Capítulo 17

Un capitulo narrado por otro Walker, quiero que conozcan un poco de cada uno.

"Un consejo."
 
 

Dylan Walker

Me encontraba comiendo en un restaurante chino junto con Karina, Erick, una de sus hermanas y sus padres. Ya conocía a sus padres desde hace tiempo y les caía bien, es por eso que algunas veces me invitaban a comer con ellos.

La verdad es que trataba de evitar comentarios incómodos, no me gustaba hablar mucho de mi familia por lo de Javier con la hermana de Karina.

— ¿Y qué tal tu madre Dylan?

— Se encuentra muy bien.

— ¿No se enteraron? Se va a casar —dijo Karina emocionada—. Su padre igual, es genial eso, iré a dos bodas.

— Uhm, algo así.

— Oh enhorabuena Dylan.

— Tampoco es que sea la gran cosa —dije algo incómodo.

— Yo creo que esta cool —comento Erick—. ¿Invitaras a alguien?

— Si, tenía pensado a algunas personas, como Karina.

— ¿Quién más amor?

— Ehm, bueno quiero invitar a Jones y a todos los de american beavers, obviamente tu igual Erick.

— ¿Ira Jones? —pregunto el padre de Karina algo molesto.

— Si, bueno... si yo no lo invito estar invitado por mis hermanas, mi hermano, mi mama, mi papa... se lleva bien con la familia.

— ¿Así que es cercano a ustedes?

— Sí, es novio de una de mis hermanas.

Se hizo un momento incomodo por lo cual decidí fingir una llamada telefónica con mi padre, según mi llamada tenía que estar en su casa en menos de 15 minutos por lo cual me despedí de ellos lo antes posible y salí.

Estúpidamente empecé a conducir hacia la casa de mi padre, no era que me necesitara si no que mi subconsciente ya no pensaba bien.

Al llegar vi un auto blanco del año estacionado cerca del garaje, me baje desconcertado y toque timbre. Unos minutos después mi padre salió a saludarme.

— ¿Interrumpo algo?

— No, pasa.

— Ehm, bueno, es que ese no es tú auto. A menos que lo hayas cambiado sin avisarnos, pero sé que no es así por tu cara, ¿quién está aquí?

— Andrés —dijo serio—, pasa.

— Ya va, prefiero venir otro día.

— No te pregunte si querías pasar, te lo ordene.

Hice lo que me dijo y entre a la casa de mala gana, Andrés se encontraba acostado en el sofá jugando en una consola. Rodé los ojos ante la idea de mi padre aceptando eso, ya que él nunca nos dejó tener consolas para que no perdiéramos el tiempo.

— Andrés, ¿qué haces aquí?

— Bueno, fui a tu casa primero, quería invitar a salir a tu hermana por un café o algo, pero no estaba —hizo un ademan de restarle importancia—, Estaba aburrido y decidí venir a ver a mi futuro padrastro.

— Me enfermas —espete—. Por favor aléjate de mi hermana.

— Me parece que eso no se va a poder.

— Ja, claro que se puede.

En dos zancadas ya estaba frente de él, no me intimidaba en lo absoluto.

— Dylan, Dylan, Dylan. Aléjate.

— No.

Se paró y me empujo algo suave, lo suficientemente fuerte para moverme y poder pasar.

— Si no te alejas de mi hermana te arrepentirás.

— Más vale pedir perdón que permiso.

Y sin decir nada más entro a la cocina.

Me dirigí al despacho de mi padre para poder hablar con él. No vine hasta su casa solo para hablar de lo horrendo que esta Andrés y de lo mal que me cae su nueva familia.

Abrí la puerta sin importarme que estuviera haciendo, y tome asiento frente su escritorio.

— ¿A qué has venido?

— Vengo a decirte algo importante.

— Te escucho.

Dejo los papeles en la mesa y se recargo en su silla, me observaba fijamente dándome paso a seguir hablando.

— Ya sé que quiero estudiar, o eso creo.

— Okey.

— Quiero estudiar ingeniería aeronáutica.

— Sí es lo que te gusta, por mi está bien. ¿Ya sabes a qué universidad? No puedes perder más tiempo hijo. Entraras al mismo tiempo que Elena.

— ¿Ella ya ha elegido?

— Sí, no cambio de opinión.

Mi hermana siempre tuvo claro a qué universidad quería asistir, por más que intentamos hacerle ver de que había más opciones ella no quiso, eligió la única universidad pública que hay cerca de la casa y en cerca me refiero a una hora y media de ida y dos horas de regreso, es más tiempo debido al tráfico.

— ¿Qué estudiara?