Desconocido.
—¡No seas estúpido! ¡Seria demasiado pequeño, ¿No crees?
—¡Solo decía, no es para tanto!—Levanta las manos en señal de rendición.
—Tiene que ser un lugar mas grande... Como un almacén. Nadie se daría cuenta y en algún momento saldrá de ese edificio extraño.
—Ya te estas pasando. Estas llegando demasiado lejos solo por... Ella,—Dijo mi nombre elevando una ceja—Esta bien, es hermosa, tiene...
—Ni se te ocurra. Es mía—Quite la mirada de él hacia otro cualquier punto de la sala—Solo mía.
—¿Y que harás con...?
—Aun no lo se. Quizás matarlas a ambas.—Lo interrumpo, sabiendo lo que me preguntaría.
Se levanta del sofá y empieza a caminar dirección a la puerta.
—Buscare lo que me pediste y me encargare de lo otro, solo porque te quiero.
—Si, si. Ya lárgate.
Sale por la puerta y aprovecho para servirme una copa de vino.
Vino.
Siempre he tenido una extraña obsesión con el vino, y es que ella me recuerda al vino, convirtiéndose en mi otra obsesión. Con tan solo verla fue mi adicción, mi perdición, pero no se dio cuenta de eso o talvez ¿Me ignoro? No, no me ignoro porque ni siquiera lo sabia.
Sonrió triunfante, sonrisa que se borra al recordar que aun estoy lejos, y al mismo tiempo bastante cerca de lo que quiero. Pero me faltan cosas por resolver. Al menos se que ella esta bien y que en poco tiempo será mía como siempre lo he querido. Lastima que van a morir mas personas por mi objetivo. Lo mas difícil de todo fue callar a la otra yo. O bueno, no callarla, sino tomar todo de ella. Siempre tengo lo que quiero. Aunque sea difícil y tenga que hacer cosas que requieran arriesgarme a mi y a mi familia.
Todo lo que se viene será fuerte y destruirá al que se meta en mi camino:
Fuego.
Sangre.
Humo.
Mas fuego.
Lagrimas.
Mas fuego.
-------
3:12 PM
Cruzo las calles desoladas y vacías de esta zona "Secreta". de la ciudad. Al menos no hay guardias por lo que supongo que es el momento del cambio de turno. Entro a una de las casas solitarias y empiezo a recorrer el lugar.
Al principio pensé que todo esto era un lugar prohibido. Hasta que empecé a arriesgarme por lo que quería y necesitaba. Saque una foto de mis bolsillos y la contemplo. Cada mínimo detalle de ella es perfecto para mi, talvez no solo para mi. Pase los dedos por su rostro y cabello con detenimiento hasta que la puerta se abrió, dejándome ver a un viejo amigo que me esta ayudando con mis planes. Se veía agitado y cansado, como si estuviera corriendo.
—Solo tengo unos 15 minutos antes del cambio de turno...
—¿Cómo están las cosas por allá? ¿Ella esta bien?—Cambio el tema.
—Si,—dice mi nombre—Pero...
—¿Pero? ¿Que?—Pregunto.
—Hay... unos chicos que... son como sus amigos. Y son los únicos con los cuales habla.
—Sus nombres.
—Eva Montaner, James Deann, un tal Axel, pero acaba de conocerlo no hace mucho y... Ethan Gray. Es probablemente el mas cercano a ella ya que le esta enseñando cosas, como lo hizo con...
—¡Shhhh! Basta.—Empiezo a darle vueltas a la sala, pensando—¿Aun no sabe nada?
—No. Y es él quien se lo contara. ¿Qué debo hacer?
—Aun no hagas nada. Hay que dejar que sepa la verdad.—Me detengo y elevo la mirada—Conozco a ese tal Ethan. Me hablaste de él una vez pero... no lo recordé hasta ahora.—Sigo caminando sin destino por el lugar—Solo mantenlo ocupado. ¿Pero, con que?
Pensó por un momento
—Tiene una hermana, talvez eso nos sirva.
Bingo.
—Si.—Sonrió con victoria—Atacaremos allí. Ya sabes lo que tienes que hacer ahora. —Mire por las ventanas llenas de polvo y suciedad—Tengo que salir de aquí.—Le paso por un lado pero me detengo acordándome de algo—Si me delatas, sabes quien sufrirá las consecuencias ¿No? no querrás ver como mato a tu madre.
Asintió rápidamente con la cabeza y dijo en voz suplicante:
—Por favor, no la lastimes. Ella no...
—Cierra la boca. Tu tampoco tenias que ver en esto, sin embargo mírate donde estas ahora. Sirviéndome.
Como un jodido títere en mi juego, con mis reglas.
Salgo del lugar a paso apresurado mientras tarareo la parte de una canción que llego a mi mente.
Todo lo que puede pasar con solo mover mis dedos o abrir mi boca.
Mi celular empieza a vibrar en mis bolsillos, lo saco y contesto:
—¿Noticias?
—Eso creo.
—¿¡Como que crees!? ¡Necesito algo rápido!
—Es broma. Conseguí algo—Hay una pausa al otro lado del celular.—Conseguí la gasolina.