"Los guardaespaldas."
Nuevo día, nuevos problemas, pero también nuevas soluciones. Tengo que lidiar con lo que pasó, sin dar explicaciones deje a Santiago. Bueno claramente el no necesitaba explicaciones porque no es que sea mi novio o algo por el estilo, estaba claro que sabía todo sobre lo que paso con Karina, no sé si sepa algo más.
Él no tenía que preguntar, pero yo no tenía que tratarlo de esa forma, así que estoy yendo hacia el salón para pedirle que me perdone por hablarle así de mal, aunque no estoy segura de querer pedir perdón.
<< Deja de perder la dignidad pidiendo perdón, él tuvo la culpa por preguntar. >>
El merece una explicación, aparte ya es tarde, ya lo vi e iré a hablar con él.
— ¡Santiago! —me acerqué a el— ¿podemos hablar?
— Supongo, —volteo hacia sus amigos y ellos se fueron— ¿qué pasa?
— Quería pedirte perdón, por lo del otro día. —baje la mirada hacia el piso.
— ¿Es todo? Estoy ocupado.
Eso fue muy seco, creo que si está enojado; no tuve que irme y dejarlo ahí solo, merezco que se porte así conmigo, creo.
— Perdón ¿sí? No me gusta hablar de Karina, me molesta.
— Se todo lo que pasó entre ella y Dylan, —lo volteé a ver sorprendida— Erick me lo contó.
— Supongo que entiendes porque no me gusta hablar de ella.
— No es razón para que te caiga mal, o tal vez si pero ese es problema entre tu hermano y ella, en mi opinión no deberías meterte.
¿Qué acaba de pasar? ¿Él me está dando un consejo?
— Deberías perdonarla, sé que ella ha cambiado.
— Creo que mejor hablamos otro día y de otro tema.
— No puedes solo huir de tus problemas... aunque en realidad es problema de él, no tuyo.
— Me caes bien, enserio lo haces, pero... —suspire.
— ¿Pero?
— Si vuelves a meterte en ese asunto, no volveremos a hablar. Mis hermanos son lo más importante para mí y no permito que se metan en nuestras vidas, ¿entiendes?
— Entiendo, ya no hablare de eso. Yo solo quería que distraerte ese día.
— ¿Eh? ¿Qué?
No pudo decir nada más, llegó la maestra y nos tuvimos que sentar en nuestros lugares. Estaba metida en mis pensamientos, ¿él sabía algo de lo de mi familia? Nunca se lo había platicado a nadie, y como si leyera mi mente me aventó un papelito hecho bola, lo deshice y tenía algo escrito.
"Puedo explicarte a que me refería hace rato, solo es cuestión de que quieras. Si es así, este es mi número... "
Ahora tenía su número, ¿qué se supone que haría? ¿Mandarle un mensaje?
<< Deberías, te quiere explicar. >>
Lo que él quiere es que le mande mensaje, y bueno termino ganando porque así fue, le mande mensaje.
Para: Número desconocido.
Te espero en mi casa saliendo de clases.
Me dejó en visto, supongo que había quedado en que si iría.
Ya estaba en mi casa, me estaba cambiando cuando escuche el timbre. Cuando baje a la sala ya estaba Santiago sentado en la sala esperándome. No sé si esto era incómodo para él, pero para mí sí. No sé ni qué me quería explicar.
— ¿Quieres que lo hablemos aquí o dónde?
— Vamos a mi cuarto —el me siguió hasta llegar—. ¿Qué querías decirme?
— Quiero explicarte porque me he comportado así de raro —hizo una pequeña pausa mientras jugaba con sus dedos—, en realidad todo esto no ha sido casualidad.
— No te entiendo.
— El primer día que te vi supe quien eras, por eso decidí sentarme a tú lado y hacer ruidos molestos, para ver si llamada tu atención y así fue, me empezaste a hablar y creamos un ¿vinculo? Bueno no se bien que creamos pero el punto es que yo ya te conocía.
Okey, ya no estaba entendiendo nada. Me perdí, alguien explíqueme. Tal vez solo estoy soñando.
— Sé quién eres y quienes son tu familia, Dylan, Javier, Verónica, tus padres... la verdad no entiendo porque no quieres que te asocien a ellos, si no es nada malo, son increíbles.
— Tengo mis motivos, enserio no lo entenderías.
No iba a perder mi tiempo explicándole porque no quería que supieran que eran mi familia, no creo que entienda.
Nadie tiene nada malo, en realidad son muy buenos, ese es el problema. Si se enteran me van a beneficiar y a exigir demasiado, y prefiero llevármela tranquila, no quiero ser la "hermanita menor de los Walker".
— Seré honesto contigo —tome aire—, al principio solo me junté contigo porque, vamos, tus hermanos son famosos, tú hermana y tus papás igual, ¿quién no querría ser tu amigo Elena?
Díganme qué esto es una broma. Creí que enserio le caía bien, pero de nuevo, solo amigos por conveniencia. Claro, me quedé en silencio, ni siquiera sabía que decir, me quedé en blanco.