Inefable

Palabras vacias

Todos hemos escuchado el famoso dicho "...Las palabras se las lleva el viento y las miradas se las guarda el corazón." aunque es un poco más larga, pero solo me interesa la última parte; es un dicho que tiene veracidad en todo su sentido, en todo lo que puede expresar, las palabras son bellas, las palabras crean poemas y expresan sueños e ilusiones, pero es nuestra responsabilidad convertir esas palabras en hechos, y que esas miradas no sean simplemente un vago recuerdo, tú le puedes decir a una mujer lo más hermoso que ella nunca ha escuchado, y si es tonta te creerá, pero si es una mujer inteligente esperara tus hechos y de eso dependerá si se queda o se va, pero seamos sinceros, Ruth es una niña tonta.

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Ruth despertó radiante y feliz, lista para estudiar, ella sentía que su año en el colegio mejoraba poco a poco y aquellos años de inseguridad y falsas amistades la habían abandonado, ella se organizó como de costumbre y quedándole un poco de tiempo reviso su celular, y observo que el Dante no le había respondido más, pero tenía dos mensajes de Jasón, entro en su chat y le respondió.

Jasón: Todo termino muy bien, con mis amigos y ya, hablando.

Ruth: Me alegra mucho.

Ruth no sabía que más podía decir así que no hizo más preguntas y cerro el chat, pero antes abrió el de Dante, se había conectado, pero no le había respondido, ella no le dio importancia, bueno eso quería hacerse creer.

Al llegar al colegio se encontró con sus amigas, hablaron por un rato, pero Ruth estaba pendiente de la entrada del colegio, esperando que Dante entrara y se acercara a ella, efectivamente Dante entro, y se dirigió a sus amigos, se encontraba feliz, o eso observaba ella en su rostro, y también pudo ver como una chica nueva cruzo la puerta del colegio y las miradas de Dante y sus amigos quedaron atrapadas en ella, era alta, blanca y tenía un prominente trasero, su cabello era rubio, pero su rostro no era el mejor, la chica nueva continuo caminando, solo se giró a ver a los chicos y los ignoro por completo mientras continuaba su camino, para la sorpresa de Ruth la chica entro a su salón.

-Nueva compañera- Llego Paloma de la nada a la conversación de ellas, Paloma también es una buena amiga de Ruth.

Ellas ingresaron al salón, y la chica se encontraba hablando con la maestra de tecnología, Ruth se sentó, pero no podía quitarle la mirada, se sentía un poco insegura, por la reacción de aquellos chicos ante ella, o más bien por la reacción que Dante tuvo.

-Oye Cintia... ¿Tú crees que debería preocuparme por qué ella me quite a Dante?- Cintia observo a la chica nueva con el rostro serio.

-Es muy bonita, pero algún defecto ha de tener, no deberías preocuparte, se supone que Dante te quiere- Ruth pensó que en cierta parte tenía razón, ella sentía que podía llegar a formalizar algo con él. La chica se presentó, su primer acercamiento fue a dos chicas del salón, una de ellas lesbiana, la chica se llamaba Melany y su voz para complementar su estilo, chillona.

Los días pasaron, Melany seguía robando la atención de muchos, pero lo que le preocupaba era Dante, él seguía sin acercarse a ella, sin hablarle tanto, sin darle otra nota o invitarla a salir, pero lo que si hacia Dante, era hablarle a Melany, todos los días en el pasillo, los veía hablar, no se veía comprometedor, pero a Ruth le afectaba, sentía algo por él, y él le había dado ilusiones a ese algo, el había regado ese algo como un jardinero reja un jardín.

3 Semanas después

Ruth se encontraba en su colegio leyendo, exactamente en la biblioteca, terminaba un libro, El símbolo perdido de Dan Brown, la bibliotecaria se llevaba bien con ella. Ruth en estos últimos días no había tenido contacto alguno con Dante, ni siquiera la observaba, no le hablaba por chat, no le hablaba en persona, no la miraba, ella no hizo nada más por buscarle, decidió dejarlo así. Casandra, la bibliotecaria se acercó a la mesa en que estaba Ruth, ella levanto la mirada del libro para mirarle.

-¿Me puedes ayudar con algo?- Casandra le pregunto mientras movía unos libros en su mano izquierda.

-Claro que sí.

-Necesito que le lleves esto a la maestra de física, ¿Podrías hacerlo?- Ruth asentó, tomo los libros y salió de allí, subió al segundo piso y camino lentamente por el pasillo para llegar al último salón, el salón de los maestros, ella iba pegada a las barandas mientras miraba hacia abajo, hasta que vio algo diferente, el chico de ojos hermosos, Ruth se detuvo y lo observo, estaba de pie con una camisa negra, mostrando su musculatura, hablaba con una chica, Emma, se encontraba en un grado mayor que ella, de repente Jasón, el chico de ojos hermosos, se giró y miro a Ruth, sintió vergüenza, pero a la vez se sintió llamada por sus ojos y sin saber qué hacer, huyó de allí hacia la sala de maestros, y digo huyó, porque literalmente corrió, al entrar al salón se recostó contra la pared y sostuvo los libros en su pecho, su respiración era agitada y estaba temblando.

-¿Te encuentras bien?- Un maestro le pregunto, mientras la miraba impresionado. Ella con dificultad asentó y se dirigió a la maestra de física y no salió de allí hasta en un buen rato, donde estuviera segura que el chico de ojos hermosos ya no estuviera.



#42045 en Novela romántica

En el texto hay: primer amor, amor de dos, inefable

Editado: 21.03.2019

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