ya no soportaban más. Ninguno de ellos conocía en verdad a Ren.
No sabían porque lo había hecho. No sabían porque escapo hace dos años y porque volvió a escapar.
–Basta –Alice se puso de pie –usted es un cínico mentiroso –dijo a viva voz.
–Alice –llamo la atención la profesora.
–Hace unos días –esta vez intervino Angie –él –lo señalo –lo llamaba hijo, le suplicaba que le permitiera regresar.
#22663 en Novela romántica
#4493 en Joven Adulto
promesa madre hijo, rencuentros indeseados, sonrisas amor gemelas hermanos
Editado: 27.09.2021